- Una investigación del Instituto Nacional de Biodiversidad del Ecuador (Inabio) confirmó por primera vez la presencia del gato de las pampas (Leopardus garleppi) en la costa de la provincia de El Oro.
- El ejemplar que permitió la confirmación fue atropellado en la Reserva Ecológica Arenillas.
- Los científicos analizaron su contenido estomacal para conocer más sobre su dieta y encontraron restos de roedores y aves, lo que indica que el félido también podría ser un buen trepador.
- Este es un avance en el conocimiento de la especie que enfrenta amenazas como la pérdida de hábitat, la cacería, el envenenamiento y los atropellamientos.
El comportamiento y la ecología de los pequeños félidos en Latinoamérica sigue siendo un campo poco conocido. En el caso del Leopardus garleppi la situación es más desafiante, ya que hace menos de cuatro años fue reconocido como especie por la ciencia.
Antes se creía que era una subespecie del Leopardus colocolo. Sin embargo, investigadores expertos hicieron una reclasificación: analizaron sus características físicas —coloración de las patas y la cola, proporción del cuerpo y el cráneo—, hicieron pruebas de ADN y compararon ejemplares de museos de varios países, testimonios de moradores de las zonas cercanas a los hábitats de los animales e imágenes recabadas con cámaras trampa. Concluyeron que había al menos cinco especies diferentes y una de ellas es Leopardus garleppi, al que comúnmente se conoce con el nombre de gato de las pampas, gato del desierto o gato del pajonal.
Leopardus garleppi se distribuye en el sur de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Es un félido pequeño que podría pasar por un gato doméstico, con manchas similares a las de los tigrillos, pero que pueden llegar a ser completamente difusas y no tener un patrón definido. Una especie muy adaptable a distintos hábitats, encontrándose tanto en zonas nevadas como en parajes desérticos o bosques secos; a 0 o a 5000 metros sobre el nivel del mar. Es un depredador que se alimenta de aves; pequeños mamíferos, como roedores; e incluso algunos reptiles, como lagartijas. Y por eso es considerado un controlador biológico que evita la expansión de plagas.
A pesar de que su presencia se ha confirmado en seis países, es un animal difícil de ubicar para los científicos. “Nos ha pasado que en un bosque hemos captado, después de 90 días de cámaras trampa, a tres garleppis”, le dijo a Mongabay Latam la bióloga peruana Zoila Vega, que lleva 10 años pensando en el gato de las pampas, estudiándolo y planeando formas de salvarle la vida.
![Leopardus garleppi descansando sobre un árbol. Foto: Álvaro García, uno de los coordinadores del Pampa’s Cat Working Group.](https://imgs.mongabay.com/wp-content/uploads/sites/25/2024/10/07024035/FOTO-4-Pampas-cat_Peru1_Alvaro-Garcia-768x512.jpg)
Vega es parte de la Fundación Bios, que desde 2015 desarrolla el proyecto Gato del Desierto, enfocado en el Leopardus garleppi en Perú y el sur de Ecuador; y es miembro del Pampa’s cat working group, una comunidad de científicos de varios países que trabajan para mitigar las amenazas que enfrenta no sólo el garleppi, sino las otras cuatro especies de gato de las pampas. Además, es parte de las organizaciones que, junto a la Fundación Naturaleza y Cultura Internacional (NCI), promueven la conformación de un corredor transfronterizo de conservación entre Perú y Ecuador, en una zona donde se ha confirmado la presencia del garleppi, además de otras especies amenazadas.
Tanto en Ecuador como Perú se tienen registros del gato de las pampas, pero en Ecuador aún falta confirmar su presencia en muchos de los ecosistemas donde habita. Por eso, los investigadores del Instituto Nacional de Biodiversidad de Ecuador (Inabio) celebran que hace poco publicaron un artículo científico donde confirman la presencia de la especie en el bosque seco estacional de Ecuador, en la costa de la provincia de El Oro.
De las montañas a la costa
Con base en un ejemplar atropellado en la Reserva Ecológica Arenillas en 2019, en la provincia de El Oro, el Inabio y la Dirección de Áreas Protegidas y Otras Formas de Conservación de Ecuador confirmaron la presencia del gato de las pampas (Leopardus garleppi) en la costa ecuatoriana, a 25 metros de altitud.
Según los investigadores Ariatna Villarreal, Teddy Ochoa y Jorge Brito, el registro del animal en este sector coincide con la capacidad de esta especie de habitar zonas costeras y áreas de bosque seco. Sin embargo, este es uno de los ecosistemas más amenazados del mundo y el alto impacto antropogénico que recibe a causa de la deforestación, las actividades ganaderas y la agricultura podría haber modificado la distribución original del félido.
![Gato de las pampas atropellado en la Reserva Ecológica Arenillas, Ecuador. 2019. Foto: Cortesía Inabio.](https://imgs.mongabay.com/wp-content/uploads/sites/25/2025/01/31231231/REGISTRO-1-768x512.jpg)
Jorge Brito, investigador de la división de Mastozoología del Inabio y coautor del artículo, considera que una de las razones que explica los pocos registros del gato de las pampas en Ecuador radica en el muestreo, ya que hasta hace poco se creía que la especie se distribuía en las tierras altas de los Andes y muchos esfuerzos se centraron en muestreos con cámaras trampa en las montañas andinas, con muy poco éxito. “Recuerdo un proyecto grande que hubo en el Chimborazo, donde se invirtió bastante plata y no tuvieron ni un solo registro a nivel de cámaras trampa”, asegura.
