- La bióloga boliviana señala que entre 2014 y 2016 se decomisaron más de 300 colmillos de jaguar.
- Desde el 2011, Núñez trabaja para detener el tráfico de partes de jaguar en Bolivia y otros países del continente.
La bióloga boliviana Ángela Núñez siempre estuvo interesada en los animales. Y aunque inicialmente pensó en ser veterinaria, el destino la llevó a estudiar biología para descubrir que definitivamente era lo suyo.
Sus investigaciones empezaron con la ‘taruka’, término quechua para el venado, una especie que la fascinaba porque “realmente eran increíble los lugares donde habita, montañas, lugares abiertos e incluso llega hasta las nieves perpetuas. Era muy lindo trabajar con este animal”, asegura Núñez.
Hasta que descubrió el jaguar y se fascinó por esta especie que considera “mágica”. Sin embargo, su encuentro con el gran felino de América se dio a través del tráfico de fauna. Y desde que empezó, en el año 2011, no ha dejado de trabajar para enfrentar esta actividad ilegal que está acabando con decenas de jaguares cada año en Bolivia y en todos los países donde habita la especie.
Actualmente Núñez forma parte de la Asociación SAVIA, que participa en la Operación Jaguar, un proyecto de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza de los Países Bajos (UICN-NL) y que se ejecuta en tres países: Surinam, Guyana y Bolivia.
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¿Cómo empieza sus investigaciones sobre el jaguar?
Eso fue un salto grande. Luego de la tesis y de trabajar con ONG pasé a trabajar con una instancia gubernamental, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, en la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas. Ahí empecé con el tema de aprovechamiento de vida silvestre, sin embargo, me interesó muchísimo más lo que en ese momento se llamaba Gestión ex situ, que hacía referencia a todas las especies que estaban fuera de su hábitat natural producto del tráfico, y que estaban alojadas en centros de custodia. Así fue como empecé con el tema de tráfico y luego me incliné completamente a trabajar con el jaguar porque creo que es una de las especies que está sufriendo mayores amenazas. Pero también creo que si trabajamos con esta especie podemos abarcar muchas otras que dependen de ésta o conviven con ella, y considero que definitivamente es una especie clave que controla muchas otras especies en el hábitat donde se encuentra y su presencia nos indica la buena salud del lugar donde habita.
¿En ese momento el tráfico de jaguar era similar a la situación actual?
Era el año 2011 y no había tanta demanda por las partes de jaguar. Ya en el 2014 empezamos a identificar muy fuertemente este tema de tráfico de los colmillos de jaguar. Antes había tráfico, pero era de pieles. En la década de los setentas era muy, muy elevado y bajaron muchísimo las poblaciones de jaguar a nivel regional en todos los lugares donde habita. Sin embargo, por el tema de CITES, y considerando que el jaguar es una de las especies protegidas por este convenio, se pudo advertir una reducción en el tráfico de pieles. Pero en el 2014 realmente empezaron a subir increíblemente los casos de tráfico de partes de jaguar. En Bolivia lo relacionamos con el tema de la migración de ciudadanos chinos a nuestro país, pues son quienes empiezan a crear esta demanda en Bolivia.
En el 2014, ¿cómo se detecta este gran flujo de paquetes de partes de jaguar?
Bueno, fueron dos cosas, de manera paralela. Por un lado, una denuncia de un colega biólogo. Él estaba en campo trabajando con la especie y escuchó en una de las radios locales un anuncio que decía que se compraban colmillos de jaguar y daban los números al aire. Eso lo alertó muchísimo y me contactó inmediatamente. Se hicieron todas las gestiones necesarias para poder dar con esta persona que había colocado el anuncio en la radio y ver qué es lo que estaba sucediendo en esa región. Justamente se trata de una región muy importante para la especie donde se encuentra el Parque Nacional Madidi, conocido por su altísima biodiversidad y con una buena población de jaguares. Paralelamente se identificaron paquetes en la empresa de correos de Bolivia con destino a China, y provenían de distintos departamentos de nuestro país. Y como La Paz tiene un aeropuerto internacional, se hicieron trabajos con los funcionarios de la empresa de correos de Bolivia, para que aprendieran a identificar partes de animales silvestres en los paquetes. Se trabajó con ellos y una vez que ellos pudieron detectar estos casos, contactaban a la policía forestal y de medio ambiente para que haga el decomiso correspondiente.
¿Fue el primer decomiso de colmillos de jaguar?
