- Las poblaciones de albatros de Galápagos han disminuido y científicos consideran que una de las causas es la pesca incidental de la que son objeto en la costa peruana.
- Científicos lograron demostrar que iluminando las redes de pesca, las capturas de aves disminuyen considerablemente.
El albatros de Galápagos (Phoebastria irrorata), una de las aves endémicas de este importante parque nacional, esta acostumbrado a volar más de 1000 kilómetros desde la isla Española, su principal y casi único lugar de anidación en el archipiélago de Galápagos, hasta la costa peruana donde se alimenta. Allí, las flotas pesqueras capturan incidentalmente a estas aves clasificadas en Peligro Crítico de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
ProDelphinus, organización peruana para la conservación marina, trabaja desde el 2006 monitoreando la pesca incidental a lo largo de la costa del Perú para cuantificar las dimensiones de este problema. Estos estudios le han permitido a su vez establecer que ingresando ciertos cambios en las artes de pesca es posible disminuir la interacción con las aves.
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La disminución de la población
El albatros de Galápagos, de cabeza blanca y toques de color amarillo en la coronilla y en la nuca, dorso marrón, pico amarillo opaco, patas azuladas y alas que alcanzan hasta los tres metros de envergadura cuando están desplegadas, es uno de los mejores planeadores del mundo y puede volar a una velocidad de hasta 90 kilómetros por hora.
Tiene una pequeña área de reproducción confinada esencialmente al sur de la isla Española, en Galápagos, donde la vegetación es escasa y la lava predomina en el paisaje. Lo reducido del espacio de reproducción, hace que esta ave sea una especie vulnerable y que por ello su estado de conservación sea extremadamente sensible.
Pero además, la evidencia sugiere que su población ha experimentado una disminución sustancial. En 2001, se calculó la existencia de al menos 34 694 adultos y, aunque desde entonces no se ha vuelto a censar a esta población, encuestas realizadas en 2007, en dos de las colonias de cría más importantes, revelaron una disminución en el número de aves reproductoras, así como de la población en general.
Los albatros son aves longevas, con un promedio de vida que sobrepasa los 40 años, y tienen una lenta reproducción puesto que alcanzan la madurez sexual a los 10 años. Así, aunque tienen niveles bajos de mortalidad natural, debido a su larga vida, son especialmente vulnerables a las amenazas externas, por ejemplo, la pesca incidental.
Ese es justamente el problema al que estas aves se ven enfrentadas en Perú, donde llegan, en períodos no reproductivos, para alimentarse de calamares, peces, crustáceos y también de la carroña que dejan atrás otras especies.
Joanna Alfaro, directora de ProDelphinus, explica que “el albatros va y come de los pescados que están en la red. Por alguna maniobra se puede enredar, porque la red es como un hilo. Basta que se enganche un pedacito (del cuerpo) para que empiecen los problemas, porque en el intento por liberarse es cuando suelen enredarse más y quedar atrapados”
Alfaro grega que también han observado que hay mucha competencia por tratar de comer la carnada que está en los anzuelos y “en la pelea entre ellos por quién se come primero la carnada, a veces se terminan enredando”, dice.
Es así como “se está capturando a un número considerable de adultos de manera incidental y esta captura se refleja en la menor supervivencia anual de adultos observada en comparación con la década de 1960”, señalaba ya un artículo científico publicado en diciembre de 2006 por ProDelphinus, la Fundación Charles Darwin en Ecuador y el departamento de biología de la Universidad Wake Forest en Estados Unidos.
Ese año, 43 albatros que habían sido anillados en la isla Española fueron encontrados muertos, principalmente, en la zona de Salaverry, al norte del Perú. Del total, 34 individuos murieron por captura incidental, de los cuales 15 fueron capturados por palangres, 13 por anzuelo de línea y 6 por redes de enmalle, detalla el documento.
En mayo y julio de 2004, otra publicación científica, de la cual Alfaro es coautora, marcó 2539 albatros para su monitoreo y posterior identificación. Al año siguiente, los pescadores informaron haber capturado a 24 de estas aves en redes de enmalle artesanales y palangres, y reconocieron también haber capturado algunas intencionalmente para su consumo, precisa el artículo. Los autores de la publicación aseguran, sin embargo, que esa cantidad constituye una estimación mínima de lo que realmente murió durante las faenas de pesca. Ello tomando en cuenta que algunas de las “capturas pueden no haber sido reportadas” y porque “solo fueron recolectados datos en ocho puertos”. Asimismo porque no fueron consideradas las capturas de la pesquería de atún, que “se sabe tiene una superposición frecuente con los albatros”, dice el documento.
