- El área total de las 4 áreas de conservación supera las 1000 hectáreas.
- Las nuevas reservas protegerán ecosistemas muy especiales como el bosque húmedo, el valle interandino y el bosque amazónico.
- Con las cuatro nuevas reservas, las ACP en Perú alcanzan la cifra de 106, según un especialista de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental.
- En el caso de la ACP ‘Ebio Kiabamene’, la comunidad nativa es propietaria del territorio y será la gestora de la ACP. Es el primer caso en el Perú.
Perú vuelve a sorprender con la creación de cuatro nuevas áreas de conservación privadas. Se trata de las nuevas ACP ‘Machusaniaca II’ y ‘Santuario de la Verónica’, ambas localizadas en la región de Cusco; ‘Fundo Rosita’ ubicada en la región amazónica de Loreto y ‘Ebio Kiabamene’ en la región de Madre de Dios. La creación de todas las reservas privadas se ha dado en julio, durante el último mes de Gobierno del expresidente Ollanta Humala Tasso, y la suma del territorio de todas las reservas equivale a 6 mil veces el área de la ciudad de Bogotá.
“El hecho de que cada mes se establezcan nuevas áreas de conservación privada ya sean de propietarios individuales, comunidades nativas o campesinas demuestra el interés de los ciudadanos peruanos por la preservación de recursos. Además muchas de las ACP están alrededor o en zonas de amortiguamiento de áreas naturales protegidas de carácter nacional, esto hace que se de una mayor protección de estas por todos aquellos involucrados en conservación”, explica a Mongabay Latam Silvana Baldovino, directora en conservación de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
Hasta el momento, según el registro del Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado y la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, existen 106 ACP en todo el territorio peruano. Es importante saber, como explica Daniela Pogliani de la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA), que el beneficio que traen estas áreas privadas no solo está en el rol fundamental que cumplen para la conservación de las reservas más grandes, sino también que son una herramienta muy útil para mitigar los efectos del cambio climático. “Funcionan como amortiguadores naturales que reducen el efecto del cambio climático con la reducción de gases de efecto invernadero, la conservación de bosques y proponen servicios ecosistémicos que benefician social o económicamente a comunidades cercanas”, señala Daniela Pogliani de ACCA.
Cada una de estas nuevas áreas de conservación privadas poseen particularidades y ecosistemas muy especiales. Estos son los espacios naturales que desde ahora estarán protegidos:
1. ‘Ebio Kiabamene’ en Madre de Dios
Aprobada bajo Resolución Ministerial N° 208-2016-MINAM, esta nueva ACP ha sido reconocida por un período de 10 años y será administrada por la comunidad nativa de Infierno en Madre de Dios, en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata. El pueblo indígena Ese’eja tiene a su cargo esta tarea y es a través del ecoturismo que planea conservar y darle valor a la reserva privada. “Es una comunidad que ejerce la conservación como medio de vida y como protección del territorio”, manifiesta Baldovino de la SPDA. Si bien son 1924.67 hectáreas las que abarca la nueva ACP, más de 9000 ha tituladas son hoy propiedad de la comunidad de Infierno. Esta población ha pasado por muchos conflictos antes de lograr demarcación de su territorio y el posterior reconocimiento de su ACP.
“La comunidad nativa de Infierno fue reconocida como tal y contaba con un titulo de priopiedad de las tierras de su territorio desde antes de la creación de la Reserva Nacional de Tambopata. Sin embargo, por múltiples factores el titulo de propiedad otorgado a su favor nunca llegó a ser inscrito en los registros públicos y los documentos originales que avalaban este derecho desaparecieron. Es importante mencionar que esta comunidad fue titulada de acuerdo al procedimiento que establecía la Ley de Comunidades Nativas de la década de 1970, que establecía que todo el territorio ocupado por una comunidad nativa se otorgaba en propiedad a favor de esta, no existiendo la división entre otorgar ‘cesión de uso’ a la parte del territorio con capacidad forestal y de protección y otorgar en propiedad la parte del territorio con suelo con capacidad, división establecida recién por la Ley de Comunidades Nativas del año 1978 y la Constitución Política del Peru de 1979, es por esto que al reconocerce el derecho de la comunidad nativa de infierno sobre las tierras de su territorio con la ley anterior esta tiene casi toda el área comunal en propiedad”, sostiene Baldovino.
Es así que la comunidad nativa tuvo que vivir enfrentándose al Estado peruano porque la Reserva Nacional de Tambopata se creó años después y en superposición al territorio indígena, que entonces no disponía del título de propiedad. A esto se suman la minería y talas ilegales que amenazan los recursos naturales del lugar.
