A Sergio Rivera Hernández lo desaparecieron en agosto de 2018. Indígena nahua, de oficio mecánico y padre de cinco hijos, se transformó en defensor del territorio al enterarse de las intenciones de construir un proyecto hidroeléctrico que generaría energía para la Minera Autlán.Eso sucedió en la Sierra Negra de Puebla, región del centro-sur de México en donde los ríos dan vida al territorio y en donde las radios comunitarias han sido una herramienta para la defensa del ambiente y el reclamo de justicia por la desaparición de Rivera.Cinco años después, no hay detenidos por la desaparición del defensor. El proyecto hidroeléctrico se detuvo, pero no se ha cancelado. Aún está vigente la concesión para el uso del agua del río Coyolapa que las autoridades entregaron a la empresa. José sostiene el micrófono con firmeza cuando lanza su mensaje por la radio comunitaria: “En este país cada vez va en aumento la situación de desapariciones. Todos debemos de ser conscientes de lo que pasa. El día de ayer fue lamentable ver que las fichas de búsqueda de personas desaparecidas, que luego vemos pegadas, hayan sido tapadas o arrancadas”. En la cabina de Radio Altépetl Zoquitlán, José, cuyo nombre real no es publicado por cuestiones de seguridad, pide a la gente que respete los carteles con los rostros de los desaparecidos, porque pueden ayudar a encontrar a alguien, porque son una forma de recordar que una persona está desaparecida. En las fichas de búsqueda colocadas en paredes y postes de esta comunidad de montañas y ríos ubicada en el estado de Puebla, al sur de México, se ven caras de mujeres y hombres jóvenes, pero no aparece el rostro de Sergio Rivera Hernández. Seguramente, la ficha de búsqueda con su nombre también fue arrancada. La ficha de búsqueda de Sergio Rivera. Foto: Olga Valeria Hernández/LADO B CC BY-NC-SA 2.5 MX Todavía en febrero de 2022, en la comunidad de Ventanillas, en un poste junto al arco de entrada que anuncia la llegada al municipio de Zoquitlán, había una ficha de búsqueda con la fotografía del indígena de 33 años: mirada seria, ceño fruncido, cabello negro y corto; el brazo derecho levantado a un lado de su rostro. En la cabina de Radio Altépetl Zoquitlán, José recuerda que el 23 de agosto de 2018 desaparecieron a Sergio Rivera Hernández, su amigo y compañero en la defensa de los ríos que serpentean por la Sierra Negra de Puebla, región cafetalera ubicada en el centro-sur de México, en la zona limítrofe con Oaxaca y Veracruz. Sergio Rivera Hernández encabezó en Coyolapa, su comunidad natal en el municipio de Zoquitlán, la formación de los comités de resistencia en contra del proyecto hidroeléctrico Coyolapa-Atzala, del Grupo Ferrominero al cual pertenece la Minera Autlán, que pretende usar las aguas de los ríos Coyolapa, Atzalan y Huitzilatl en la generación de energía eléctrica. Este proyecto afectaría un territorio que abarca los municipios de Zoquitlán, Tlacotepec y Coyomeapan; una región en donde habitan casi 90 000 personas. Ubicación del proyecto hidroeléctrico Coyolapa-Atzala. Mapa elaborado por GeoComunes Cuando lo desaparecieron, Rivera vivía con su esposa y sus cinco hijos y se dedicaba a la mecánica. En cuanto se enteró de la existencia del proyecto hidroeléctrico y las afectaciones al territorio, fue una de las principales figuras de referencia en la organización comunitaria. Quienes participaron en el movimiento en contra de la hidroeléctrica lo describen como muy reservado, pero también recuerdan que su personalidad era magnética: su voz y su presencia invitaban a escuchar sobre la lucha, a sumarse, a informarse. La voz de Rivera se escuchó en algunas de las transmisiones de las radios comunitarias que se fundaron en el marco de la oposición al proyecto hidroeléctrico. En 2016, Radio Tlacuache (zarigüeya), comenzó a sonar en el municipio de San Pablo Zoquitlán. Pocos meses después, en el municipio vecino de Tlacotepec de Díaz, Radio Tlayoli (maíz, en la variante del náhuatl que se habla en la zona) seguiría los mismos pasos. Ambas radios comunitarias nacieron como herramientas sonoras para la defensa del territorio: desde ahí se transmitían noticias sobre el avance del proyecto, se convocaba a asambleas, se informaba sobre los impactos de la hidroeléctrica y se invitaba a informarse para defender el territorio, combatiendo la desinformación de la empresa y del gobierno. (Izquierda) Cabina de Radio Altépetl Zoquitlán. Foto: Daniela Portillo. | (Derecha) La Radio Altépetl Zoquitlán fue la primera radio comunitaria de toda la Sierra Negra. Foto: Daniela Portillo. Enterarse por el periódico Sentada afuera de su casa en la comunidad indígena de Pozotitla, en el municipio de Zoquitlán, Flor recuerda cómo comenzó la defensa de los ríos en este rincón de la Sierra Negra de Puebla. Sus palabras, que por seguridad pide que sean citadas bajo un nombre ficticio, son acompañadas por el sonido de las aves y del viento que anuncian la lluvia. Era 2016 y ella tenía 14 años. Su padre, campesino y sembrador de café como muchos de los que viven en estas tierras, trabajaba en su cafetal ubicado a un kilómetro del cauce del río Coyolapa, cuando se encontró a dos hombres foráneos. Al preguntarles para qué hacían una brecha en un terreno privado, sólo respondieron con excusas. Días después, un periódico local publicó la noticia: Minera Autlán planeaba construir el proyecto hidroeléctrico Coyolapa-Atzala. La empresa es propiedad de José Antonio Rivero Larrea, primo de Germán Larrea Mota Velasco, dueño de Grupo México, al que pertenece la mina Buenavista de Cobre que en 2014 provocó un derrame de sulfato de cobre y metales pesados en el Río Sonora, al norte de México, y considerado como uno de los mayores desastres ambientales en el país.