A partir de las observaciones llevadas a cabo por los científicos que han dado seguimiento a estas aves, se concluye que la pesca afecta principalmente a los adultos reproductores y a los machos. El problema es que los huevos de albatros son empollados tanto por el padre como por la madre y estas muertes “han tenido impactos en la fecundidad de la especie”, aseguran las publicaciones.
Alfaro señala que la puesta en marcha de acciones que disminuyen la pesca incidental, ha demostrado tener resultados positivos que permiten asegurar la conservación de la especie.
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Las soluciones
Estas aves se encuentran protegidas mundialmente por el Acuerdo sobre la Conservación de Albatros y Petreles (ACAP), del cual Perú es parte junto con otros 12 países. El acuerdo, que entró en vigor en 2004, busca conservar a estos animales a través de la coordinación de actividades internacionales que tengan como objetivo disminuir las amenazas que existen sobre sus poblaciones.
Dentro de los compromisos asumidos por todos los países miembros está el “seleccionar las tecnologías y técnicas de pesca adecuadas entre aquellas que, según comprueban las investigaciones experimentales, reducen significativamente la tasa de mortalidad incidental de aves marinas a los niveles más bajos posibles”.
Aun así, y a pesar de que ya se ha demostrado ampliamente la incidencia de la pesca incidental, “se han identificado pocas soluciones de mitigación y mucho menos se han implementado a gran escala”, dice un artículo científico publicado en 2018 en la revista académica, Royal Society Open Science.
El documento, elaborado por ProDelphinus, La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), la Universidad de Exeter en Inglaterra y la Universidad Científica del Sur en Perú, asegura que una solución para mitigar la pesca incidental “es utilizar señales sensoriales para evocar cambios de comportamiento en los animales”. Además agrega que una evaluación reciente destacó la importancia de “las señales visuales para las aves marinas y su uso potencial para reducir la captura incidental”.
Basados en esos fundamentos, ProDelphinus instaló emisores de luz verde (LED) en redes de pesquerías demersales, es decir, en aquellas que están destinadas a capturar peces que habitan en aguas profundas.
Los resultados demostraron una gran diferencia entre los enmalles que fueron iluminados y los que no fueron intervenidos: mientras que en el primero solo 6 fueron capturados, en el segundo caso 39 aves de la especie cormorán guanay (Phalacrocorax bougainvillii) quedaron atrapadas en las redes convencionales.
“La disminución en las interacciones de las aves marinas fue el resultado de una mayor visibilidad de las redes”, concluye el experimento y asegura que la alerta visual reduce la captura incidental sin afectar la pesca de las especies que sí son objetivo.
Alfaro destaca que si bien los experimentos no fueron dirigidos a albatros, sino a aves guaneras, los resultados pueden ser perfectamente aplicables a otras especies.
Actualmente la información levantada por estos experimentos no ha sido aplicada, en la práctica, a las pesquerías. Alfaro señala que esperan que el gobierno recoja los datos puestos a disposición por estos estudios científicos para que se apliquen, efectivamente, medidas de mitigación que ayuden a proteger estas amenazadas aves.
Referencias
Awkerman, J. A., Huyvaert, K. P., Mangel, J., Shigueto, J. A., & Anderson, D. J. (2006). Incidental and intentional catch threatens Galapagos waved albatross. Biological conservation, 133(4), 483-489.
Jiménez-Uzcátegui, G., Mangel, J., Alfaro-Shigueto, J., & Anderson, D. J. (2006). Fishery bycatch of the Waved Albatross Phoebastria irrorata, a need for implementation of agreements. Galápagos Research, 64, 7-9.
Mangel, J. C., Wang, J., Alfaro-Shigueto, J., Pingo, S., Jimenez, A., Carvalho, F., … & Godley, B. J. (2018). Illuminating gillnets to save seabirds and the potential for multi-taxa bycatch mitigation. Royal Society open science, 5(7), 180254.
Foto principal: Albatros de Galápagos. Foto: Wildlife Waved Albatross -Judi-Miller.
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