- Los vacíos en la ley para controlar la importación de madera de origen ilegal, señalan los expertos, abren la puerta a irregularidades con las compañías importadoras.
- La actual norma no incorpora el delito a la comercialización e importación de mercancía extraída de lugares prohibidos.
Las cifras de la ilegalidad de la madera en México señalan que el volumen comercializado alcanza en un año los 15 millones de metros cúbicos. Estas son las cifras del análisis “Perspectivas de la Industria Forestal”, presentado el 2017 por el Sistema de Información Regional de México para la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Sin embargo, en México, a diferencia de Estados Unidos, la importación o comercialización de madera de origen ilegal no está prohibido ni está tipificado como un delito en la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.
Durante los últimos 15 años, la legislación forestal de México solo ha impuesto sanciones administrativas por ausencia o falsificación de documentación sobre la procedencia de la madera. En este tiempo la ley en cuestión se enfocó principalmente en el control de plagas.
El 5 de junio de este año, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, publicó la nueva ley forestal. También en esta nueva norma se han contemplado solo sanciones administrativas y no penales para la comercialización de madera extraída de lugares prohibidos.
La nueva ley establece sanciones para quienes transporten materias primas que simulen, alteren o carezcan de documentación que acredite su procedencia legal. Sin embargo, no especifica los casos de importación. La abogada Raquel Gutiérrez Nájera, galardonada con el premio al Mérito Ecológico por parte del gobierno federal en 2011, señala que la redacción de la nueva ley es tan general que podría complicar la demostración del delito.