Investigadores recientemente viajaron al remoto Amazonas del Brasil para investigar cómo se forman las nubes y cómo llueve en una atmósfera descargada por la contaminación causada por el ser humano.Estudiando las partículas de aerosol atmosféricas, las cuales impactan la formación de nubes y partículas sobre bosques vírgenes, los investigadores descubrieron que cuando al Amazonas se lo deja solo èste actúa como su propio “bioreactor”: las nubes y las precipitaciones son producidas por la abundancia de plantas.
“Los árboles básicamente “exsudan” moléculas orgánicas que reaccionan con compuestos en la atmósfera produciendo partículas diminutas con un tamaño alrededor de 20 a 200 nanometros”. Explica Markus Peters, un docente asistente en la univesidad del estado de Carolina del Norte y uno de los miembros de estudio en una tirada de prensa. “Estas partículas siembran las nubes. En adición otras partículas biológicas forman los núcleos de hielo para las nubes” Tales núcleos son esenciales para la formación de precipitaciones.
Los nubes se forman sobre el Amazonas de Colombia. Foto: Rhett A. Butler. |
En otras palabras, en bosques tropicales vírgenes, tanto las nubes como las precipitaciones son instigadas por material orgánico del bosque tales como detritos de plantas, polen,esporas fúngicas y bacterias. De acuerdo al estudio el 80% de partículas supermicronianas -con un diámetro más grande que una micrometro-en la atmósfera fueron producidas por la vida Amazónica. Estas partículas supermicronianas forman los nucleos de hielo los cuales eventualmente forman las precipitaciones. Por lo tanto, los científicos dicen que la vida abundante en el Amazonas esencialmente crea las nubes y las precipitaciones que lo mantienen.
“El bosque tropical del Brasil durante la estación de lluvias puede ser descrito como un bioreactor”, dice Ulrich Pöschl del Instituto Max Planck para la Química, añadiendo que “ ya podemos decir que el número de gotitas de las nubes sobre bosques tropicales del Amazonas es limitado en aerosol, lo que significa que depende del número de partículas de aerosol el cual es soltado por el ecosistema”.
“Si se pierde el ecosistema, tambien van las partículas de aerosol para formar nubes y producir precipitaciones” Petters dice que espera que el estudio ayude a los científicos alrededor del mundo a entender mejor cómo las actividades humanas están cambiando el clima del mundo.
“El Amazonas es único porque provee un buen lugar para que podamos apreciar una interacción atmosférica sin la influencia humana y podamos catalogar la actividad desde el punto de partida en los bosques tropicales” él explica- “Si llegamos a comprender ese punto de partida alrededor del mundo lo suficientemente bien podremos hacer simulaciones que muestren cómo las emisiones de aerosol humano modulan el cambio climático.
El bosque tropical del Amazonas es el más grande del mundo aun cuando enfrenta amenazas de miríadas de la agricultura comercial, crianza de ganado, explotación forestal, petróleo y gas, diques, construcción de carreteras, agricultura de quema y tala. Desde 1970 al 2005 el Amazonas en Brasil ha sido reducido en 600.000 kilometros cuadrados (232.000 millas cuadradas), un àrea del tamaño de Ucrania y casi el 20% del total de bosques tropicales del Brasil.
Citación: U. Pöschl, S. T. Martin, B. Sinha, Q. Chen, S. S. Gunthe, J. A. Huffman, S. Borrmann, D. K. Farmer, R. M. Garland, G. Helas, J. L. Jimenez, S. M. King, A. Manzi, E. Mikhailov, T. Pauliquevis, M. D. Petters, A. J. Prenni, P. Roldin, D. Rose, J. Schneider, H. Su, S. R. Zorn, P. Artaxo, M. O. Andreae. “Rainforest Aerosols as Biogenic Nuclei of Clouds and Precipitation in the Amazon.” Science 17 Septiembre 2010: Vol. 329. no. 5998, pp. 1513-1516. DOI: 10.1126/science.1191056