- El gobierno de México agregó en octubre 10 especies de pez loro al registro nacional de especies protegidas.
- En una carta enviada al gobierno, la ONG AIDA argumentó que el pez loro y otros peces herbívoros, cuyas poblaciones han ido disminuyendo por la pesca, son necesarios para mantener la salud de los arrecifes de coral.
- AIDA se ha embarcado en un proyecto de tres años para trabajar con quienes hacen las políticas con el fin de proteger a los peces herbívoros en México y otros cinco países latinoamericanos.
México declaró la protección de 10 especies de pez loro en octubre, una acción que, dicen los ecologistas, ayudará tanto a la recuperación de los arrecifes de coral del país como también a salvaguardar las poblaciones de las especies.
“Son noticias verdaderamente buenas para México”, dijo en una entrevista María José González-Bernat, bióloga marina y asesora científica de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).
AIDA respaldó una propuesta que la Iniciativa Arrecifes Saludables hizo al gobierno mexicano para que se codificara la protección legal de 10 especies, las cuales, se argumenta, son cruciales para conseguir que los arrecifes de coral sean robustos y resilientes. El grupo también ha lanzado un proyecto de tres años para apuntalar las poblaciones de los peces loro y otros peces herbívoros que viven en las aguas de México y de otros cinco países latinoamericanos.
La salud de muchos de los arrecifes de coral en estos lugares ha mermado, dijo González-Bernat, y AIDA cree que salvaguardar a los peces herbívoros es crucial para permitir el regreso de los ecosistemas que se anclan a los corales. Estos peces “pastan” de las algas que, de quedarse sin tal control, pueden cubrir los arrecifes y asfixiar a los corales al bloquear el suministro de oxígeno y luz. Dichas algas inhiben el crecimiento del coral y su habilidad para tolerar los efectos dañinos del cambio climático, como el blanqueamiento.
Hasta hace poco, los peces loro y otros herbívoros no solían figurar entre las capturas favoritas de los pescadores, pero eso ha venido cambiando a medida que la sobrepesca ha ido disminuyendo las poblaciones de las especies comerciales, dijo González-Bernat.
“Las poblaciones de otras especies han caído, así que [los pequeños pescadores] necesitan una alternativa”, dijo.
Los peces loro pasan el tiempo alrededor de las rocas del arrecife, dijo, lo que los convierte en presa fácil para pescadores que usan arpón y redes.
González Bernat dice que las declaraciones de protección en México son solo el primer paso. El proyecto de conservación de peces de coral de AIDA busca trabajar con líderes de Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras y Panamá, junto a México, para fomentar tratados internacionales y regulaciones que protejan a estos peces y los territorios donde nacen. AIDA, que para este proyecto está financiada, en parte, por la organización filantrópica Oceans 5, planea trabajar con otros grupos, como la Iniciativa Corales Saludables, respaldando sus argumentos con datos sólidos para proteger las poblaciones de peces.
Alinear a múltiples países en estas cuestiones no será fácil, dice González-Bernat, pero el grupo sabe que se necesita centrarse en más de un solo país para proteger las poblaciones de estos peces y los arrecifes que habitan.
“No hay fronteras cuando se trata del océano”, dijo. “No es imposible, pero es difícil”, agregó y señaló que la estrategia internacional es esencial para la meta del proyecto, más amplia. “Realmente estamos intentando proteger a los arrecifes de coral como el ecosistema grande e importante que son en el océano”.
La imagen de la cabecera, de un pez loro semáforo (Sparisoma viride), es de Adona9, vía Wikimedia Commons (CC 3.0).