- El nuevo parque abarca 1,3 millones de hectáreas de, en gran parte, bosque primario, contiene un hábitat de fauna y flora único y comunidades indígenas aisladas del resto del mundo.
- La declaración llega después de casi 10 años de lucha por parte de los grupos conservacionistas, científicos y las comunidades locales por conseguir la categoría de parque nacional para la región.
- La categoría de parque nacional conferirá más protección para Sierra del Divisor, lo cual obstaculizará la tala ilegal, el cultivo de coca y la extracción de oro que ha estado creciendo cada vez con más fuerza en los últimos años.
Durante casi una década, los conservacionistas han presionado para aumentar la protección de la Zona Reservada Sierra del Divisor de Perú. Este fin de semana su sueño se hizo realidad con la declaración oficial por parte del gobierno peruano con la que hacía de Sierra del Divisor el parque más nuevo del mundo.
De un modo verdaderamente moderno, la noticia llegó a través de un tuit.
“La creación del Parque Nacional Sierra del Divisor es un acontecimiento histórico”, escribió el viernes el Ministro del Medio Ambiente peruano, Manuel Pulgar-Vidal. “Es una confirmación del compromiso del gobierno peruano con la conservación, el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático”.
El domingo, el presidente Ollanta Humala designó oficialmente el parque nacional con gran pompa en la comunidad indígena de Nuevo Saposoa, que está cerca de Sierra del Divisor.
El nuevo parque abarca 1,3 millones de hectáreas (5470 millas cuadradas), lo que lo hace significativamente mayor que el Parque Nacional Yellowstone en los EE.UU. y cuatro veces más grande que el Parque Nacional Yosemite en California. Se encuentra al este de Perú, a lo largo de la frontera del país con Brasil y contiene grandes extensiones de selva tropical sin alterar.
Los conservacionistas alaban la transformación de Sierra del Divisor de Zona Reservada a Parque Nacional como uno de los mayores logros en la conservación de la selva tropical en los últimos años. Dicen que las protecciones adicionales conferidas por la categoría de parque nacional ayudarán a salvaguardar las plantas y animales de la región, así como sus comunidades indígenas –varias de las cuales no están en contacto con el mundo exterior–. Los bosques de Sierra del Divisor contienen uno de los mayores depósitos de carbono de Perú, así que los defensores dicen que su protección también ayudará a protegerse contra el cambio climático.
“Queremos preservar esta área geográfica como una parte importante de los pulmones que nos permiten purificar el aire del mundo y, además, salvarlo de actividades ilegales como la tala ilegal, el tráfico de drogas y otras actividades que deforestan nuestras selvas”, dijo el presidente Humala, según lo citado por Peru Reports.
La importancia de la Sierra del Divisor
La Sierra del Divisor se caracteriza por una accidentada geografía y una llanura de montañas volcánicas que no se encuentran en ninguna otra parte del Amazonas, que es, generalmente, más plano. Los impresionantes “picos de cono” de la cordillera, los cerros areniscos arqueados y las mesetas sobresalen de la relativamente uniforme selva circundante. Las cordilleras tuercen y bloquean los efectos de las tormentas en esta parte del Amazonas, lo que lleva a que haya extensiones de bosques húmedos al lado de matorrales secos. Además de estas formaciones geológicas únicas, sus selvas intactas dan lugar a grandes ríos que alimentan uno de los afluentes principales del Amazonas, el Río Ucayali.
“La Sierra del Divisor protege la única cadena montañosa en las tierras bajas de la selva amazónica. Esta cadena montañosa va desde Perú a Brasil y la parte brasileña ya ha sido protegida adecuadamente por un parque nacional desde principios de la década de los 90”, dijo Lelis Rivera de CEDIA –el Centro para el Desarrollo del Indígena Amazónico–.
Según Paul Salaman, Director Ejecutivo de Rainforest Trust, este paisaje único crea una selección de microclimas y hábitats distintivos.
“En la región vive una colección importante de grandes mamíferos neo tropicales que todavía se hallan en unas cifras saludables”, dijo Salaman en una entrevista con Mongabay. De las 38 especies de mamíferos de tamaño medio y grande que está confirmado que viven en Sierra del Divisor, 20 están clasificados como Amenazados por la UICN.
Los estudios sobre la entonces reserva, indicaban que Sierra del Divisor alberga niveles muy altos de biodiversidad. Uno de esos estudios, llamado Inventario Biológico Rápido (RBI, por sus siglas en inglés) y dirigido por el Field Museum de Chicago, fue llevado a cabo en 2005 para hacer balance de la vida que sostiene la selva.
