- Un reporte realizado por el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), hecho con una combinación de imágenes satelitales de muy alta resolución y sobrevuelos, detectó dragas y nuevos puntos de minería ilegal.
- Especialistas autores del reporte explican los diversos factores que evidencian este incremento, específicamente en los ríos Puré y Cotuhé.
- Ahondan sobre la tendencia al alza del precio del oro y el financiamiento de grupos armados en las zonas fronterizas de Colombia, Brasil y Perú.
- La contaminación por mercurio en el agua y los alimentos que consumen las comunidades que dependen de los ríos es otra señal del avance.
Un reciente monitoreo satelital de la Amazonía colombiana muestra la extensión de la minería ilegal en ríos atravesando zonas protegidas y cruzando las fronteras con Brasil y Perú, lo que no solo representa una contaminación de los cuerpos de agua, sino un impacto en la salud de comunidades que habitan en esta región y que dependen principalmente de este recurso.
Este reporte —que utilizó imágenes satelitales de muy alta resolución y fotografías de sobrevuelos— analizó la situación actual de la minería ilegal en los ríos Puré y Cotuhé, en los tramos del sureste de la Amazonía colombiana, donde identificó decenas de dragas en diferentes puntos del curso de agua.
El Río Puré es el caso más grave del noroeste de la Amazonía, donde se detectaron 29 puntos de extracción sólo en noviembre de 2024. Entre marzo y abril de 2025, el monitoreo halló 27 dragas en diferentes puntos a lo largo del río.
Este seguimiento fue elaborado por el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), una iniciativa que busca integrar la ciencia para proteger al ecosistema más diverso de planeta y que forma parte de la Alianza para la Conservación Amazónica, en la que participan las organizaciones Amazon Conservation, de Estados Unidos; Conservación Amazónica-ACCA, de Perú; y Conservación Amazónica-ACEAA, de Bolivia, así como la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), de Colombia, junto con el apoyo de las fundaciones Overbrook, Gordon y Betty Moore.

Si bien esta iniciativa ha documentado la minería ilegal en tierra como uno de los principales impulsores de la deforestación en la Amazonía, ahora detectó también puntos de minería aluvial que han derivado en la contaminación del agua por el uso de mercurio para la extracción de oro.
Consultados por Mongabay Latam, los autores destacan los hallazgos del reporte para una actividad ilegal difícil de documentar, en una región poco accesible, ante la presencia de grupos armados y la falta de acción gubernamental eficaz en los últimos 15 años.
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Información precisa y rápida contra la minería ilegal
Especialistas de las organizaciones que integran la alianza destacan que las herramientas satelitales y de monitoreo utilizadas permiten contar con información precisa y rápida para identificar patrones de la minería ilegal, así como para la toma de decisiones.
Luz Alejandra Gómez, especialista en Sistemas de Información Geográfica de la FCDS, explica que la metodología utilizada en el monitoreo también recurre a las personas locales para identificar posibles dragas, hacer sobrevuelos a baja altura e identificar puntos de minería ilegal en los ríos.
“Allá no hay carreteras, casi todo se mueve por ríos y con conexiones de puertos. Entonces el plus de esta metodología justamente es contar con información mucho más detallada y rápida”, sostiene.

Matt Finer, director del programa de monitoreo MAAP, destaca que la combinación de imágenes satelitales Planet/Skysat de muy alta resolución —las cuales pueden capturar detalles de 50 centímetros por píxel en imágenes—, junto con los sobrevuelos, han permitido detectar detalles de las actividades ilegales que no se perciben con otras herramientas.
“En términos de esta resolución, se puede visualizar directamente la copa de un árbol, por ejemplo, y hasta el nivel o el color de una draga individual”, señala el especialista, quien incluso sostiene que con esta precisión ha podido detectarse si los equipos de minería ilegal cuentan con el servicio de internet de Starlink.
Además, estas imágenes satelitales y de sobrevuelos podrán servir como evidencia y para la toma de decisiones en el sistema de vigilancia entre los países involucrados.
“Estas imágenes sirven como elementos para la acción. Esto ha resultado en operativos y son evidencias, como en el caso de Brasil, algún día Colombia podrá utilizar para juicios cuando se capturen a personas [responsables]”, considera Andrés Santana, gerente de Lucha contra la Deforestación Ilegal de Amazon Conservation.

