Los estudios del ecólogo marino Fabio Favoretto han demostrado que las áreas protegidas como el parque Revillagigedo, en México, no solo restauran la vida marina, sino que también benefician a las pesquerías cercanas. Sus hallazgos contradicen la creencia de que la prohibición de la pesca causa pérdidas económicas. Conversamos con él sobre sus análisis y el futuro que le espera a Revillagigedo.
La investigación
Italiano de nacimiento, Favoretto estaba acostumbrado a ver con tristeza el Mar Mediterráneo, severamente impactado por años de una sobrepesca que llegó a extinguir especies como mantas y tiburones. Por eso, cuando llegó a México y conoció el parque >recién decretado meses atrás en el Océano Pacífico —reconocido por ser el más grande de Norteamérica que prohíbe la pesca—, su primer pensamiento fue “yo quiero que todos los mares regresen a esta riqueza”, sostiene el experto en ciencia de datos sobre pesca e investigador del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California, en San Diego.

Esta emoción lo llevó a investigar Revillagigedo a profundidad. En mayo del 2023, publicó una investigación que —a diferencia de lo que argumentó el sector de la pesca industrial en contra del decreto del parque— comprueba que las áreas marinas protegidas que prohíben la pesca tienen la capacidad de restaurar la vida marina dentro de sus límites, pero también de reponer las pesquerías cercanas. Es decir, se comprobó que existe un beneficio tanto para la biodiversidad, como para la economía a la vez.
Mongabay Latam conversó con el especialista respecto a sus hallazgos y el futuro que espera para el Parque Nacional Revillagigedo y otros sitios que pudiesen replicar su modelo.
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Imagen principal: Un buzo se acerca a las características formaciones geológicas del sitio de buceo llamado “El Boiler”, en la Isla San Benedicto, en Revillagigedo. Es llamado así por su forma cilíndrica y se trata de uno de los sitios más apreciados por su biodiversidad. Foto: Ramiro Arcos