- Walter Manfredo Méndez Barrios lideró una cooperativa agrícola involucrada en actividades forestales sostenibles y se opuso a represas hidroeléctricas en el departamento del Petén. Sus denuncias contribuyeron a la captura de cazadores ilegales y usurpador
- El padre de seis hijos tenía apenas 36 años cuando fue asesinado. Había recibido amenazas desde el año pasado, según informaron medios nacionales.
- Su asesinato el 16 de marzo es solo el más reciente de una serie de asesinatos tanto de líderes de comunidades y cooperativas como de guardarrecursos a lo largo de los 26 años desde que se estableció la Reserva de la Biósfera Maya.
La muerte violenta de un ambientalista y líder comunitario en el norte de Guatemala la semana pasada ha provocado consternación e inquietud en las comunidades y organizaciones que trabajan en la Reserva de la Biósfera Maya.
A Walter Manfredo Méndez Barrios le hirieron de varios disparos en horas de la mañana del 16 de marzo mientras se dirigía a su parcela en el Parque Nacional Sierra del Lacandón, una de las áreas de la zona núcleo de la Reserva de la Biósfera Maya. Murió como resultado de las heridas de bala mientras estaba siendo transportado a un hospital en San Benito, la ciudad central en el norte del departamento del Petén.
Méndez Barrios fue el presidente de la Cooperativa La Lucha, que forma parte de un grupo de cooperativas agrícolas en el sureste del parque nacional Sierra del Lacandón. Establecida a finales de los 70, La Lucha después se involucró también en la extracción sostenible de madera y de productos forestales no maderables. La cooperativa trabaja de cerca con la institución gubernamental el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) y con organizaciones no gubernamentales, entre ellas el coadministrador del parque, Defensores de la Naturaleza.
“Condenamos enérgicamente el cobarde asesinato del señor Walter Manfredo Méndez Barrios, reconocido Líder Comunitario y Visionario del Desarrollo Sostenible en la región de Petén, principalmente en las comunidades del Parque Nacional Sierra de Lacandón, en la Reserva de Biósfera Maya”, escribió Defensores de la Naturaleza el 16 de marzo en un comunicado que denunciaba el asesinato.
Méndez Barrios fue también miembro de la junta directiva de la Asociación de Comunidades Forestales de Petén (ACOFOP), una organización de base compuesta por 24 grupos y cooperativas, entre ellos La Lucha. También fue miembro activo del Frente Petenero contra Represas. Méndez Barrios tenía 36 años y era padre de seis hijos. Había recibido amenazas desde el año pasado, según informaron medios nacionales.
“Le pegaron tres balazos”, dijo Salvador López, el director regional de CONAP en el Petén. López habló con Mongabay en la oficina regional de la institución horas después de la muerte de Méndez Barrios el 16 de marzo. Tenía previsto ir con otros funcionarios para ofrecer sus condolencias a la familia de Méndez Barrios. Entre su entrega por parte de la morgue y su regreso a La Lucha, los restos de Méndez Barrios fueron llevados brevemente a la oficina de ACOFOP para que la gente pudiera dar el pésame.
“Fue un líder que estaba plenamente convencido que el ser humano sólo puede salir adelante si conservamos los recursos naturales”, dijo López. Las denuncias interpuestas por Méndez Barrios contribuyeron a la captura de cazadores ilegales y usurpadores de tierra, según una nota publicada el 17 de marzo por el secretario ejecutivo de CONAP en la capital.
La policía está investigando el ataque contra Méndez Barrios, pero López y muchas personas más creen que fue asesinado por su liderazgo comunitario y su activismo ambiental. Se desconoce la identidad de su agresor o sus agresores –y de los grupos poderosos que se sospecha que están involucrados.
“Caye por esas balas asesinas que no quieren que se conserven los recursos –gente que está traficando madera en esa área, gente que está traficando fauna en el área, que está haciendo deforestación”, dijo López.
Ubicada en el norte del país, la Reserva de la Biósfera Maya cubre la quinta parte del territorio nacional. Con 2.4 millones de hectáreas, es más grande que El Salvador o Belice. CONAP tiene amplias responsabilidades de manejo en todas zonas de la reserva, desde los parques nacionales hasta los planes de manejo forestales comunitarios. La Reserva de la Biósfera Maya abarca áreas fronterizas con México y Belice, y está afectada por presiones y amenazas complejas, incluyendo actores fuertemente armados en áreas remotas. Están de acuerdo el CONAP y organizaciones no gubernamentales ambientales en el Petén: es lamentablemente insuficiente el presupuesto de la institución.
“Hay que comprender que el 30 por ciento del territorio nacional es área protegida”, dijo López. Las dos terceras partes de eso es la Reserva de la Biósfera Maya.
La falta de voluntad política para aportar el presupuesto y personal necesarios para el monitoreo y control envía un mensaje, dijo: “El mensaje para esa gente del crimen organizado es, ‘bueno, actúen’”.
Méndez Barrios no es el único líder comunitario en la Reserva de la Biósfera Maya cuya vida terminó de forma violenta. Otros líderes de comunidades y cooperativas afiliadas a ACOFOP han sido asesinados en Carmelita, Uaxactún y otras comunidades a lo largo de los 26 años desde el establecimiento de la Reserva de la Biósfera Maya, dijo Teresita Chinchilla, la directora técnica de ACOFOP. En el pasado también se ha asesinado también a guardarrecursos de CONAP, y en ciertas áreas siguen las amenazas hacia los guardarrecursos, dijo López.
ACOFOP, la dirección regional de CONAP, y cuatro de las principales ONG ambientales trabajando en la Reserva de la Biósfera Maya llevaron a cabo el 17 de marzo una conferencia de prensa conjunta para condenar la muerte de Méndez Barrios y para exigir justicia para que no quede impune su asesinato.
“Exigimos a las autoridades competentes… una investigación pronta y eficiente para esclarecer este brutal y cobarde asesinato que una vez más intimida y conmueve a las comunidades que luchan por la defensa de sus recursos naturales y en particular sus territorios”, escribieron las organizaciones en su pronunciamiento.