“El problema continuó hasta hace algunos años cuando el Gobierno Regional de Madre de Dios valida el titulo de propiedad otorgado a la Comunidad Nativa de Infierno de acuerdo a la Ley de 1974, lográndose mediante el trabajo conjunto entre el Gobierno regional, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (Sernanp), la Jefatura de la Reserva Nacional Tambopata, la oficina de Registros Públicos de Madre de Dios y la comunidad nativa, la inscripción definitiva del titulo de propiedad, lo cual permitió entonces iniciar el tramite para el reconocimiento de parte del territorio comunal como un ACP”, dice la especialista de la SPDA.
Por pertenecer a la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata, la ACP alberga a más de 632 especies de aves, 1200 de mariposas, 103 de anfibios, 180 de peces, 169 de mamíferos y 103 de reptiles, entre los que destacan el mono coto, el perezoso de dos y tres dedos, el paujil; peces como el zúngaro o el boquichico, entre otros.
2. ‘Fundo Rosita’ en Loreto
Creada bajo Decreto Supremo 008-2009-Minam, la ACP ‘Fundo Rosita’ tiene una licencia de 10 años de funcionamiento en el sector Peña Negra, del distrito de San Juan Bautista, provincia de Maynas, región de Loreto. Esta nueva ACP tiene una extensión de 244.92 hectáreas. Su objetivo principal es proteger los bosques primarios y secundarios que alberga, ya que según Baldovino de la SPDA, en esta zona también existen los taladores y mineros ilegales que intervienen de forma ilícita en reservas privadas como esta.
La nueva reserva es administrada por personas interesadas en la conservación y alberga mamíferos clasificados en condición vulnerable como: el mono coto, el machín negro, el machín blanco, el mono fraile y el sajino, entre otros. Los bosques también sirven para la contrucción de las viviendas de los pobladores y para proveer de plantas medicinales a las comunidades locales. Con la creación de esta nueva ACP se logra conservar el ecosistema afectado por la carretera Iquitos-Nauta.
3. ‘Santuario de la Verónica’ en Cusco
Gracias a la la Resolución Ministerial No 177-2016-MINAM esta nueva ACP fue creada y ahora será administrada por los próximos 20 años por la familia Bellota Paredes. El territorio se localiza en el distrito de Ollantaytambo en la región de Cusco y ocupa 20.79 hectáreas. El objetivo principal de la nueva reserva es proteger el valle interandino local.
‘Santuario de la Verónica’ alberga 130 especies de plantas y otras especies maderables como la Unca, el Aliso y el Chachacomo, oriundos del lugar. Además está el Lloque, que es protegido por el Estado porque ha sido clasificado en peligro crítico. Existe la presencia también de grandes mamíferos como el oso andino y el puma; así como especies endémicas de aves como el colibrí blanquiverde (Amazilia viridicauda), el curutié de pecho crema (Cranioleuca albicapilla), el canastero de pecho rojizo (Asthenes ottonis) y el cepillo pinzón (Atlapetes canigenis).
“Valió la pena haber perseverado, luchado, esperado. Es mi alegría, de mis padres, de mi familia. Este no es un beneficio propio, este es un espacio que pertenece a la humanidad y a las próximas generaciones”, dice Miguel Bellota Paredes, quien junto a sus padres inició la aventura de fundar la ACP en 2010. Resalta que la nueva ACP es cercana al Santuario Histórico de Machu Picchu, lo que permite establecer un corredor ecológico para las grandes especies.
4. ‘Machusaniaca II’ en Cusco
La Resolución Ministerial N° 185-2016-MINAM confirma la creación de la nueva ACP localizada en el distrito de Camanti, provincia de Quispiscanchi, en la región de Cusco. Se extiende en un espacio de 12 hectáreas con 9836 metros cuadrados y tiene como objetivo conservar por 20 años la flora y fauna del bosque de ribera del corredor Vilcabamba-Amboro. Esta es una zona reconocida a nivel mundial por sus variedad ecológica. El área pertenece a la ecorregión de las Yungas y el sistema ecológico de bosque húmedo.
Además de tener una gran variedad de flora, esta nueva ACP destaca sobre todo por la fauna que alberga. Se trata de especies representativas como el colibrí, la huangana, el sajino y el jaguar. Incluso el área está categorizada como zona 92 del código IBA, según el Sernanp, lo que significa que posee una categoría especializada para la conservación de aves. El área es visitada por turistas de todo el mundo por su enorme belleza, de acuerdo al Sernanp, y sirve de corredor ecológico para el Parque Nacional Bahuaja-Sonene y la Reserva Comunal Amarakaeri.
“En la zona de la selva sur, donde se localiza esta ACP, encontramos amenazas como la expansión de frontera agrícola para ganado, la quema de bosques para cultivo, la minería y la tala ilegales, aunque el alcance no llega al nivel de la región de Madre de Dios. Para combatirlos se necesita fortalecer el sistema de conservación privada y pública, y concientizar a la población para que valore los recursos de la biodiversidad”, enfatiza Pogliani de ACCA.