- Este acuerdo, firmado por Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil, Surinam y Guyana, pretende ser más eficiente que el Tratado de Cooperación Amazónica de 1978.
- Algunos de los puntos acordados fueron: fortalecer la acción coordinada para luchar contra la deforestación; establecer mecanismos de cooperación regional y de intercambio de información; crear la Red Amazónica de Cooperación ante desastres naturales y, fomentar procesos de investigación, desarrollo tecnológico, transferencia de tecnología y gestión del conocimiento.
Colombia y Perú tomaron la iniciativa. Los presidentes Iván Duque y Martín Vizcarra propusieron, después de un encuentro binacional en la ciudad peruana de Pucallpa, una cumbre de presidentes por la Amazonía, luego de que durante varias semanas los incendios forestales, principalmente en Brasil y Bolivia, se dispararan sin control.
El encuentro se dio, finalmente, el viernes 6 de septiembre en la ciudad colombiana de Leticia, capital del departamento de Amazonas. Como resultado, los gobiernos de Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Brasil, Surinam y Guyana firmaron el Pacto de Leticia, en el que se comprometen a tomar medidas contundentes para proteger la Amazonía, un lugar donde se concentran más de la mitad de los bosques tropicales del planeta y que provee poco más del 20 % del agua dulce en La Tierra.
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El Pacto de Leticia busca la integración de los países que comparten el bioma amazónico. Entre sus objetivos están: generar respuestas conjuntas ante desastres que se puedan presentar en cualquier país; fortalecer el accionar regional para enfrentar presiones como la deforestación, la tala selectiva y la explotación ilícita de minerales, y avanzar en la generación de conocimiento científico para tomar las mejores decisiones para la protección de la Amazonía.
“Aquí estamos firmando un pacto, el Pacto de Leticia. Un pacto donde nos coordinamos, donde trabajamos armónicamente por objetivos comunes. Un pacto que nos obliga, nos compromete y nos motiva a proteger nuestra Amazonía”, dijo el presidente Iván Duque.
Las prioridades del Pacto de Leticia
Como anfitrión del evento, el presidente colombiano destacó los principales puntos de encuentro en los que trabajarán todos los países.
El primero es la acción coordinada contra la deforestación. Duque aseguró que es necesario que todos los países fijen metas dentro de sus territorios para enfrentar este fenómeno y que estas vayan alineadas con los compromisos que también se han adquirido internacionalmente. “Pero más allá, que elevemos esta determinación al nivel presidencial para enfrentar este fenómeno”.
El segundo punto que se destacó en la Cumbre es el de trabajar en la capacidad de compartir información oportuna sobre la protección del bioma amazónico, para que se pueda tener una coordinación inmediata entre todas las unidades de gestión y atención de desastres naturales. Este tema fue uno de los que recibió mayor atención dado a que los recientes incendios fueron los principales movilizadores de la reunión.
En tercer lugar está trabajar de manera inmediata en esquemas de reforestación, rehabilitación y atención, en las zonas que han sido afectadas recientemente por los fuegos. Además, los representantes de los siete países asistentes aseguraron que es prioritario fijarse metas de carácter nacional en lo que tiene que ver con reforestación, para que al mismo tiempo, con estas prácticas se contribuya a la mitigación y adaptación al cambio climático.
Como cuarto punto también se propuso que los centros de investigación de todos los países amazónicos se unan en torno a proyectos comunes, donde se analicen los desarrollos productivos, la sostenibilidad y la preservación de las especies. “Y que también podamos establecer becas de intercambio entre los países, para que nuestros investigadores puedan tener una visión más amplia del bioma amazónico”, afirmó Duque.
El quinto tema es, quizá, el más crítico ya que es una de las razones por la que muchas veces los compromisos internacionales no dan fruto: la financiación. En ese sentido, se declaró la urgencia por diseñar instrumentos financieros de carácter multilateral, para respaldar las acciones de los países amazónicos. De hecho, los representantes de los países hicieron un llamado para que organismos, como el Banco Interamericano Desarrollo (BID), puedan elaborar este tipo de instrumentos que les permita a los Estados hacer proyectos sostenibles en la región amazónica.
