- Captura incidental, depredación del hábitat y comercialización ilegal son las principales causas de la reducción de las poblaciones de tortugas.
- Las especies más amenazadas son la tortuga laúd y la carey cuya población se ha reducido en más del 80 %.
Las tortugas son especies milenarias que, de acuerdo a las investigaciones científicas, habitan desde hace más de cien millones de años en el planeta. En el mundo son siete las especies que habitan en los mares, y de ellas, cinco las encontramos en las costas de Perú, indica el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
Algunas anidan en las playas, como la tortuga dorso de cuero o laúd (Dermochelys coriácea) y otras llegan para alimentarse del abundante mar peruano, como la tortuga cabezona (Caretta caretta), que viaja desde el lejano mar de Australia.
Las otras especies que surcan las costas peruanas son la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga pico de loro (Lepidochelys olivácea) y la tortuga carey (Eretmochelys imbricata).
Pese a que desde el año 1995, el Perú cuenta con una norma que las protege y prohíbe su captura y comercialización, la supervivencia en el mar peruano de estas cinco especies está en riesgo. Todas están catalogadas con algún grado de vulnerabilidad por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
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Las amenazas que deben enfrentar las tortugas marinas
“La captura incidental es la principal amenaza, relacionada con la pesca, que afecta la supervivencia de estas especies”, señala Shaleyla Kelez, presidenta de la organización Ecoceánica. La experta en tortugas marinas explica que, aunque la captura no es intencional, muchas veces los pescadores las retienen para su consumo mientras están en alta mar.
En otros casos —agrega— sufren daños irreversibles al quedar atrapadas por la cabeza o las aletas, y aunque las liberan, las tortugas terminas muriendo en el mar como consecuencia de un inadecuado manejo poscaptura.
Al respecto, menciona Kelez, se están probando diferentes métodos para enfrentar este problema. De acuerdo con el portal Tortugas marinas en el Perú, creado por diferentes instituciones públicas y privadas para proteger a esta especie, actualmente se están probando modificaciones de los aparejos de pesca para reducir la captura de estas especies.
Pero no son las únicas causas de la desaparición de tortugas. También se presentan colisiones de estas especies con embarcaciones y motos acuáticas en el mar, o atropellos en las playas.
“No estamos cuidando las playas como deberíamos. Demasiado desarrollo urbano, movimiento en las dunas y exceso de iluminación en las playas está afectando a las tortugas marinas, principalmente a las que anidan en las costas peruanas”, manifiesta Kelez.
Una playa iluminada se convierte en un lugar difícil para la anidación —comenta Kelez— porque cuando las crías salen de los huevos se orientan por la claridad del horizonte marino para encontrar su camino al océano. “Si tienes luz, las tortugas no llegan al mar, se pierden en la playa y mueren en manos de sus depredadores o deshidratadas por el sol”.
Su captura comercial y consumo, aunque es ilegal, aún no ha sido completamente erradicado en Perú. Según estudios del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) realizados en el distrito de San Andrés, entre los años 2009 y 2015, se encontraron 953 caparazones de tortugas marinas en botaderos y descampados. La mayoría, producto de la captura dirigida para el consumo humano. Existe, además, una cadena de comercialización y venta a distintos puntos en Ica y Lima”, refiere el portal Tortugas marinas en el Perú.
Evelyn Luna Victoria, gerente del Programa Marino de World Wildlife Fund (WWF) Perú, menciona que la captura ilegal se da por la carne, pero también por algunos derivados como el aceite. “Hay creencias de que tiene propiedades curativas y mejoran la salud. También hay familias que consumen tortuga y restaurantes que las ofrecen de manera clandestina”.
En marzo de 1995 una resolución del Ministerio de Pesquería de entonces (actualmente Ministerios de la Producción) prohibió la captura de todas las especies de tortugas marinas en aguas peruanas. La norma precisa que quienes capturen de modo intencional, procesen, comercialicen o transporten especímenes de tortugas marinas serán sancionadas.
Sin embargo, señala Luna Victoria, aún se realiza esta práctica. Cuenta que algunos pescadores, principalmente en San Andrés, aún las capturan, desembarcan durante la madrugada cuando no hay control de parte de las autoridades y las venden a quienes llegan en busca de estas especies que las consideran un alimento exótico.
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Así están las especies del mar peruano
La tortuga dorso de cuero o laúd, la especie más grande de tortuga marina, está catalogada como en Peligro crítico en la zona del Pacífico oriental, según la UICN. De acuerdo a la evaluación de este organismo internacional la población en esta parte del planeta está amenazada desde hace varias décadas. Las razones son la pesca incidental, la captura dirigida y el saqueo de los huevos en playas de anidación que han reducido su población hasta en un 94.7 % durante las últimas tres generaciones.