El RBI descubrió muchas plantas y animales –algunos probablemente desconocidos para el mundo exterior–.
“Una de las características más destacadas de [Sierra del Divisor] es la alta concentración de especies raras y limitadas a la cordillera”, escribieron los investigadores en su informe. En menos de tres semanas, un estudio de tres partes clave de Sierra del Divisor desveló “varias docenas de especies de plantas, peces y anfibios potencialmente nuevos para la ciencia”.
Los investigadores dijeron que el área exhibía una “riqueza de especies extraordinaria”, incluso para el Amazonas. En lo que ellos llaman su “registro más destacado”, encontraron un ave endémica llamada el Batará de Acre (Thamnophilus divisorius), que previamente se pensaba que solo vivía en una solitaria cima del vecino Brasil. El RBI reveló que, en realidad, la mayoría de la población de esta especie vive en Perú.
Aparte de mamíferos como los jaguares (Panthera onca), los armadillos gigantes (Priodontes maximus), y los tapires de Suramérica (Tapirus terrestres), los científicos dicen que la creación del parque también protegerá –por primera vez– el hábitat de dos primates en peligro de extinción: el mono Uakari rojo (Cacajao calvus) y el mono Goeldi (Callimico goeldii). Según Salaman, también acoge a 365 especies de aves y a unas 300 especies de peces.
“Aunque la zona no ha sido todavía estudiada minuciosamente por científicos, ya se sabe que acoge algunos de los niveles más altos de biodiversidad de primates en el oeste del Amazonas”, dijo Salaman. “Quedan todavía muchas plantas y vida animal por descubrir”.
La región que comprende Sierra del Divisor también es el hogar de unas 20 comunidades indígenas y proporciona comida y agua para más de 230.000 personas, según la ONG peruana, Instituto del Bien Común (IBC). En lo más profundo de Sierra del Divisor viven varios grupos indígenas “no contactados” que suman entre 300 y 400 personas que viven aisladas del mundo exterior.
Más aun, el Parque Nacional Sierra del Divisor es un importante sumidero de carbono, posee el segundo mayor depósito de carbono sobre la superficie de Perú. La investigación de la Institución Carnegie para la Ciencia indica que los bosques de la región contienen 165 millones de toneladas cúbicas de carbono –que es, aproximadamente, equivalente a la cantidad de emisiones de dióxido de carbono que desprenden cada año más de 127 millones de coches, según la Agencia de Protección Medio Ambiental de los EE.UU.
La Sierra del Divisor en peligro
Aunque la Sierra del Divisor está situada en una región aislada de Perú, la actividad humana aún tiene efecto, con estudios que muestran incursiones dentro de la zona protegida. Según imágenes de satélite de la organización Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP, por sus siglas en inglés), una carretera maderera no autorizada invadía, a principios de verano, el borde de la Zona Reservada de 1,47 millones de hectáreas. La información de Global Forest Watch, una plataforma de monitoreo de bosques en línea, muestra que la Sierra del Divisor perdió más de 2500 hectáreas de cubierta forestal de 2001 a 2014.
“Es terrible ver cómo lo que en su día fue un bosque se ha convertido en una carretera muy ancha” de 20 a 40 metros en algunos lugares, dijo la Jefa de Sierra del Divisor, María Elena Díaz. Añadió que este último descubrimiento de la incursión de la carretera en la entonces zona reservada, convertía la designación de la Sierra del Divisor como parque nacional “extremadamente urgente”.
“Las amenazas de la tala ilegal han aumentado con la construcción de la carretera”, dijo. Díaz también está preocupada porque la tala puede llevar al cultivo ilegal de coca y a la invasión de las tierras de la comunidad indígena.
Candy Vilela, portavoz del CEDIA, dijo que miembros de la coalición, que incluye representantes de las comunidades nativas, han estado implorando al gobierno peruano que use la reciente Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas como una plataforma para anunciar el nuevo parque nacional al mundo. “Llevan esperando nueve años y creen que es demasiado tiempo”, contó a Mongabay en octubre.
En junio de este año, científicos del MAAP analizaron imágenes por satélite de alta resolución de la Sierra del Divisor y hallaron la huella del hombre dentro del parque, a lo que los representantes del CEDIA dijeron que probablemente fuese por cultivo de coca. El ecologista Matt Finer junto con la Asociación por la Conservación del Amazonas y Sidney Novoa de la Asociación por la Conservación de la Cuenca Amazónica, examinaron, como parte del análisis del MAAP, imágenes por satélite que datan de 2013. Descubrieron más ejemplos de deforestación y carreteras que han aparecido desde entonces —posiblemente como consecuencia del cultivo de coca, tala ilegal y minería de oro.