Se llegaron a decomisar alrededor de 16 paquetes en diferentes fechas. Empezamos en 2014 y hasta 2016 se lograron decomisar alrededor de dieciséis paquetes, con cerca de 340 colmillos de jaguar. Nos gustaría tener acceso a esos colmillos para estudios científicos porque no podemos determinar si realmente han sido cazados en ese momento, o son colmillos, por ejemplo, que los pobladores tienen a veces guardados y como existía la demanda, pues sacaron esas piezas para venderlas. Se calcula al menos 85 jaguares para obtener esa cantidad de colmillos. Sin embargo, podría ser muchísimo más, porque no siempre se llega a tener los cuatro colmillos de cada jaguar.
Entonces, ¿cuántos jaguares realmente estarían siendo cazados para obtener sus partes?
Se desconoce la cantidad real de jaguares que estarían siendo cazados para comercializar sus partes. La detección de vida silvestre traficada podría alcanzar apenas 20 por ciento del total traficado. Se sabe que lo que se logra decomisar es bajo en comparación a lo que realmente está ocurriendo. Y eso pasa con todas las especies en todas partes del mundo.
¿Cuántos jaguares se estima que hay en Bolivia?
Los números estimados están entre los 6000 y 7000 jaguares más o menos en Bolivia, que es un número no muy alto. Estudios a nivel regional estiman 12 000 jaguares en Bolivia, pero con lo que hemos estado viendo en los últimos años, nos quedamos con el número más bajo. Las partes decomisadas de jaguar desde el 2014 hasta el 2019 corresponden a por lo menos 200 jaguares que podrían haberse perdido. Es una especie de la cual dependen muchas otras especies y también muchos otros aspectos relacionados con el ser humano, como por ejemplo el control de enfermedades. El rol ecológico de un jaguar dentro de su ecosistema puede llegar a reducir las enfermedades que se transmiten al ser humano, porque controla también poblaciones de animales pequeños, como roedores que podrían ser vectores. Entonces, si desaparece el jaguar estaríamos también arriesgando la salud humana. Y si desaparece el jaguar, pues también desaparecerían los bosques.
¿Por qué?
Porque ya no existiría ese controlador de las presas de las cuales se alimenta y estas presas aumentarían en número, y podrían de alguna forma también afectar ciertas actividades de los seres humanos que habitan en estas regiones. Y, por otro lado, también podrían evitar la regeneración de los bosques, si es que hay una sobrepoblación. Me refiero a los ciervos, a los chanchitos de monte, a los tapires, etcétera…de los cuales el jaguar se alimenta y controla sus poblaciones. Y controla también a los animales enfermos porque se alimenta de éstos. Entonces es un controlador máximo dentro del ecosistema donde vive. Si se afecta la regeneración del bosque, pues ya no tenemos bosque y en consecuencia ya no tenemos agua. Es una preocupación muy grande por ser una de los recursos elementales para la vida.
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China: el principal mercado de las partes de jaguar
¿Cómo está afectando actualmente la caza del jaguar a la especie y a la biodiversidad?
Lamentablemente no tenemos estudios y tenemos que hacerlos. Se ha aprobado recientemente un plan de acción para la conservación de la especie y se ha conformado una alianza entre instituciones que están trabajando con la especie en distintas temáticas, entre estas, la lucha contra el tráfico. Esta alianza nos está ayudando a coordinar entre instituciones para poder efectivizar el trabajo sobre la especie y obtener mejores resultados, y esperamos lograr obtener esas respuestas a corto plazo. Porque no es solamente el tema de tráfico lo que afecta al jaguar, sino que existen por lo menos cuatro amenazas muy fuertes, entre ellas la destrucción de su hábitat. El 2019 y el 2020 han sido años catastróficos para nuestro país por el tema de los incendios y principalmente los hábitats del jaguar han estado en gravísimo peligro. Hay zonas como el Chaco, por ejemplo, o la Chiquitanía que son ecosistemas propios de nuestro país, que albergan una gran cantidad de especies, entre estos el jaguar. Entonces necesitamos realizar acciones para ver el efecto del fuego sobre la especie.
¿Qué investigaciones urgentes se deberían hacer para conocer lo que sucede con la especie en Bolivia?
