Funcionarios públicos como notarios, registradores y jueces se alían con los criminales para amenazar a los campesinos y obligarlos a vender a precios muy por debajo del valor real de los predios.Mongabay Latam conoció que la Superintendencia de Notariado tiene registro de acumulación de baldíos actualmente en siete departamentos: Norte de Santander, Antioquia, Meta, Caquetá, Casanare, Cesar y Vichada. Son 762 807 hectáreas acumuladas. Carmelo Márquez siempre tiene una razón para pelear. Todos los días lucha, incansable, por defender sus derechos y los de su territorio: los Montes de María, una subregión que comprende 15 municipios de los departamentos de Sucre y Bolívar, al norte de Colombia. A Carmelo, la vida le ha enseñado a no rendirse. Y cómo no aprender esa lección después de haber sido desplazado forzadamente ocho veces por grupos de guerrilla y paramilitares, ser testigo mudo de la sangre que se derramó con las 56 masacres que ocurrieron en su territorio y ver cómo sus amigos de lucha fueron asesinados por buscar lo que consideraban justo. Todos los días trabaja su pedazo de tierra: siembra ñame, yuca, maíz, tabaco negro, ajonjolí y algunas hortalizas. Las dos hectáreas en las que cultiva no son suyas, pero las cuida como si lo fueran. Ese terreno hace parte de una finca de 23 hectáreas, en la vereda Villacolombia, del municipio de Ovejas (Sucre), en las que no solo trabaja Carmelo, sino también otras seis familias. Les toca apretarse y compartir ese suelo fértil, pues no hay más. Esa es la razón por la que tanto pelea este hombre de 48 años: la tierra la tienen unos pocos, una situación que históricamente se ha presentado en Colombia y que incentivó, incluso, la creación de la guerrilla de las FARC, desmovilizada en noviembre de 2016 tras la firma del Acuerdo de Paz. Allá, en los municipios de Carmen de Bolívar, Ovejas y San Jacinto, son cientos los campesinos inconformes porque desde 2010 su territorio fue lleno, entre otras, por las plantaciones forestales de teca, un árbol que da una madera considerada preciosa. Se trata de un proyecto de reforestación de la empresa cementera Argos que buscaba contrarrestar los efectos ambientales que causa la minería a cielo abierto, pero que también tenía un objetivo económico, pues cuando el árbol llegaba a su madurez productiva (que puede ser a los 20 años) se exportbaa la madera y se obtenían ingresos adicionales para la compañía. Hace ocho años compraron 6600 hectáreas para la teca, pero solo sembraron 1000.