Mediante las imágenes y vista aérea, el equipo del MAAP descubrió evidentes signos de deforestación, incluyendo un enorme claro de 13 hectáreas en el área sureste del ahora parque nacional. “Lo vi con mis propios ojos”, decía Finer en una entrevista anterior con Mongabay. “Ni siquiera necesitamos ningún software de alta tecnología”.
Finer buscó consejo experto acerca de la pérdida de densidad forestal, y consultó a Rivera, quien ha estudiado tenencia de tierras, derechos de propiedad y usos de recursos en Sierra del Divisor.
“El diagnóstico mostró que la actividad ilegal principal en el área es la deforestación para cultivar coca”, decía Rivera. “La coca se cultiva normalmente lejos de los ríos y no hay asentamientos en esa área (según se observa en las imágenes) para poder justificar que la deforestación fuese por el aumento de productos para alimentar familias o comunidades”.
La coca se usa en Suramérica como estimulante de forma muy extendida desde hace miles de años, y técnicas más recientes la transforman en cocaína. Una investigación demostró que el cultivo de coca lleva a la deforestación en estas áreas remotas, lo cual supone una amenaza para plantas y animales raros y las comunidades indígenas que habiten cerca.
“No hay duda de que el cultivo de coca tiene un gran impacto negativo en los bosques primarios y áreas remotas como las zonas fronterizas”, dijo David Salisbury, geógrafo de la Universidad de Richmond, Virginia, y experto en las fronteras del Amazonas. “Estas zonas seguirían siendo boscosas de no ser por la demanda mundial de derivados de la coca”. La tala, el tráfico de drogas, la minería, la extracción petrolífera y la construcción ilegal de carreteras son algunas de las amenazas más inminentes de este hábitat, contaba Salisbury a Mongabay. “Este área sufre principalmente la amenaza de la tala selectiva y la extracción de madera de alto valor. Esto degrada más que destruye el bosque y, por lo tanto, la zona puede recuperarse si se declara Parque Nacional y se concede el apoyo necesario para su conservación”, comentaba.
Posteriores análisis realizados por el MAAP, descubrieron signos de deforestación en la Reserva Territorial Isconahua, un área indígena protegida dentro de Sierra del Divisor. En septiembre, el equipo del MAAP descubrió una carretera para la tala que invadía el límite noroeste de Sierra del Divisor, y restos de deforestación procedentes de ahí.
En respuesta a las averiguaciones del MAAP, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas de Perú (SERNANP) emitió una declaración este verano afirmando que estaban planeando aumentar el control y patrulla de las áreas afectadas en lo que era entonces la Zona Reservada Sierra del Divisor.
No obstante, los ecologistas y científicos les preocupaba que la gestión del área como Zona Reservada no fuese suficiente y que las amenazas a sus bosques y habitantes no pudieran evitarse de forma efectiva a menos que el gobierno aumentara de forma oficial su estatus de protección a parque nacional.
El largo camino hacia el estatus de parque nacional
La declaración de Sierra del Divisor como parque nacional por parte del gobierno este fin de semana es el logro ansiado por los conservacionistas tras casi una década para así ganar el mayor nivel de protección y reconocimiento de esta región.
En 1995, el Centro de Datos para la Conservación de la Universidad Nacional Agraria La Molina (CDC-UNALM) y el Fondo Peruano para la Conservación de la Naturaleza (ProNaturaleza) incluyeron Sierra del Divisor como una de las 28 Áreas de Conservación Prioritarias en Perú. En 1999, esta inclusión fue reconocida oficialmente con la región ya identificada de manera formal como un área de Conservación Prioritaria por la agencia que es ahora el SERNANP.
Del 2000 al 2005, las evaluaciones biológicas fueron realizadas por Conservando La Naturaleza (TNC, por sus siglas en inglés), ProNaturaleza, the Gordon y la Fundación Betty Moore, y el Museo Field. Según sus resultados, estas y otras organizaciones involucradas en la región solicitaron formalmente protección para el área como una Zona Reservada en 2005.