Inicialmente ver el tema de la distribución de la especie. Identificar los sitios y posteriormente hacer una estimación de las poblaciones y hacer tal vez una comparación de la población existente antes del 2014, pues se tienen datos en algunos sitios, por ejemplo, en el Madidi y compararlos con las poblaciones actuales para ver si realmente ha habido un efecto o no en esta región. No solo por el tema del tráfico sino también por otras amenazas como el conflicto que existe con los ganaderos, que se presenta porque el jaguar algunas veces ya no encuentra las presas silvestres, no solo porque hay sobre cacería sino por los incendios, sus presas pueden haber muerto y por lo tanto haber disminuido sus poblaciones. Entonces, empiezan a buscar animales domésticos para alimentarse. Pero también es importante corroborar si realmente el tema del conflicto lleva a los ganaderos a matar al jaguar o es la demanda que existe por los colmillos, las pieles, los huesos, las garras, que se ha creado en nuestro país para que ellos usen como excusa el tema del conflicto para matar a un jaguar.
¿Qué tan grande es la demanda de las partes de jaguar?
Al parecer hay bastante demanda que no estamos logrando controlar. Tenemos problemas con el Poder Judicial, pero también con las fiscalías que no logran realizar una investigación a profundidad para llegar hasta el origen del problema. Solamente se detiene a la persona en posesión de las partes, ya sean colmillos, pieles, lo que sea. Pero no se sigue investigando respecto a quien ha sido el cazador, por ejemplo, o quien ha sido el intermediario, o quien es el destinatario final de estas partes. Este es un aspecto que se está abordando actualmente con las instancias correspondientes y esperamos fortalecer este aspecto. Es muy importante trabajar eliminando la demanda en el continente asiático, principalmente China, y también eliminando la oferta en los países de origen del jaguar.
Me comentó que se ha detectado el acercamiento de ciudadanos chinos a ganaderos para la caza del animal.
Se han detectado varios casos en una zona específica. Melissa Arias también investigó el tema en Bolivia específicamente e hizo el trabajo de campo de su doctorado en Bolivia. Y hay también otro estudio que relaciona directamente el aumento en el tráfico de partes de jaguar después de la llegada de las empresas chinas a toda Latinoamérica. Este problema no solamente está sucediendo en Bolivia, sino que se ha ido corroborando en Perú, Colombia, Panamá, Surinam, Guyana. En Argentina se están detectando casos también, pese a que la población de jaguar es muy baja. En México también y en Brasil.
A Bolivia, además, llegan obreros chinos. Hay obras que cuentan con 200 o 300 obreros chinos que se encuentran en lugares donde habita el jaguar, como lo que sucedió en la zona donde se detectó por primera vez un caso de tráfico. Era una empresa china que estaba a cargo de un ingenio azucarero y tenía alrededor de 300 obreros chinos. Cuando ingresé a trabajar al SERNAP, que es el Servicio Nacional de Áreas Protegidas, parte del Ministerio de Ambiente y Agua, logramos advertir que en otros megaproyectos a cargo de empresas chinas, también existía esta demanda de parte de los obreros hacia la gente local. Incluso hubo un audio de un ciudadano chino que estaba solicitando los ‘dientes de tigre’. Pero necesitamos mayor investigación de parte de la policía, de parte de los fiscales, para corroborar estos datos. Justamente la UICN de Holanda está trabajando con una agencia de inteligencia y se ha podido advertir que son mafias de ciudadanos chinos que están operando. Toda esta información ha sido entregada a las autoridades competentes para que tomen las acciones correspondientes.
¿Qué tanto influye la coyuntura política en los problemas ambientales y de biodiversidad?
Muchísimo. Tenemos gobiernos, incluso el gobierno de transición, que prácticamente ha impulsado el extractivismo, entre otros el agronegocio, implica la ampliación de la frontera agropecuaria para monocultivos inmensos. Entonces, prácticamente, lo que han hecho es vender las tierras para la producción de soya transgénica principalmente y otros monocultivos que vienen acompañados de agroquímicos que no solamente afectan a la biodiversidad y medio ambiente, sino también a los seres humanos. Y también ha aprobado decretos para abreviar procesos que impactan en la biodiversidad. Y bueno, uno tras otro, los gobiernos están en esa línea, por un lado y, por otro lado, la inestabilidad que se crea por los cambios frecuentes. Estamos trabajando, por ejemplo, en capacitar a los efectivos policiales en la temática y de repente, cambian al director general, luego al director nacional y después a los demás policías. Y con la Fiscalía está sucediendo lo mismo.
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La Operación Jaguar
¿Qué plantea la Operación Jaguar?