Brito comenta que colegas peruanos desde hace unos años centraron sus esfuerzos en tierras bajas del norte de Perú y el sur de Ecuador, obteniendo registros del garleppi. “Yo creo que el gato no es tan difícil de observar, pero no se habían estado observando los ambientes adecuados”, dice Brito.
De hecho, en un reportaje publicado por Mongabay Latam en octubre de 2024, Zoila Vega aseguró que en sus esfuerzos de muestreo en el norte de Perú y sur de Ecuador, ha visto al gato de las pampas varias veces en las cámaras trampa que ha instalado, pero sólo lo ha visto correr libremente por el bosque en Illescas, Perú, durante uno de sus recorridos por la zona. Otras tres veces ha visto ejemplares en su hábitat cuando su equipo de trabajo logró capturarlos momentáneamente para ponerles collares de monitoreo. “Es un animal esquivo”, dijo Vega.
Brito y sus colegas del Inabio creen que hay que seguir monitoreando en los bosques secos de la costa de Ecuador, pues hace pocos meses le compartieron unas fotografías de unos gatos de las pampas entre las provincias de Santa Elena y Guayas.
![Gato de las pampas con un roedor fotografiado por Jhonatan Caledonio. Foto: cortesía Pampa’s Cat Working Group.](https://imgs.mongabay.com/wp-content/uploads/sites/25/2024/10/07024028/FOTO-3-gato-raton_Jhonatan-Celedonio-768x512.jpg)
Intentando conocer más del gato de las pampas
A pesar de la amplia distribución de Leopardus garleppi en Sudamérica, los datos sobre su dieta son escasos. Se conoce que prefiere presas pequeñas, como vizcachas (Lagidium viscacia), ratas tuco-tucos (Ctenomys spp.) y ratones cricétidos, como aquellos del género Phyllotis, entre otros. Ocasionalmente, también se alimenta de presas de mediano porte, como la paca andina (Cuniculus taczanowskii) y, en menor cantidad, puede consumir aves, reptiles e insectos, se indica en el artículo científico.
Es por eso que una de las tareas de los científicos fue analizar el contenido del estómago del gato macho que encontraron muerto en la Reserva Ecológica Arenillas. Allí hallaron restos de dos roedores (Sigmodon peruanus y Melanomys caliginosus). Además de dos individuos juveniles de torcaza o tórtola (Zenaida sp.).
Este hallazgo fue muy importante porque llevó al surgimiento de una nueva hipótesis: el gato de las pampas puede ser un buen trepador porque llegó hasta el nido de las torcazas. “Podría incluso tener una función como controlador de las poblaciones de estas aves”, comenta Brito, aunque insiste que es algo que aún no se puede asegurar.
El ejemplar muerto y encontrado en la Reserva Ecológica Arenillas confirma que una de las principales amenazas para el gato de las pampas es el atropellamiento. En el artículo científico se hace énfasis en que las vías y caminos colindantes a la Reserva son una problemática que enfrenta la vida silvestre, ya que no cuentan con señalización o carecen de áreas establecidas para el cruce de la fauna silvestre, lo que podría generar más atropellamientos. La construcción de corredores estructurales bajo o sobre el nivel de las carreteras y la implementación de señalética podrían beneficiar el cruce de esta y otras especies, destaca el documento.
![](https://imgs.mongabay.com/wp-content/uploads/sites/25/2025/01/31231238/AREA-DE-REGISTRO-1-768x512.jpeg)
“Hace un par de años también hubo registro de un par de gatos atropellados en la provincia de Loja”, dice Brito, destacando que este es un problema generalizado para el gato de las pampas.
Su preocupación va en línea con la de Zoila Vega. Como parte del proyecto “Gato del desierto”, en 2021 ella y su equipo de trabajo colocaron 16 estaciones, con cámaras trampa, para confirmar la presencia de este félido en Sallique y San Felipe, dos áreas privadas de conservación, manejadas por comunidades campesinas en Cajamarca, Perú. “Justo cuando estábamos bajando de poner las cámaras, encontramos un L. garleppi atropellado en la vía”, cuenta la experta.
Como en el caso de muchas otras especies de félidos, el gato de las pampas también se enfrenta a otras amenazas como la ampliación de la frontera agrícola, donde se reemplazan los bosques nativos por monocultivos. “En la Costa hay grandes extensiones de banano y muchos ecosistemas costeros se han eliminado y han sido reemplazados con camaroneras. Entonces, estos animales se van quedando con menos espacio y a la vez con menos recursos para poder vivir”, afirma Brito.
Para el investigador del Inabio, también se da un conflicto con los pobladores rurales que empiezan a verlo como una amenaza porque, al reducirse su hábitat, el gato silvestre empieza a entrar en criaderos de pollos y de cuyes para comerse algunos animales. “La gente lo que hace es poner venenos y trampas para matarlos”, afirma Brito.
REFERENCIA
Villarreal, A., Ochoa, T., & Brito, J. (2024). Leopardus garleppi (Carnivora: Felidae) en el bosque seco estacional de Ecuador, con observaciones sobre su dieta. Mammalia aequatorialis.
*Imagen principal: Leopardus garleppi. Foto: Álvaro García, uno de los coordinadores del Pampa’s Cat Working Group