El 11 de abril de 2006, se declaró oficialmente la Zona Reservada Sierra del Divisor por decreto del Ministerio de Agricultura —con un estatus temporal de denominación. Se reunió un comité consultivo formado por representantes del gobierno y el sector privado para determinar su estatus definitivo. Este comité determinó que la región merecía el estatus de parque nacional y, en 2012, una campaña consiguió que así fuera. ProNaturaleza y la Fundación Moore, junto con el SERNANP, comenzaron a idear un plan hacia su objetivo. En 2014 y 2015, la campaña ganó fuerza con la ayuda de CEDIA, el Fondo Fiduciario del Bosque Tropical, la iniciativa Amazon Andes Fund (AAF) y otras organizaciones.
El estatus de la Sierra del Divisor como zona reservada fue una denominación temporal para una posible protección que podría ser modificada, degradada o eliminada, según Salaman.
Las comunidades indígenas locales han dialogado y dado su consentimiento legal para la creación del parque, decía Salaman. Estas comunidades están fuertemente vinculadas y ayudarán a desarrollar y mantener planes de gestión para el nuevo parque. Las personas de estas comunidades también sumarán sus esfuerzos para proteger y servir como guardas del parque siempre que les sea posible.
“Se les concederán derechos legales territoriales y un anillo de reservas indígenas bordeará la zona en su frontera oeste”, decía. “Esto significa que los leñadores y otros intrusos se verán obligados a atravesar las tierras indígenas antes de entrar al parque. Así, se creará un obstáculo muy considerable, y que no existe en estos momentos, para el desarrollo de proyectos”.
Las comunidades locales tuvieron un papel directo en la campaña para el estatus de parque nacional. Las comunidades Huambisa, Shipibo, Conibo, Matsés, Ashéninka e Isconahua trabajaron con grupos sin ánimo de lucro para fomentar la transición, según los representantes de la Fundación Moore, que ha estado apoyando los trabajos de conservación en la región. Incluso una delegación local visitó Lima para promover el parque.
“Lo que más nos impresionó es la tenacidad que las organizaciones indígenas demostraron al presionar al gobierno para que emitiera su decisión final”, decía Avecita Chicchón de Fundación Moore. “No es algo común ver tanto apoyo social para la creación de un parque nacional”.
La campaña para el Parque Nacional Sierra del Divisor lleva en pie casi una década. El biólogo peruano Enrique Ortiz dice que el exhaustivo proceso incluía el diálogo con comunidades locales y análisis de derechos territoriales, “pero quizás el factor más importante era crear confianza en diferentes sectores, incluido el gobierno nacional y regional, las poblaciones indígenas y las industrias de extracción” de que proteger esta área es bueno para el país.
“En algunos sectores del gobierno existe una preocupación sobre si la declaración tendrá consecuencias negativas para las inversiones extranjeras”, decía Ortiz. “Algunos aún sostienen la idea de que las áreas protegidas no son instrumentos o agentes para el desarrollo. Hay algunas partes del gobierno que no se han percatado de la contribución que hacen las áreas protegidas al presente y futuro de Perú. Eso no puede ser negativo”.
Durante los últimos tres años, la aprobación del presidente Ollanta Humala y su Consejo de Ministros fue el último paso para convertir la Sierra del Divisor el décimo tercer parque nacional de Perú. La administración en Lima había rechazado completar el último paso para poner el parque en la agenda y firmar el papeleo. Muchos involucrados pensaron que la declaración vendría tras el Consejo de Ministros en octubre, pero, una vez más, el anuncio no vio la luz.
Bruce Babbitt, Secretario del Interior de Bill Clinton y miembro de la Junta de Directores de la Asociación para la Conservación del Amazonas, realizó una declaración en octubre diciendo que existe bastante evidencia científica que apoya de manera clara y firme la eficacia de los parques nacionales de Perú.
“Los Parques Nacionales en Perú y en cualquier parte del Amazonas realizan una excelente labor previniendo la deforestación. Las tasas de deforestación incluso en las regiones de frontera más remotas y difíciles de controlar son muy bajas comparadas con las zonas fuera de estos parques”, podemos leer en la declaración. “La creación del Parque Nacional Sierra del Divisor concederá una fantástica protección a una extensa área de gran biodiversidad y bosques ricos en carbono vitales para la flora y fauna, así como las comunidades indígenas de la zona. Sierra del Divisor es el Yellowstone peruano, necesita urgentemente la protección de un parque nacional”.
Finalmente, el domingo 8 de noviembre, el presidente Humala viajó hasta Nuevo Saposoa y realizó la declaración oficial: el Parque Nacional Sierra del Divisor había nacido.