Bueno, el principal objetivo es la conservación de la especie. Como se ha detectado al tráfico como una de las amenazas más fuertes, pues trabajamos en la lucha contra el tráfico a través de la capacitación y fortalecimiento de las instituciones que trabajan en la temática, como la Policía, el personal de Aduanas, el personal de aeropuertos y demás agencias o instituciones que trabajan en el control en distintos niveles. También la capacitación a instancias judiciales y de la Fiscalía. Es muy importante reforzar el hecho de que comprendan el valor ecológico de la especie, porque ven los colmillos y ven solamente dientes. No ven al animal. No ven la función que cumple el animal. No ven la relación que tiene este animal con el agua, con la salud. También trabajar con las autoridades locales, como los municipios que tampoco conocen mucho el tema, no tienen los técnicos necesarios y suficientes, y se ven desbordados prácticamente por la gente que tiene animales silvestres en casas como si fueran animales domésticos. Luego también con las comunidades locales, que es justamente de donde salen los jaguares. Queremos también que ellos valoren o revaloricen la especie como lo hacían en el pasado. El jaguar era muy importante para ellos culturalmente y en el campo espiritual, le mostraban respeto y reverencia, pero actualmente esto ha disminuido. El trabajo en Áreas Protegidas donde habita el jaguar también es muy importante, capacitar a los guardaparques para que puedan efectivizar su trabajo y tomar las acciones que correspondan al detectar delitos dentro de los límites de las áreas protegidas en coordinación con autoridades locales.
Las partes de jaguar que se trafican tienen como principal destino Asia y en particular a China…
En este país se utilizan muchas especies silvestres y creo que son, es una opinión muy personal, los causantes de la extinción de muchas especies a nivel mundial. Lastimosamente, el tigre asiático que justamente está al borde de la extinción y la razón es esta, la cacería ilegal para el tráfico de sus partes. Creen que consumir algunas partes les da mucha fuerza y que son afrodisiacos. Y también está el tema ornamental, algo muy jerárquico. Tener un collar de colmillo de tigre o jaguar con incrustaciones de oro o diamantes. Eso los mueve, pero está llevando a la extinción al tigre y están optando por la siguiente especie en tamaño, porque ellos buscan los colmillos más grandes y al parecer los colmillos de jaguar los venden como si fueran de tigre asiático, entonces están intentando reemplazar ese vacío.
¿A usted qué es lo que le gusta más de esta especie?
A mí me parece una especie mágica, majestuosa e imponente. Es una especie realmente increíble. La he visto apenas una vez en una de las salidas de campo, y me impresionó bastante. Creo que si perdemos esta especie estaríamos perdiendo muchísimo pues es realmente un animal mágico y me parece que las culturas ancestrales tenían muchísima razón por considerarlo una parte importante de su cultura y espiritualidad, porque la consideraban como un guardián del bosque y como una especie que los protege.
¿Qué se debería hacer en Bolivia y en general en Latinoamérica para frenar el tráfico de las partes de jaguar?
Creo que es importante que podamos trabajar tanto a nivel de la oferta como a nivel de la demanda. El tema de la oferta lo puede ver cada país dentro de su territorio. Por otro lado, frenar el tema de la demanda me parece superimportante y bueno para trabajar en eso creo que es muy necesario hacerlo de manera coordinada entre países y sumar fuerzas para crear una fuerza más grande a nivel regional de todos los países donde habita el jaguar, para tener acercamientos con el continente asiático y principalmente con China. Creemos que es muy importante que ellos sepan realmente los efectos que están causando estas actividades y ver conjuntamente la forma de reducir esa demanda. Creo que es importante también que nuestras autoridades gubernamentales y principalmente la Cancillería con el tema de migraciones debería tener muchísimo más cuidado.
¿Qué está pasando en Migraciones?
Bueno, el gobierno actual sabemos que tiene muchos acuerdos con China y en una ocasión fueron observados por estar permitiendo el ingreso incluso de ciudadanos chinos de las cárceles para trabajar en Bolivia. Estas personas tienen un historial delictivo y es un peligro muy grande, no solamente en el tema ambiental, sino porque ya está repercutiendo en el tema social. Y, bueno, sabemos que el tráfico de fauna está vinculado directa o indirectamente con el narcotráfico o con el tráfico de personas y de armas. El hecho de tener una de estas mafias chinas en el país es gravísimo.
¿El tráfico de jaguar ha continuado aún durante la pandemia?
El tráfico definitivamente no ha parado en esta época de pandemia.
Imagen de portada: Ángela Núñez. Foto: Archivo personal.
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