Sin embargo, para algunos expertos esta propuesta debe ser analizada con mucho cuidado, ya que organismos internacionales como el BID, en ocasiones, han estado en el ojo de la tormenta tras ser criticados por financiar proyectos que han generado graves conflictos socioambientales. Por ejemplo, en un reciente informe de la organización Ambiente y Sociedad, se indica que el BID firmó un paquete de préstamos sin garantía por 1000 millones de dólares a Empresas Públicas de Medellín (EPM) para financiar el polémico proyecto Hidroituango en Colombia. “El proyecto fue clasificado por el Banco en la categoría A, es decir la de máximo riesgo socio ambiental”, dice el reporte.
Hidroituango ha pasado por múltiples crisis debido a los riesgos de colapso de la presa, afectación al río Cauca —el segundo más importante del país— al secarlo durante una semana y controversias por afectación a la pesca e intimidación a líderes ambientales.
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Algunos desacuerdos en medio del Acuerdo
En la Cumbre Presidencial por la Amazonía también hubo lugar para cuestionamientos y críticas. Una de las más fuertes fue, quizás, la del presidente peruano Martín Vizcarra cuando indicó que las metas que se plantean en el Pacto de Leticia no solo deben ser reactivas. “El deterioro de los bosques es mucho más de lo que se genera en estos incendios. Debemos sumar metas para el corto, mediano y largo plazo. No solo decir: ‘deforestemos menos’, tenemos que revertir la tendencia y fijar plazos para recuperar los millones de hectáreas que se han perdido”.
Vizcarra también habló de articular medidas comunes en las fronteras, pues una de sus mayores preocupaciones es que los criminales talan y explotan recursos naturales de manera ilegal, pero cuando la autoridad llega para hacer el control, se escudan cruzando la frontera. En eso coincidió el fiscal general de Colombia, Fabio Espitia, quien dijo que los principales problemas en los que había que trabajar como región eran la especulación de precios de los terrenos deforestados, la ganadería, los cultivos ilícitos, el tráfico de madera y la explotación de minerales.
Espitia pidió cooperación inmediata para trabajar en la Amazonía fronteriza entre Colombia, Ecuador y Perú, en especial en las áreas protegidas limítrofes como: el Parque Nacional La Paya en Colombia, la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno en Ecuador y el Parque Nacional Güeppi Sekime en Perú. Asegura que en estas zonas confluyen todas las amenazas de los bosques.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, hizo una fuerte crítica a los presidentes Duque y Vizcarra por no haber invitado a la Cumbre al presidente venezolano Nicolás Maduro. “El presidente Maduro ha derrotado el golpe de Estado y la posible intervención de Estados Unidos, cómo es que estamos distanciados por ideología y no nos unimos en un tema que es mucho más grande que eso, los derechos de la Madre Tierra”, dijo.
Morales también resaltó que mientras no se cambie la forma como se produce y consume, será imposible otorgar un futuro viable a otras generaciones. “La sequía aumentará en el sur de la Amazonía. Debemos cumplir con todas las obligaciones contraídas en el Acuerdo de París”, resaltó.
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¿Y los tratados anteriores?
“Quiero también destacar que hay una institucionalidad que debemos modernizar y me refiero puntualmente al Tratado de Cooperación Amazónica y particularmente a la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica para que, de la mano con otros instrumentos multilaterales, pueda servirnos como herramienta para atender las necesidades de la región y al mismo tiempo volcarse a fortalecer los indicadores, las metas y el trabajo que debemos abordar ”, aseguró el presidente Iván Duque.
Sin embargo, una de las críticas previas que recibió la organización de la Cumbre y la firma del nuevo Pacto fue, precisamente, el incumplimiento de pactos y acuerdos previos para proteger la Amazonía.
El periódico El Espectador destaca que el Tratado de Cooperación Amazónica fue firmado en 1978 por ocho países que comparten el Bioma Amazónico (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela) y que la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) es el único bloque internacional dedicado a la Amazonía hasta el momento, y es de carácter técnico.