Huellas en ríos
Aunque los autores del reporte señalan que aún no hay suficientes elementos para afirmar que hay un incremento de la minería ilegal en los ríos amazónicos respecto a otros años, sí han identificado las huellas de esta actividad en algunas áreas.
Gómez afirma que en los Parques Nacionales Naturales Río Puré y Amacayacu, ya hay señales de deforestación en los bordes de los ríos Puré y Cotuhé, lo que no habían advertido en otros reportes.
“Ya se está viendo una pérdida de los bosques que están al borde del río”, sostiene la investigadora, que adicionalmente señala una mayor intensidad en el dragado de los ríos con la detección de balsas mineras en nuevos puntos.

En tanto, Santana explica que pese a la dificultad para marcar una tendencia de la minería ilegal en los ríos, pues pueden moverse a lo largo de la cuenca, sí pueden detectar factores que pueden provocar el incremento de esta actividad por el precio del oro.
“No podemos tener la seguridad de que en este punto aumentó, pero sí sabemos que hay más presiones para que la minería se incremente por el precio del oro”, señala el especialista.
El reporte destaca la tendencia al alza en el precio del oro, el cual ha crecido más de 200 % entre 2008 y 2025, al cotizarse de 812 a casi 3000 dólares en este periodo. El documento sostiene que este tipo de minería puede extraer hasta tres kilos de oro mensualmente, lo que equivale a 275 000 dólares.
Al ser una fuente clave de financiamiento para la delincuencia organizada, el informe también advierte que la minería ilegal ha provocado la expansión de economías ilícitas.

Para Gómez, la presencia de grupos armados es una factor más de las afectaciones de la minería ilegal.
“La mayoría de esas actividades la realizan los grupos armados y eso también ha mostrado que hay una mayor presencia y movimiento en los ríos fronterizos”, explica la especialista de la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible en Colombia.
Tras compartir el reporte sobre minería ilegal en esta región amazónica, autoridades de Colombia destruyeron ocho unidades de producción de minería ilegal, así como 34 dragas, balsas y combustible en un operativo binacional sobre el río Puré, junto con Brasil.
Sin embargo, los especialistas consideran que sin una coordinación entre países, la minería ilegal vuelve a los ríos y zonas protegidas.
“En el último año hubo dos o tres operativos, pero la actividad sigue, salen las balsas pero vienen otras. Es un tema de cómo se integran los gobiernos para hacer estos operativos porque no están atacando bien el problema”, dice Gómez a Mongabay Latam.

Mercurio en el agua y la comida
El informe destaca la contaminación que provoca la minería ilegal por mercurio, que se propaga al sistema alimentario con la contaminación de agua y peces consumidos por la población local, principalmente los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, entre ellos los Yurí–Passé.
La FCDS, explica Gómez, ha encontrado señales del incremento de la minería ilegal en los ríos con la detección de altos niveles de mercurio entre las personas que habitan y dependen del río para sobrevivir.
“Una persona puede tener una parte por millón, dos partes por millón, que está dentro de los límites, pero hay personas que tienen 15, 20 hasta 30 partes por millones de mercurio en el cuerpo”, expone la investigadora.
Esto, pese a la prohibición que existe en Colombia del uso de mercurio, así como de la importación y exportación de esta sustancia desde y hacia el territorio nacional, de acuerdo con la Ley 1658 de 2013.
El reporte de MAAP señala el reto de Colombia, Brasil y Perú en cuanto a los controles de comercialización y uso del mercurio, principalmente en zonas fronterizas, al tratarse de áreas de difícil acceso.

Santana sostiene que este es un aspecto en el que las organizaciones civiles buscarán incidir con la insistencia de que haya cooperación regional contra la minería ilegal.
“Estamos trabajando en un mapeo de las diferentes políticas que existen en la región para hacer un análisis de las brechas que hay a nivel normativo o institucional e identificar qué países están en mejores términos en cuanto a las leyes”, explica el investigador de Amazon Conservation a Mongabay Latam.
El especialista agrega que también se trabaja en recomendaciones de política pública e incluso de comunicación para que la sociedad entienda los riesgos que representa la minería ilegal en la región.
Los expertos coinciden en la necesidad de una perspectiva regional a nivel Amazonía entre los países para entender las dinámicas que hay entre Brasil, Colombia y Perú.
“Pueden haber concesiones mineras en alguno de los países y en otro no, eso hace que haya presiones para que se organice esta cadena [de responsabilidad]. Es un problema que trasciende las fronteras “, sentencia Santana.
Imagen principal: Pese a la operación contra minería ilegal en la selva amazónica, especialistas consideran que sin una coordinación regional, la minería ilegal vuelve a los ríos y zonas protegidas. Foto: cortesía Policía Nacional de Colombia