- Aunque ya está demostrado que la reserva Mar Tropical de Grau tiene una extraordinaria biodiversidad, el área no ha logrado ser protegida debido a que en ella operan lotes petroleros.
- Expertos sostienen que si bien la declaración de la reserva Dorsal de Nasca es importante y necesaria, no reemplaza la propuesta de proteger el Mar Tropical de Grau.
Durante la Cumbre de la Biodiversidad de las Naciones Unidas que se realizó en setiembre pasado, el presidente peruano, Martín Vizcarra, anunció que la Reserva Nacional Dorsal de Nasca se creará antes de que culmine el año 2020. De esta manera, el Perú creará su primera área natural protegida netamente marina y pasará de tener un 0,47 % de su mar protegido, el porcentaje más bajo de todos los países de América Latina, a resguardar casi el 8 % de su mar territorial. Se trata de una deuda pendiente del Perú, considerando que este año se cumple el plazo para que los países que firmaron el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica, que incluye las Metas de Aichi, protejan al menos el 10 % de su territorio marítimo.
El anuncio del presidente ha sido celebrado entre científicos y conservacionistas ya que la creación de esta área marina protegida de 63 millones de km2, que representa el 7.3 % del mar peruano, permitirá proteger una sucesión de 93 montes submarinos que se piensa reúnen una gran biodiversidad.
Pero, ¿qué ha pasado con la propuesta para proteger el mar del norte del Perú? El proyecto que busca crear el área marina protegida Mar Tropical de Grau se encuentra detenido, aunque en términos de biodiversidad, con la información que se conoce, es considerablemente más rico que la Dorsal de Nasca, asegura el experto en biodiversidad marina Yuri Hooker, director del laboratorio de biología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Lee más | Perú: ¿qué impidió la inspección de un barco chino con antecedentes de pesca ilegal?
Dorsal de Nasca: ¿qué es lo que se protegerá?
La cordillera de Nasca, formada hace aproximadamente 30 millones de años, tiene casi 3000 kilómetros y sirve de ruta migratoria para una serie de especies vulnerables como la ballena azul (Balaenoptera musculus), el cachalote (Physeter macrocephalus), aves y lobos marinos.
Patricia Majluf, vicepresidenta de la ONG Oceana en Perú, explica que así como la cordillera de los Andes es un importante foco de biodiversidad porque crea, a diferentes alturas y a distintas latitudes, diversos hábitats, lo mismo ocurre con las cordilleras que se encuentran bajo el mar.
La biodiversidad en los océanos se concentra principalmente en las costas, es decir, que es allí donde se encuentra la mayor abundancia y diversidad de especies. Al contrario, esa riqueza disminuye en mar abierto, aunque vuelve a concentrarse en las cordilleras que afloran desde el fondo marino. En la Dorsal de Nasca hay montañas que van desde los 4000 metros de profundidad hasta los 2000 metros. Hay fosas, cañones, terrazas, cimas, cuevas y cráteres que generan ambientes únicos para la vida marina. Majluf asegura que “se cree que cada monte submarino llega a tener una comunidad específica, así como en la selva prácticamente cada árbol tiene una comunidad única”. De hecho, precisa que la Dorsal de Nasca podría tener hasta un 40 % de endemismo, es decir, de especies que solo habitan allí y en ningún otro lugar del océano.
Todo esto, sin embargo, todavía no ha podido ser comprobado. “En marzo de este año habíamos quedado con gente de National Geographic que iban a venir con unas cámaras que permiten sacar fotos a 11 000 metros de profundidad, es decir, más allá de lo que se necesitaba”, cuenta Majluf. Sin embargo, la declaración del Estado de Emergencia debido a la pandemia cambió los planes de los expertos y la exploración quedó suspendida, aunque “seguimos con la idea de hacerlo”, asegura la bióloga.
Lo que sí existe por ahora, señala la vicepresidenta de Oceana, son algunos estudios que demuestran que los niveles de biodiversidad en diferentes puntos de la cordillera, incluyendo la sección peruana, son muy parejos. Es por ello que se piensa que la Dorsal de Nasca tiene tanta biodiversidad como otros lugares ya explorados de la cordillera. Sin embargo, la experta reitera que el área no ha sido estudiada en detalle por lo que no hay un listado de las especies que allí habitan.
En definitiva, “es muy probable que haya una alta biodiversidad en los montes submarinos [de la Dorsal de Nasca], pero no se sabe. Es un supuesto nada más”, dice Hooker.
En opinión del biólogo, la protección de esta extensa porción de mar “está muy bien porque Perú necesita áreas marinas protegidas”. Sin embargo, “lo que nos sorprende como investigadores es que se haya elegido un lugar en donde hay muy poca información, por sobre otro donde sí hay mucha información”, critica Hooker. El experto se refiere al Mar Tropical de Grau.
Lee más | Tiburón ballena es monitoreado en Galápagos, ranas ganan batallas contra minería en Ecuador y más
La larga espera de un área marina protegida
El área propuesta para la creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau, en la costa norte del país, tiene una extensión de cerca de 116 mil hectáreas que corresponden al 2 % del mar peruano, pero donde en tan solo 150 kilómetros de aguas superficiales se encuentra más del 70 % de todas las especies del territorio marítimo del país. “Es una zona sumamente importante, reconocida internacionalmente y considerada, con la información que hemos generado, un hope spot de biodiversidad”, dice Hooker. Así fue reconocida en el congreso de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en 2016 pues el organismo internacional determinó que se trata de unos de los 70 lugares más importantes del mundo para la conservación de la biodiversidad marina.
