- La secretaría de Ambiente de México dialogó con Mongabay Latam en la COP30, la cumbre climática que se celebra en Belém, Brasil.
- México se pone metas ambiciosas a nivel climático, pero sigue apostando al gas fósil y recorta el presupuesto de las áreas ambientales.
- La funcionaria sostiene que el país debe cortar primero la dependencia energética con Estados Unidos y para eso debe apostar a la producción local de gas.
- Sin embargo, admite que la política profundiza la explotación de combustibles fósiles, lejos de las expectativas ambientales.
Una de las principales herramientas que tienen los países para afrontar la crisis climática son las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), los compromisos que adquiere cada país para reducir sus emisiones contaminantes y adaptarse al cambio climático. Al ser un pilar de la acción climática, el objetivo es que los países las actualicen cada cinco años y sean cada vez más ambiciosas.
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Durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP30, que se realiza en esta edición en la ciudad de Belém, Brasil, México presentó la actualización de sus compromisos climáticos, en las que el país se compromete a metas fijas más ambiciosas rumbo a 2035 y que se alinean con algunas buenas prácticas internacionales.

Sin embargo, México apuesta por el gas natural y mantiene una reducción presupuestal en temas ambientales, así como la exclusión de Petróleos Mexicanos (Pemex) de los compromisos climáticos explícitos.
Incluso, organizaciones que han visto con buenos ojos la nueva meta también señalan que se perdió una oportunidad para articular una visión clara sobre la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y una transición justa en el país.
Mongabay Latam conversó con Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de México, durante la COP30, sobre esta situación, así como el papel de pueblos indígenas y defensores del territorio.

—En el contexto que hemos visto en estos días en la COP30, ¿la presencia y protestas de pueblos indígenas y afrodescendientes están presionando para lograr mejores acuerdos para el futuro?
—Estoy segura de que sí porque realmente, en primer lugar, el hecho de haber hecho la COP aquí en Belém Do Pará ya es una señal muy importante de la inclusión de los pueblos indígenas y sobre todo, en este caso, de la Amazonía. Pero definitivamente hay una presencia de pueblos indígenas en las negociaciones. Hay una consideración en todas las resoluciones que me ha tocado ver, hay una consideración muy importante y muy digna del papel de los pueblos indígenas, no solamente como guardianes de la naturaleza, sino como sujetos activos en la negociación y en la toma de decisiones. Veo un avance muy importante en la participación de los pueblos indígenas.

—Usted ha sido una figura clave en el Acuerdo de Escazú, el tratado internacional para garantizar, entre otras cosas, la protección de los defensores ambientales. ¿Qué dificultades ha habido para implementar bien este acuerdo en la atención a defensores del territorio en México?
—Tenemos muchos problemas y realmente ha habido incluso muchas personas afectadas por ser defensores ambientales, hemos tenido fallecimientos importantes. Para mí es un tema de mucha importancia y estamos realmente trabajando de la mano con la Secretaría de Gobernación para tratar de incrementar la protección de los defensores ambientales.
Ellos [los defensores] se reportan con nosotros, lo que estamos abriendo es un proceso en donde se reporten y nos digan qué problemas se están visualizando para ofrecerles una protección coordinada entre Gobernación y Semarnat.
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—¿Cree que es preocupante que México mantenga una tendencia y dependencia hacia el gas en las nuevas metas climáticas?
—Absolutamente, nosotros tenemos que dejar de depender de las importaciones de gas natural de Estados Unidos, tenemos que lograr una cierta autosuficiencia energética, sin duda el gas natural es un combustible más limpio que el combustóleo, que el diésel, pero sigue siendo un combustible fósil. Tenemos que apuntar y apostar a las energías renovables, ni duda cabe.

—Más allá de que México logre financiamientos en instancias como la COP, ¿no debería haber un reajuste tras los recortes previstos en el presupuesto de las áreas ambientales?
—Tenemos un tema ahí, hay un problema de ajuste presupuestario en México en general. Estamos pasando por una etapa macroeconómica compleja, en el sentido de que tenemos que crecer para lograr una mejor redistribución de los ingresos.
Lógicamente para nosotros sería ideal que podamos obtener más presupuesto, pero lo que ahora estamos buscando es que por lo menos los recursos excedentes que logra la Secretaría puedan retornar. Tuvimos un aumento presupuestario de 500 millones de pesos [26 millones de dólar] para las Áreas Naturales Protegidas, eso ya nos deja con algún espacio, pero desde luego tenemos que luchar más para los próximos presupuestos.

—¿Este recurso va a ser únicamente para Áreas Naturales Protegidas o algún otro organismo ambiental podría recibir mayores recursos?
—Queremos ver si se puede distribuir un poco de este ajuste o este incremento, tanto en Áreas Naturales Protegidas como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). Esa es el área que a mí me preocupa mucho porque es donde está realmente nuestra actividad más importante de vigilancia y monitoreo.

—¿Le preocupa que instituciones como el Ejército concentren un mayor presupuesto en temas como la transición energética o cambio climático, que deberían estar más precisamente en manos de la un organismo como Semarnat?
—Estamos trabajando con ellos, estamos muy de la mano. Por ejemplo, en todas las obras que está haciendo el Ejército, estamos participando muy ampliamente en la Semarnat para tratar de que esos proyectos tengan un componente ambiental muy claro.
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No es fácil, es un tema que estamos trabajando día con día y estamos tratando de sensibilizar al Ejército de la importancia del cambio climático como un tema de seguridad nacional, por cierto, porque en realidad los desastres naturales ya nos demuestran que efectivamente tiene que entrar en acción el DN3 [Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre] y la seguridad nacional cuando hay un efecto climático de esta naturaleza. Lamentablemente con estos desastres vamos, en cierta medida, logrando más apoyo.
Imagen principal: México apuesta por el gas natural y mantiene una reducción presupuestal en temas ambientales, pese a sus metas climáticas. Foto: cortesía Alicia Bárcena