El parque nacional más nuevo del mundo
“Ha sido muy emocionante, lloramos… había mucha gente involucrada, realmente ha sido una victoria para nosotros”, dijo Vilela mientras describía la reacción del CEDIA ante el anuncio. Viajó a Nuevo Saposoa cerca de la Sierra del Divisor el pasado fin de semana, donde el presidente Humala hizo el anuncio a la comunidad.
“He sido testigo de las sonrisas de felicidad y los abrazos de reconocimiento”, continuaba Vilela. “En cuanto Humala llegó a Nuevo Saposoa, bajo la lluvia, el pueblo Shipibo lo recibió con canciones tradicionales y ¡lo acompañaron de forma muy efusiva! Estaban extremadamente felices, era la primera vez que [un presidente] visitaba su hogar, y creemos que es la primera vez que visitaba una comunidad Shipibo-Conibo.
Vilela describe cómo llevaron a Humala a un escenario hecho con pupitres de la escuela local, rodeado por miembros de la comunidad y agentes del SERNANP que aplaudían, saltaban y gritaban con la celebración.
“Firmó el Decreto Supremo, ¡allí en ese escenario en medio de la selva! También pudieron enseñarle sus problemas y sus peticiones”.
El estado de parque nacional irá acompañado de muchas protecciones adicionales que no se dan a las zonas reservadas, según Salaman.
“Proteger la Sierra del Divisor como parque nacional dotaría a la zona de protección permanente”, afirmó en octubre, y añadió que “establecería un marco legal para que el gobierno peruano, a través de su servicio de parque nacional, empezara a proporcionar asistencia económica y técnica”.
Al declarar la Sierra del Divisor parque nacional, la presencia del gobierno aumentará. Habrá más guardas en la zona, además de un comité de gestión formal. Esto debería, según los conservacionistas, controlar la tala ilegal de forma más efectiva.
Sin embargo, una zona de Sierra del Divisor no estará incluida en el parque nacional.
“Hacia el límite norte del parque, hay un bloque de petróleo que es uno de los motivos por el que se ha tardado tanto en declarar esta zona un parque”, dijo Chicchón. “El bloque de petróleo se eliminó de los límites del parque y cualquier extracción petrolífera en el futuro en la zona de amortiguación del parque tendrá que adherirse a estándares socioambientales más altos.
Los defensores del parque también dicen que este cambio de estado es un paso importante hacia la lucha de Perú contra el cambio climático.
“Numerosos estudios apoyan la idea de que las zonas protegidas, al igual que los territorios indígenas, son las barreras más efectivas ante la deforestación del Amazonas; también para detener el avance de la minería y la tala ilegal y la expansión de la coca para el narcotráfico”, afirmó Ortiz en una declaración. “Pero lo más importante, y quizás no tan obvio, es el papel de los bosques del Amazonas y las zonas protegidas como reguladores del clima”. La llegada del Niño nos recordará que debemos proteger nuestros bosques, dijo. “Para hacer esto, un paso pendiente era la creación del Parque Nacional Sierra del Divisor, [que estaba] inexplicablemente atascada en el Consejo de Ministros”.
La designación mejorará la reputación internacional de Perú como líder en aspectos relacionados con el cambio climático, opina Ortiz. Vilela, del CEDIA, afirmó que proteger este recurso también plantea una buena oportunidad para que Perú muestre su compromiso con el pacto que hizo con Noruega y Alemania en 2014 para reducir la deforestación en más de 70 millones de hectáreas de sus zonas boscosas a cambio de 300 millones de dólares hasta 2021.
“Creo que la declaración [del estado de parque nacional] sería la forma más efectiva de garantizar la participación de Perú en la lucha contra el cambio climático”, dijo Vilela. “Ahora es el momento de hacerlo”.
Con la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) en menos de un mes, Rivera cree que el momento es el más adecuado.
“Como país, el compromiso de este gobierno con su declaración es una señal fuerte y concreta que posicionará a Perú en un lugar importante durante la cumbre de París”, afirmó en una declaración.
El acuerdo también requiere que Perú mantenga millones de hectáreas para las comunidades indígenas.
La Sierra del Divisor es el hogar de al menos una tribu no contactada, los Isconahua, que quieren permanecer aislados del mundo exterior. La declaración de la región como parque nacional y la aplicación de un plan de gestión legal, según Ortiz, asegurarán la supervivencia de las comunidades indígenas. También dijo que va a “atraer la atención internacional y financiación para desarrollar un plan de gestión y su aplicación por parte del SERNANP”.
