- Dos pueblos indígenas presentaron ante el Estado boliviano un petitorio para restringir la entrega de derechos mineros en la reserva amazónica.
- Los dirigentes indígenas denuncian que las mineras ingresan al área protegida y ofrecen dinero a algunos comuneros para poder operar.
- Los pueblos tsimane y mosetén denuncian afectaciones que les provocaría el consumo de agua contaminada con mercurio.
- Desde 2021, según dirigentes indígenas, se contabilizaban 15 solicitudes al Estado para que las mineras puedan ingresar a operar en Pilón Lajas.
Los pueblos indígenas de la Amazonía boliviana quieren sus territorios libres de minería aurífera. Los pueblos tsimane y mosetén, que habitan en el norte amazónico boliviano, denuncian que existen al menos 15 solicitudes de cooperativas y empresas mineras para ingresar a la Reserva de la Biosfera y Tierra Comunitaria de Origen Pilón Lajas, un área protegida que está en los departamentos de La Paz y Beni.
Estos pueblos indígenas del norte de La Paz han trazado una línea clara: no quieren minería en sus territorios. Una comisión indígena presentó ante la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) resoluciones y mapas oficiales para exigir la restricción de otorgamiento de derechos mineros dentro de sus tierras ancestrales.
El Consejo Regional Tsimane Mosetén (CRTM) y la Organización del Pueblo Indígena Mosetén (OPIM) llegaron a la sede de Gobierno de Bolivia para entregar las resoluciones de sus reuniones que exigen un alto a la minería aurífera en sus territorios. Estos pueblos denuncian que cooperativas y empresas mineras están por ingresar a la reserva Pilón Lajas.
Magali Tipuni, presidenta del CRTM, informó a Mongabay Latam que entre 2019 y 2023 se presentaron ante la dirección de la reserva Pilón Lajas “numerosas solicitudes” por parte de cooperativas y empresas mineras para obtener Certificados de Compatibilidad de Uso (CCU), con el fin de viabilizar contratos mineros dentro del territorio protegido.
El CCU en Bolivia es un documento técnico que determina si una actividad económica es compatible con la zonificación y uso del suelo de un área específica, especialmente dentro de áreas protegidas. Es un requisito para obtener licencias de funcionamiento y otros permisos relacionados con el desarrollo de actividades económicas.

Según Tipuni, desde 2021 ya se contabilizaban 15 solicitudes mineras, lo que representa una “grave amenaza” para la población indígena de la zona, el equilibrio ecológico del área protegida Pilón Lajas y las actividades agroecológicas tradicionales. “Nosotros hicimos una asamblea (reunión indígena) en la que sacamos una resolución: no queremos minería en nuestro territorio y mucho menos en la reserva (Pilón Lajas)”, demandó la líder indígena.
La Reserva de la Biosfera Pilón Lajas se ubica entre los departamentos de La Paz y Beni, donde finaliza la Cordillera de los Andes y comienzan las llanuras amazónicas. Esta área protegida se superpone con territorios ancestrales de los pueblos indígenas tsimane y mosetén. La reserva tiene una superficie de 396 264 hectáreas y se considera una de las regiones de mayor diversidad biológica en Bolivia y el mundo.
Escudo indígena
Además de los tsimane y mosetén, en esta reserva también habita el pueblo tacana. Los tres pueblos se organizaron para proteger y conservar el patrimonio cultural y la biodiversidad de su territorio mediante un Plan de Protección Territorial desarrollado en conjunto dentro del área protegida nacional.
Para cumplir este objetivo, los habitantes de 12 comunidades se capacitaron en derechos de los pueblos indígenas, gestión territorial indígena, cambio climático, liderazgo indígena territorial y comunicación.
También se consolidó una guardia territorial conformada por 23 lideresas y líderes de las comunidades tsimane, mosetén y tacana que están encargados de dar seguimiento a los planes de desarrollo y actividades de las comunidades, y de monitorear acontecimientos que impactan los ecosistemas de su territorio, como incendios, avasallamientos, inundaciones, sequías, megaproyectos, extracción de madera y minería ilegal.
“La creación del Pilón Lajas fue establecida mediante el Decreto Supremo 23110, en 1992, cuyo artículo cinco prohíbe expresamente la otorgación de nuevas áreas para actividades de colonización, uso agrario, forestal, minero y petrolero. Eso está claro y nosotros solo pedimos que se haga respetar la normativa”, afirmó Tipuni.

