¿Sabías que los sonidos de alta intensidad de los buques sísmicos reducen los avistamientos de mamíferos como las ballenas jorobadas? En un nuevo episodio de #MongabayExplica, hablaremos sobre los impactos de la contaminación acústica en el océano. Los expertos señalan que desde la revolución industrial, los humanos han bombardeado el mar con una amplia gama de frecuencias sonoras, lo que afecta gravemente a las especies marinas.
Dado que gran parte de los sonidos en el océano se superponen con frecuencias dentro de la banda auditiva de los animales marinos, el ruido que proviene de las actividades humanas está perturbando el entorno y el comportamiento de estos animales.
Por ejemplo, se ha descubierto que los delfines cambian su dirección de viaje en respuesta al tráfico marítimo, e incluso nadan erráticamente e incrementan su velocidad de nado cuando se les acercan los barcos. Estos mamíferos también emplean menos tiempo en descansar y socializarse en aguas ruidosas. A veces, cambian sus llamadas. Es como tener que hablar a gritos por encima de la música en un restaurante.
Imagen principal: En la pesca de arrastre caen cientos de peces en la llamada “pesca incidental”, los delfines pueden ser algunos de ellos. Foto: Pablo Heimplatz.
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