Según información oficial, “el Tratado prevé la colaboración entre los países miembros para promover la investigación científica y tecnológica y el intercambio de información; la utilización racional de los recursos naturales; la libertad de navegación de los ríos amazónicos; la protección de la navegación y del comercio; la preservación del patrimonio cultural; los cuidados con la salud; la creación y operación de centros de investigación; el establecimiento de una adecuada infraestructura de transportes y comunicaciones; el incremento del turismo y el comercio fronterizo. Todas estas medidas deben desarrollarse mediante acciones bilaterales o de grupos de países, con el objetivo de promover el desarrollo armónico de los respectivos territorios”.
Lo referente a colaboración entre los países miembros para promover la investigación científica y tecnológica y el intercambio de información es algo que está incluido en el Pacto de Leticia pero que ya se había planteado hace 41 años.
El diario también destacó otras iniciativas que se propusieron en el pasado para proteger la Amazonía, pero que finalmente no se ejecutaron. Entre ellas está la puesta en marcha del Corredor Triple A, mejor conocido como el “Corredor de la Anaconda”, una propuesta impulsada principalmente por el presidente de la Fundación Gaia Amazonas, Martin von Hildebrand, y que pretendía crear un área protegida de 200 millones de hectáreas de la Amazonia para mantener la conexión natural y cultural entre el océano Atlántico, la región de la Amazonia y los Andes. Una idea que muchos sectores vieron como inviable pero que si algún día se materializara, sería el corredor socioecológico más grande del mundo y protegería un tercio de todo el territorio amazónico. El corredor cruzaría ocho países sudamericanos e involucraría a 385 comunidades indígenas y 30 millones de personas en Venezuela, Perú, Guyana, Guyana Francesa, Surinam, Colombia, Ecuador y Brasil.
El exministro de Ambiente de Colombia, Manuel Rodríguez, aseguró que los resultados de la Cumbre son simbólicos ya que “los acuerdos alcanzados están ya contenidos en el Acuerdo de Cooperación Amazónica, desde hace años”.
También sorprendió que Brasil, por medio de su ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Fraga Araújo, firmara el Pacto de Leticia, pero que el presidente Jair Bolsonaro, en su intervención en video, ratificara sus políticas sobre la Amazonía, las cuales muchos asumen como la principal causa de los incendios forestales. Oficialmente se dijo que Bolsonaro no visitó Leticia por recomendación médica, ya que próximamente será sometido a una cirugía luego de que fuera apuñalado en un evento cuando era candidato presidencial en Brasil.
En algunos puntos acordados, como la reforestación de millones de hectáreas perdidas por los incendios, es posible que a futuro se dé un debate, pues algunos sectores científicos consideran que lo mejor sería la regeneración natural y que la restauración se realice en ecosistemas donde en realidad sea necesario.
Además, muchos investigadores consideran que los esfuerzos deben enfocarse en la prevención pues, aunque el bosque crezca de nuevo, el ecosistema jamás volverá a ser lo que era. “Los estudios científicos todavía no nos dicen cuántos años tardarán en recuperarse [los bosques] pero son décadas, incluso siglos, para que recuperen algo de lo que fueron. Aun así, no volverán a ser iguales”, le dijo la bióloga Dolors Armenteras, experta en incendios y deforestación, a Mongabay Latam.
Aun en medio de estas críticas, los mandatarios firmantes del pacto consideran que los tratados anteriores están obsoletos y no lograron vincular las acciones a nivel presidencial. “Han pasado más de 40 años y si vemos los resultados no son satisfactorios, debemos cambiar la estrategia”, dijo el presidente Vizcarra. Por su parte, Duque aseguró que el esfuerzo que se materializó con el Pacto de Leticia responde al objetivo de Desarrollo Sostenible número 15, que hace un llamado a la preservación de los bosques en el planeta.
Por ahora, el Pacto de Leticia es un hecho. La voluntad política se dio y el mundo entero fue testigo del compromiso adquirido. Habrá que esperar si esto se traduce en acciones concretas y no termina siendo, como se ha dicho, un mero acto simbólico.
(Aquí puede leer completo el Pacto de Leticia)
*Imagen principal: el departamento colombiano del Amazonas acogió el 6 de septiembre la Cumbre Presidencial por la Amazonía, en la cual siete países de la región firmaron el Pacto de Leticia. Foto: Nicolás Galeano – Presidencia de Colombia.
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