El Bosque Lluvioso Amazónico
El Amazonas: El Bosque Lluvioso más Extenso del Mundo
21 de noviembre de 2007
La cuenca del Río Amazonas alberga el bosque lluvioso más extenso de la Tierra. La cuenca, de aproximadamente el tamaño de los cuarenta y ocho estados contiguos de Estados Unidos, cubre un 40% del continente sudamericano e incluye porciones de ocho países: Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana y Surinam, así como la Guyana Francesa, un departamento de Francia.
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La Amazonía está compuesta por un mosaico de ecosistemas y tipos de vegetación, que incluyen bosques lluviosos, bosques estacionales, bosques deciduos, bosques inundables y sabanas, lo cual refleja las condiciones ambientales y la influencia humana del pasado. La cuenca es drenada por el Río Amazonas, el más grande del mundo en términos de su volumen y el segundo más largo después del Nilo. Cuenta con más de 1,100 tributarios, 17 de los cuales tienen más de 1000 millas de longitud. Dos de ellos (el Negro y el Madeira) tienen un volumen mayor que el del Río Congo (antiguamente Zaire). El sistema ribereño es el sostén del bosque y su historia juega un papel importante en el desarrollo de sus bosques lluviosos.
HISTORIA
Alguna vez el Río Amazonas fluyó hacia el oeste, quizás como parte del antiguo sistema ribereño del Congo (Zaire), desde el interior de la actual África, cuando los continentes estaban unidos como parte de Gondwana. Hace quince millones de años, se formó la Cordillera de los Andes por la colisión de la Placa Sudamericana con la Placa de Nazca. El surgimiento de los Andes y el vínculo de los escudos de roca madre de Brasil y Guyana, bloquearon el río y provocaron que el Amazonas se convirtiera en un enorme mar interior. Este océano se convirtió gradualmente en un lago pantanoso de agua dulce y los habitantes marinos se adaptaron a la vida en este tipo de aguas. Por ejemplo, más de 20 especies de rayas, bastante emparentadas con las que se encuentran en el Océano Pacífico, habitan actualmente las aguas dulces del Amazonas.
Hace aproximadamente diez millones de años, las aguas deshicieron la arenisca del oeste y el Amazonas empezó a fluir hacia el oriente. En esta época, nació el bosque lluvioso del Amazonas. Durante la era de hielo, disminuyó el nivel del mar y el gran lago Amazonas drenó rápidamente, convirtiéndose en un río. Tres millones de años después, el océano retrocedió lo suficiente como para exponer el istmo de América Central y permitir la migración en masa de especies de mamíferos entre las Américas.
Las eras glaciales provocaron el retraimiento de los bosques lluviosos tropicales alrededor del mundo. Aunque el tema es debatible, se cree que gran parte del Amazonas se tornó sabana y bosque de montaña (ver capítulo 3-Eras de Hielo y Glaciación). La sabana dividió parches de bosque lluvioso en “islas” y separó a las especies existentes durante largos periodos de tiempo, lo que originó un proceso de diferenciación genética (en África se llevó a cabo un cambio similar en el bosque lluvioso. Muestras del núcleo del delta sugieren que la cuenca del poderoso Congo estaba desprovista de bosque lluvioso en ese tiempo). Cuando terminaron las eras de hielo, el bosque se unió nuevamente y las especies que habían divergido lo suficiente para constituir especies separadas, se sumaron a la tremenda diversidad de la región. Aproximadamente hace 6,000 años, los niveles oceánicos crecieron cerca de 130 metros, causando nuevamente que el río se inundara como un lago gigante de agua dulce.
EL RÍO AMAZONAS HOY EN DÍA
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Actualmente el Río Amazonas es el más voluminoso del mundo, con once veces el volumen del Río Mississippi, y drena un área equivalente al tamaño de los cuarenta y ocho estados contiguos de Norteamérica. Durante la época lluviosa, la boca del río puede tener 300 millas de ancho y descargar hasta 500 mil millones de pies cúbicos de agua (5,787,037 pies cúbicos/seg) al Atlántico. Como referencia, la descarga diaria de agua del Amazonas hacia el Atlántico, es suficiente para abastecer a la ciudad de Nueva York con agua dulce durante nueve años. La simple fuerza de la corriente provoca que la corriente siga fluyendo 125 millas en el interior del mar, antes de mezclarse con el agua salada del Atlántico. Los antiguos marineros podían tomar agua dulce del océano antes de avistar el continente Sudamericano.
La corriente del río acarrea toneladas de sedimento suspendido, lo que le confiere la característica apariencia fangosa de las aguas blancas. Se estima que la cantidad de sedimentos suspendidos que son acarreados al mar alcanza los 106 millones de pies cúbicos al día. El sedimento que se deposita en la boca del Amazonas da como resultado la isla de Majaro, la isla riparia más grande del mundo, cuyo tamaño se aproxima al de Suiza.
(SIGUIENTE La Ecología del Bosque Lluvioso Amazónico)