Joanna Alfaro, presidenta de la organización ProDelphinus, explica que esta especie está críticamente amenazada desde fines de la década de 1980 e inicios de la década de 1990. Refiere que el problema es mayor en las costas del Pacífico, mientras que en el mar Atlántico se encuentran en mejor situación. “Antes llegaban a las playas del Pacífico cientos de animales para anidar, ahora aparecen 10 o 20”
Otra especie en situación crítica es la tortuga carey (Eretmochelys imbricata). Este animal también está catalogado en Peligro crítico por la UICN. Es una especie que vive en los arrecifes y que se observa con mayor frecuencia en el mar de Tumbes y Piura, en el norte de Perú. Sin embargo, es la más amenazadas a nivel mundial debido al comercio ilegal de su caparazón que se utiliza en la elaboración de joyas y artesanía.
De acuerdo con la UICN, la explotación comercial de sus huevos, carne y caparazón han sido las principales causas de su disminución, hasta en un 80 % de su población. Adicionalmente, enfrentan una amenaza mayor debido a la pérdida de arrecifes de coral, que están desapareciendo principalmente por el calentamiento global.
La tercera especie catalogada en Peligro crítico es la tortuga cabezona (Caretta caretta). Es una especie que migra desde Australia hasta las costas de Perú y Chile. La presidenta de ProDelphinus señala que la cabezona vive en Perú durante varios años, en su etapa juvenil y adulta y regresa a los mares de Oceanía para reproducirse.
La superposición de lugares donde se alimenta con zonas de pesca, sumada a la captura incidental y a su liberación poco efectiva en estos casos mantienen altos niveles de mortalidad de la especie, según indica la evaluación de la UICN.
En una escala menor que las tres anteriores está la tortuga verde (Chelonia mydas) catalogada como En peligro. Habita en todo el litoral peruano, donde encuentra gran cantidad de alimento. Sin embargo, esta ha sido la especie que más se captura para el consumo de carne.
“Es la especie más común y fácil de observar porque sus hábitos son más costeros. En la playa El Ñuro, en Piura, existe el turismo de observación de esta especie”, menciona Kelez, de Ecoceánica. La bióloga manifiesta también que la tortuga verde fue la que más se capturaba en la bahía de Paracas, una zona turística en la provincia peruana de Pisco, donde antes de la prohibición era muy común encontrar carne de tortuga en los restaurantes. No obstante, señala, que actualmente su población está en aumento.
La especie en mejor situación en las costas peruanas es la tortuga pico de loro o golfina (Lepidochelys olivacea), actualmente catalogada como Vulnerable, según la UICN. “En los últimos años ha aumentado la población de la golfina”, comenta Kelez.
Sin embargo, la pérdida de las playas para su anidación en el norte del litoral peruano, donde se ha visto que acude para colocar sus huevos, está aumentando su riesgo de supervivencia.
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Un plan al rescate de las tortugas marinas
Actualmente, está en proceso el Plan Nacional de Conservación de las Tortugas Marinas en el Perú, una propuesta que busca reducir los principales impactos negativos de las actividades humanas que afectan a estas especies.
En el 2014, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) inició el proceso de elaboración de este plan, trabajo que cuenta con la participación de los ministerios del Ambiente y de la Producción; el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado, la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas (CIT) y WWF Perú, así como gobiernos locales y regionales, comunidades costeras, asociaciones de pescadores, operadores turísticos, universidades, centros de investigación y organizaciones civiles.
“En abril de este año se terminó el proceso de recolección de aportes en las regiones, labor que ha estado a cargo del Serfor. Ahora corresponde solicitar la opinión técnica de los ministerios de la Producción y Comercio Exterior y Turismo”, explica Luna Victoria, de WWF Perú.
El plan propone enfrentar los riesgos que amenazan a las tortugas a través de cuatro líneas de acción en un plazo de 10 años, hasta el 2028.
“Son especies que cumplen un rol clave en los ecosistemas marinos” comenta la experta de WWF Perú. Sin embargo, lamenta la falta de ordenamiento de las actividades turísticas, principalmente en el norte del país, donde se realizan recorridos para observación de tortugas y otras especies marinas.
Luna Victoria señala que “existe una iniciativa para establecer un reglamento sobre la observación de fauna marina, pero hasta ahora no se ha concretado. En Perú, cada año llegan más turistas para participar en avistamiento de tortugas y ballenas, y los operadores turísticos también están aumentando, pero aún no se regulan estas actividades”.