Rana Macaya, Eleutherodactylus thorectes, una especie en grave peligro de extinción en el Macizo de la Hotte, Haití. Casi del tamaño de una uva verde cuando está madura, esta es una de las ranas más pequeñas del mundo. Vista por última vez en 1991. © Robin Moore/iLCP
En vísperas del aniversario del destructivo terremoto del año pasado, los científicos han anunciado algunas noticias positivas sobre Haití: el redescubrimiento de seis especie de ranas.
Las especies, algunas de las cuales fueron vistas por última vez hace dos décadas, fueron descubiertas durante un estudio biológico en los restos severamente degradados de los bosques tropicales del país.
Rana ventrílocuo, Eleutherodactylus dolomedes, una especie en serias vías de extinción en el Macizo de la Hotte, Haití. Vista por última vez en 1991.
Bosque nuboso a unos 1,600m de altura en la Reserva de la Biosfera Macaya en el Macizo de la Hotte, Haití, hogar de muchos anfibios en serio peligro y uno de los sitios más importantes para la conservación en todo el mundo.
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“Fue increíble”, dijo Robin Moore, biólogo de Conservación Internacional quien co-condujo la expedición de octubre a una remota montaña en la zona sur de Haití. “Fuimos en busca de una especie perdida y encontramos otras como si fueran tesoros ocultos. Esto representa para mí una bienvenida dosis de resistencia y esperanza para los habitantes y la flora y la fauna de Haití.”
Moore, junto con Blair Hedges de la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State), habían esperado encontrar la rana La Selle (E. glanduliferoides), una especie que fue vista por última vez hace más de 25 años. En su lugar, durante la expedición de ocho días, los científicos y su equipo encontraron 25 de las 49 especies conocidas del país, incluyendo seis especies perdidas hace mucho tiempo.
La seis especies incluyen: la rana ventriloquial de la Hispanola, que es conocida por su insólita llamada; la Rana de Mozart, también famosa por su llamada; La rana Hotte Glanded, caracterizada por llamativos ojos azules color zafiro; La rana Hispaniola coronada, una especie arbórea con una serie de protuberancias en su cabeza que se parecen a una corona; y Macaya Burrowing, una especie que lleva renacuajos en lugar de huevos. Todas las ranas, excepto Macaya Burrowing que fue vista recientemente en 1996, fueron las últimas documentadas en 1991 durante una expedición realizada por Hedges.
Los descubrimientos aumentan la esperanza de que todavía haya tiempo para salvar la diversidad biológica única, pero sumamente amenazada de Haití.
“Una suposición común sobre Haití es que ya no queda nada más que salvar”, dijo Moore en una declaración.” Eso no es completamente cierto. Hay focos biológicamente ricos e intactos, a pesar de padecer enormes presiones ambientales. Haití ahora tiene la oportunidad de diseñar sus proyectos de reconstrucción alrededor de estos focos, y hacerlos crecer, de esta manera, pueden actuar más eficazmente como barreras naturales contra el cambio climático y catástrofes naturales.”
Hedges agregó que hay poco tiempo que perder.
“La biodiversidad de Haití, incluyendo sus ranas, se está acercando a un evento de extinción total causado por la masiva y casi completa deforestación, “dijo Hedges, agregando que el 92 por ciento de las ranas de Haití están en peligro de desaparecer por la extinción. “A menos que la comunidad mundial tenga una pronta solución, perderemos muchas especies únicas para siempre.”
La expedición es parte de Conservation International’s Search for Lost Frogs (Conservación International en búsqueda de ranas perdidas), que fue lanzada el verano pasado, para destacar la grave situación de los anfibios que experimentan una rápida disminución de la población en todo el mundo debido a la pérdida de su hábitat, introducción de nuevas de especies ajenas, contaminación, pesticidas, enfermedades, y los impactos de cambio climático. La iniciativa, que hasta el momento ha incluido búsquedas en 19 países, ha redescubierto tres especies, incluyendo: la salamandra mexicana que era vista desde 1941, una rana de Costa de Marfil vista por última vez en 1967, y una rana de la República democrática del Congo vista por última vez en 1979.
“Encontrar seis especies perdidas en estos pequeños rincones del país nos dice que, a pesar de las enormes presiones humanas, la naturaleza sigue viva en Haití, ” dijo Moore. ” Hay motivos para tener esperanza”.
“Los ecosistemas que estas ranas habitan, y su capacidad de sostener vida, son críticamente importantes para el bienestar a largo plazo de la gente de Haití, que dependen de bosques sanos para su sustento, seguridad de alimentos y agua dulce,” agrega. “Administrado correctamente, estas especies y ecosistemas pueden convertirse en una fuente de riqueza natural y orgullo nacional para el país, que esperamos ofrecerá beneficios a largo plazo para su gente.”