- Distribuido entre Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil reúne más de 50 ecosistemas diferentes unidos por el mismo patrón de vegetación y clima.
- Es una de las zonas con mayor nivel de deforestación del planeta. Cada mes, se pierde una superficie equivalente a 1,7 veces la ciudad de Buenos Aires.
El Gran chaco, el segundo bosque más importante de Sudamérica, ha perdido en los últimos ocho años cerca de 3 millones de hectáreas. Esta mala noticia es compartida por cuatro países, cuatro naciones que albergan un porcentaje de este ecosistema tan particular: Argentina (60 %); Paraguay (23 %); Bolivia (13 %) y Brasil (4 %).
Dos de ellos, además, Bolivia y Paraguay sufrieron además un impacto mayor este año por una serie de incendios forestales que arrasaron parte de la vegetación de este bosque. La pérdida es mucho mayor si consideramos que El Gran Chaco es uno de los ecosistemas más biodiversos del planeta, con una superficie que supera el millón de kilómetros cuadrados y con las características necesarias para albergar una fauna tan diversa.
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¿Qué es lo que puede perder el Chaco argentino?
Un estudio efectuado en 2015 por la Fundación Pro-Yungas para la implementación de corredores biológicos en el Chaco argentino daba cuenta del amplio abanico de ambientes que presenta la región: “Pastizales, esteros y sabanas (secas e inundables), bañados, salitrales, sierras, ríos, bosques y arbustales”. La enumeración finalizaba con una afirmación concluyente: “Esto se traduce en una alta diversidad de especies animales y vegetales que hacen del Gran Chaco un área clave para la conservación de la biodiversidad regional”.
Una muestra de esta riqueza en flora y fauna se puede confirmar con la presencia de las tres variedades de un árbol como el quebracho —blanco, colorado chaqueño y colorado santiagueño—. Esta vegetación emblemática va trazando el mapa del Gran Chaco americano, que alberga fauna característica como los cuervillos de cañada o tuyuyus (Jabirus mycteria), tapires (Tapirus terrestris), tatús carreta (Priodontes maximus, catalogado como vulnerable en la Lista Roja de la UICN), armadillos (Tolypeutes matacus), osos hormigueros (Myrmecophagidae trydactila), pumas, zorros, monos de distintas especies, las tres variables conocidas de pecaríes (de collar, labiado y quimilero, el único amenazado de extinción), el imponente yaguareté o jaguar y la lista es aún más larga.
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Deforestación y cacería
Desde 2010, la organización Guyra Paraguay efectúa un monitoreo en todas las tierras del Gran Chaco que han sufrido un cambio de uso. Hasta junio de 2018 sumaban 2 925 030 hectáreas. Ese mes de junio, la pérdida de superficie boscosa alcanzó las 33 959 hectáreas, lo cual equivale a 1,7 veces el tamaño de la ciudad de Buenos Aires y más de tres veces el de Asunción. Argentina es, con un 80 por ciento, el país que lidera la triste estadística.
Las causas que motivan semejante aceleración de desmonte en Argentina son amplias y variadas. Matías Mastrángelo, doctor en Biología de la Conservación y especialista en el estudio del Gran Chaco, apunta a los años finales de la década del noventa y, fundamentalmente, al período 2000-2010, para entender la problemática actual. “El boom comenzó con la llegada de la soja transgénica a la Argentina”, relata.
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Además, el cambio climático…
Si algo faltaba para enturbiar aún más la situación, el cambio climático aporta su cuota. “Los ciclos de inundaciones y sequías extremas son naturales en el Chaco”, señala Verónica Quiroga, doctora en Biología de la Universidad de Córdoba. Sin embargo, la experta agrega que si bien antes estos ciclos podían medirse en décadas, hoy se miden en años. “En 2013, la ausencia de precipitaciones llegó a secar el Bermejito, un río de segunda categoría; y en 2017 vivimos una inundación tan grande que el agua llegaba a la cintura en el Impenetrable”.
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Yaguaretes: una población acorralada
A finales de agosto, Leonardo Juber, intendente del Parque Nacional El Impenetrable, participó en el hallazgo de las primeras huellas de un yaguareté (jaguar) en el área protegida. La noticia emocionó a todo el equipo que trabaja en el parque, pues la última vez que vieron uno fue en el 2013. “A partir de ese momento, señala Juber, fuimos instalando varias cámaras trampa a lo largo del río, en la zona del rastro”.
¿Qué imágenes registraron? ¿qué estrategia están desplegando los científicos para evitar que este ejemplar desaparezca?
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La defensa del Chaco argentino
Este año 55 organizaciones de la sociedad civil se unieron para emprender acciones concretas en la segunda área boscosa más grande del continente. Esta preocupación se plasmó en el Compromiso Gran Chaco Argentino 2030, con el fin de lograr un cambio profundo en la explotación económica de una ecorregión que se extiende a través de once provincias y ocupa un 22 % del territorio nacional, además de abarcar amplias superficies en Bolivia y Paraguay. ¿Cuáles son las acciones que se implementarán? ¿qué metas se han trazado de cara al 2030?
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Llamas alcanzan a nueva área creada para proteger el Gran Chaco
Área de Conservación e Importancia Ecológica Ñembi Guasu es el nombre de una nueva área de conservación creada este año en Bolivia, cuya extensión de 1 207 850 hectáreas alberga bosques muy bien conservados que resisten al avance de la deforestación en el Gran Chaco Sudamericano. Entre las especies que alberga figuran el jaguar, el puma y el mono nocturno, entre más de 100 mamíferos y 300 aves. Ñembi Guasu, además, es el territorio del pueblo indígena Ayoreo que permanece en aislamiento voluntario.
Esta área de conservación se convirtió en la segunda zona de protección más grande del Chaco Sudamericano. Pero también es una de las áreas protegidas que fue afectada por los incendios forestales que se prolongaron por más de dos meses en Bolivia. Según Iván Arnold, director de la Fundación Nativa, organización dedicada a la conservación del medio ambiente en Bolivia, en Ñembi Guasu se quemaron por lo menos 200 000 hectáreas que empezaron a arder el 12 de agosto.
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*Imagen principal: Cámara trampa registra a un yaguareté adulto macho merodeando dentro del Parque Nacional El Impenetrable. Foto: Proyecto Yaguareté / Conservation Land Trust.
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