Los conservacionistas dicen que el cambio a parque nacional ayudará a los Saweto, una comunidad indígena cerca de la Sierra del Divisor que ha tenido que enfrentarse a la tala ilegal y la violencia que se deriva de esta durante mucho tiempo. En octubre, los Saweto recibieron por fin el título de propiedad formal de 80 000 hectáreas de su tierra ancestral tras luchar durante diez años para conseguirlo. Sin embargo, las actividades ilegales siguen amenazando a la comunidad y su bosque.
“Creemos firmemente que con el estado de parque nacional, la presencia del gobierno aumentará y disipará la tala ilegal”, explicó Chicchón para Mongabay. “Seguiremos apoyando a otras comunidades para que consigan los títulos de propiedad de las tierras en la región sur de Parque. Conseguir los títulos y crear parques son estrategias a corto plazo para regular el uso de la tierra y detener la extracción ilegal de recursos. A largo plazo, las comunidades deben tener la capacidad para gestionar sus tierras y protegerlas de las actividades ilegales”.
Además, formalizar la protección de la región con un parque nacional también hará que se cree una zona protegida binacional enorme, a menudo llamada “parque de la paz”, contigua al Parque Nacional con el mismo nombre en Brasil, Serra Do Divisor. Salisbury cree que el parque de la paz ayudará a preservar el hogar y el patrimonio de las comunidades nativas. “Sabemos muy poco sobre esta gente que vive en estas cadenas montañosas rotas y más allá de la frontera con Brasil”, afirmó.
Sin embargo, aunque la declaración de parque nacional de Sierra del Divisor es un gran paso, no será el último. La gestión y la disuasión de las amenazas relacionadas con la minería ilegal, el cultivo de coca y la tala son los siguientes grandes desafíos, según AAF. Vilela, por parte del CEDIA, afirma que las comunidades tendrán que asegurar los derechos sobre su tierra con títulos de propiedad.
Las organizaciones conservacionistas se preparan para ayudar al gobierno con el proceso de pasar la región de Zona Reservada a Parque Nacional. Por ejemplo, AAF dice que se han comprometido a ayudar al parque con un millón de dólares. El CEDIA también está planificando proyectos sobre el terreno en la región.
“En los próximos meses, seguiremos con el proceso de legalización de la propiedad de la zona que rodea la Sierra del Divisor con el apoyo de acuerdos institucionales firmados por los gobiernos regionales de Loreto y Ucayali”, explicó Rivera para Mongabay. “También apoyaremos a las comunidades con la elaboración de Planes de Vida (documentos sobre la organización y planificación de sus comunidades acerca de diferentes aspectos de su vida y la interacción con otras partes implicadas), la identificación de recursos naturales con potencial para la gestión y la aplicación de [esos] planes de gestión”.
El CEDIA, en colaboración con Rainforest Trust y AAF, también trabaja para establecer la Reserva Nacional Arenas Blancas cerca de la Sierra del Divisor además de una zona de amortiguación alrededor de la reserva y el parque.
“Esperamos que [la declaración del Parque Nacional Sierra del Divisor] lleve a la consecución de más recursos para ocuparse de las amenazas a las que se enfrenta el nuevo parque”, explicó Matt Finer del MAAP, que documentó varias amenazas para el parque que se derivan de la tala ilegal y el cultivo de coca. “Esperamos que el SERNANP pueda proteger sus fronteras mejor e incluso establecer una zona de amortiguación efectiva.
La Fundación Moore trabaja con el SERNANP para facilitar una gestión efectiva del sistema de parques de Perú, y la Sierra del Divisor es una de las zonas clave de este proyecto, según contó Chicchón para Mongabay. A corto plazo, su atención se centrará en conseguir que el parque esté activo y funcione, y en mitigar las amenazas en la región hasta que se establezca una gestión adecuada.
Por ahora, los que están involucrados en el proceso parecen satisfechos con su victoria. La Sierra del Divisor ofrecerá, además de una puerta con el Parque Serra do Divisor en Brasil y con las comunidades indígenas y reservas naturales, un gran impulso en la protección de un corredor de conservación enrome que contiene más de 20 millones de hectáreas.
“El nuevo Parque Nacional Sierra del Divisor en Perú es un gran baluarte de importancia mundial para la naturaleza y los pueblos indígenas”, afirmó Forsyth en una declaración.
“Gracias al presidente de Perú, al Ministro de Medioambiente y al SERNANP por conceder un regalo crítico a Perú y al mundo”.