Una comisión de estos pueblos indígenas realizó recorridos territoriales por las comunidades ubicadas a lo largo de los ríos Beni y Quiquibey, así como por la carretera que conecta los municipios de Rurrenabaque, Yucumo y Palos Blancos. Estos recorridos fortalecieron un proceso orgánico que culminó en la emisión de una resolución colectiva en el marco de una asamblea indígena.
“Nuestra resolución se alinea plenamente con el espíritu del decreto que dio origen a Pilón Lajas, apuntando a consolidar este territorio indígena y la reserva de la biósfera como un territorio libre de minería”, remarcó Tipuni.
Las resoluciones de los pueblos indígenas que habitan en el Pilón Lajas fueron emanadas entre el 9 y 10 de junio. En esa reunión las 23 comunidades que asistieron al encuentro ratificaron el rechazo a la minería aurífera en su territorio y en el área protegida.
“Ya se viene desde 2017 poniendo resoluciones más resoluciones y la AJAM sigue entregando permisos para que puedan trabajar, pero como territorio comunitario de origen hemos hecho la resistencia de que no entren más mineras, hemos sacado a las empresas mineras de nuestro territorio y estamos todavía luchando contra esto”, afirmó a Mongabay Latam Renán Lipa, presidente del pueblo mosetén.
El líder indígena agregó: “Dentro nuestro territorio ya hay otorgaciones mineras. No están operando actualmente porque nosotros estamos haciendo una resistencia para que no puedan trabajar. Las que quieren entrar son cooperativas”.
Además, el representante mosetén denunció que las instancias mineras pretenden cooptar a los dirigentes indígenas de ese lugar. “Entran mineras ilegales que están queriendo dividirnos, ofreciendo dinero a dirigentes para que los dejen trabajar, pero nosotros como organización, como pueblo indígena mosetén, estamos haciendo la lucha para que no se haga actividad minera dentro de nuestro territorio”, dijo.
Solicitud para operar
En 2021, la AJAM había autorizado a una empresa minera a realizar operaciones en 1625 hectáreas dentro de la reserva Pilón Lajas. Según Fernando Ara, dirigente del pueblo mosetén, personal de esta entidad, que es la que se encarga de aprobar los derechos mineros, intentaron realizar una consulta a un grupo de habitantes del área protegida, pero al final las comunidades evitaron ese proceso. En los últimos años, según Ara, sucedió lo mismo.
“Llegan a nuestro territorio con el fin de realizar la consulta previa, pero nosotros los expulsamos. No entienden que es un área protegida impenetrable y por eso ahora queremos que se ratifique esa condición”, dijo Ara.
Mongabay Latam pidió información a la AJAM para conocer si aprobó o no operaciones mineras en Pilón Lajas, pero no recibió respuesta. Ara ratificó la existencia de 15 solicitudes a la AJAM por parte de empresas y cooperativas mineras para operar al interior de la reserva Pilón Lajas. “Nosotros exigimos que se establezca la restricción total de actividades mineras en todo nuestro territorio, conforme a los documentos técnicos y mapas que hemos presentado”, dijo el dirigente indígena.

La Amazonía boliviana es actualmente escenario de la expansión minera aurífera, actividad que se concentra principalmente en los ríos y lechos de ríos. La actividad minera del oro tiene como área de explotación intensiva el norte de La Paz, principalmente en los municipios de Apolo, Guanay, Tipuani, Mapiri y Teoponte. Un dato alarmante es que cerca del 65 % de la minería del oro se realiza sin un contrato minero, es decir, es ilegal.
El 99.6 % de la producción del oro en Bolivia está a cargo de las cooperativas mineras, sector que presenta un crecimiento acelerado en los últimos años. El 93 % se concentran en el departamento de La Paz. Tipuni lamentó que esas operaciones afecten a la población indígena de la reserva Pilón Lajas por la contaminación por el mercurio utilizado en los ríos para separar el oro.
“Tenemos mucha afectación dentro de nuestro territorio, porque nosotros como TCO Pilón Lajas tomamos agua del río, lastimosamente todo lo que baja del sector, de las cuencas de arriba, esa agua está contaminada. Es por eso que nosotros como territorio comunitario y pueblo indígena exigimos que se respete nuestra vida, que se respete cómo queremos vivir dentro de nuestro territorio”, exigió Tipuni.
Imagen principal: la reserva Pilón Lajas está ubicada en los departamento de La Paz y Beni, en Bolivia. Foto: cortesía Sernap