- A pesar de contar con el antecedente de comunidades que se han quedado sin agua, producto de la sobreexplotación del recurso hídrico para el abastecimiento de la agroindustria, las plantaciones de paltos continúan expandiéndose en otras regiones del país.
- Luego de que la cuenca del río Choapa se declarara agotada por la falta de caudal, la superficie de cultivos de paltos en esa provincia se duplicó.
- Chile no cuenta con un ordenamiento territorial que permita determinar cuánto es posible plantar y las cuencas no dan abasto para abastecer la alta demanda de agua de una agroindustria en expansión.
*Esta es una colaboración periodística entre Mongabay Latam y El Desconcierto
No hay agua. Esas tres palabras son una sentencia, categórica y crítica, que resume bien la situación en Petorca. Una comuna ubicada a 220 kilómetros al norte de Santiago, capital de Chile, en la región de Valparaíso, donde el intendente solicitó hace unos días que fuera declarada la emergencia agrícola por falta de agua.
La responsabilidad por la precaria situación hídrica, que tiene a los más de 9000 habitantes de la comuna recibiendo agua mediante camiones cisterna, apunta al sector agrícola, puntualmente a las empresas productoras de paltos (aguacates). Un negocio que se expandió incluso cuando la escasez de agua era evidente y se sabía que esos cultivos le arrancaban hasta la última gota que quedaba al suelo.
Video: Mongabay Latam.
Pero los habitantes de Petorca fueron las primeras víctimas de un problema que sigue vigente y que se ha expandido como un virus a dos comunas más: Salamanca en la región de Coquimbo, zona centro norte del país; y Las Cabras en la región de O’Higgins, en el centro sur de Chile. Dos localidades cuyos habitantes han sido testigos de la expansión de los cultivos de palta, incluso después de que las cuencas de los ríos fueran declaradas agotadas o “restringidas” por la disminución de sus caudales.