Por lo mismo, para el experto es igual o más importante proteger al Mar Tropical de Grau, ya que asegura que en un solo metro cuadrado de cualquier arrecife rocoso de esa área es posible encontrar más de 100 especies de invertebrados, una cifra que supera a las identificadas hasta el momento en la Dorsal de Nasca.
Además, asegura Hooker, en el Mar Tropical de Grau se han encontrado decenas de especies nuevas para la ciencia y el área es considerada un hotspot de mamíferos marinos (ahí llegan ballenas jorobadas a dar a luz). A esto se suma que todas las especies de tortugas marinas que existen en este lado del Pacífico han sido registradas en la zona y al menos dos especies desovan en sus playas.
A pesar de todas estas virtudes, han pasado nueve años desde que se iniciaron las gestiones para la creación de una reserva en el mar tropical del Perú y nada se ha concretado hasta el momento.
“El expediente (para la creación de la reserva Mar Tropical de Grau) está super completo, expertos del Sernanp incluso nos dicen que ningún expediente de creación de un ANP en el Perú tiene tanta información sustentatoria”, dice Hooker. Sin embargo, “ni siquiera se ha presentado formalmente el proyecto al Consejo de Ministros”, asegura el experto.
Una de las razones para este larga espera, coinciden Majluf y Hooker, es la superposición de intereses. En el Mar de Grau no solo hay una extraordinaria biodiversidad, sino también existe una importante industria de explotación de hidrocarburos.
En los departamentos de la costa norte del país hay 1200 pozos petroleros operativos y, según información de PeruPetro, son cinco los lotes que se encuentran en el área propuesta para conservación, cuatro de ellos en explotación.
La declaración del área protegida no impediría a las empresas petroleras continuar sus operaciones, pues de acuerdo a ley la creación de una reserva no prohíbe que se sigan realizando las actividades que se desarrollaban previamente.
Sin embargo, las empresas “desde siempre se han opuesto absolutamente (a la creación de la reserva), lo han dicho públicamente, han sido los principales objetores y no han dejado que pase la propuesta”, dice Majluf.
Desde la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH) sostienen que la Ley de Áreas Naturales Protegidas, tal cual está redactada, no permite expresamente las actividades de hidrocarburos por lo que la declaración de la reserva pondrá freno necesariamente a los lotes petroleros adjudicados. Felipe Cantuarias, presidente de SPH, dijo durante el conversatorio “Mar Tropical del Perú: un lugar de esperanza” —evento paralelo al III Congreso de Áreas Protegidas de Latinoamérica que se realizó en Lima durante octubre del año pasado— que “la Ley de Áreas Protegidas no garantiza la coexistencia, en la práctica, entre la reserva marina y el desarrollo de actividades de hidrocarburos. Lo que nosotros hemos expresado al Ministerio del Ambiente (Minam) y al Sernanp es que lo que nosotros proponemos es una reforma de la Ley”.
El empresario sostuvo que consideran “que la coexistencia (entre la reserva marina y el desarrollo de actividades de hidrocarburos) no solo es factible sino que es necesaria”, pero agregó que para ello requieren “que la legislación se actualice para garantizar la seguridad jurídica tanto para las inversiones actuales como para las inversiones que vienen”.
Según la vicepresidenta de Oceana, la creación de un área protegida “les va a aumentar (a las empresas) los costos de monitoreo”, ya que “la reserva nacional tendría a sus guardaparques haciendo patrullajes, verificando y obviamente sus operaciones tendrían que ser mucho más cuidadosas”, complementa Hooker. “Todo eso las complica, les sale más caro”, agrega el experto.
Una investigación de Mongabay Latam, realizada en noviembre del año pasado, demostró que de acuerdo con lo reportado por las petroleras, el 88 % de los derrames ocurridos en el país han sido en la Costa Norte peruana. Además, la investigación demostró que la realidad podría ser aún peor, ya que en los registros que llevan los organismos del Estado sobre los barriles de petróleo vertidos a la naturaleza existen algunas imprecisiones, por lo que no se sabe con exactitud cuánto se ha derramado.
Según Hooker, “lamentablemente los diferentes gobiernos han preferido no incomodar a este sector (el de hidrocarburos) y todo el esfuerzo (de conservación) se ha destinado a un área donde no hay conflictos (Dorsal de Nasca) para crear un espacio gigantesco que ayuda al Perú a cumplir con sus compromisos internacionales”.
Mongabay Latam le preguntó al Ministerio del Ambiente su opinión respecto de las afirmaciones de los expertos, sin embargo, hasta la publicación de este artículo no hubo respuesta.
*Nota del editor: Mongabay Latam solicitó una entrevista a la oficina de comunicaciones del Ministerio del Ambiente pero hasta el cierre de la publicación no recibimos respuesta. Por error se indicó en el texto que las preguntas habían sido enviadas al Sernanp. La precisión ya fue ingresada.
*Imagen principal: La tortuga boba (Caretta caretta) habitaría en la zona de la reserva dorsal de Nasca. Foto: Oceana.
— — —
Videos | La situación ambiental en Perú
Si quieres conocer más sobre la situación ambiental de Perú, puedes revisar nuestra colección de artículos.
Facebook | Incendios y sequía en Bolivia
Si quieres estar al tanto de las mejores historias de Mongabay Latam, puedes suscribirte al boletín aquí o seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.