La empresa petrolífera peruana abandona su plan de perforación en áreas de poblaciones indígenas con las cuales aún no se ha tenido contacto pero desarrolla nuevas áreas.
Petroperú, el organismo corporativo peruano de petróleo y gas, anunció la semana pasada que extenderá la exploración de petróleo y gas a 25 terrenos en la Amazonía que cubren un área de 10 millones de hectáreas (casi 25 millones de acres).
La Organización Nacional de los Pueblos Indígenas Amazónicos de Perú, AIDESEP, criticó la medida llamándola una ‘nueva amenaza’ al grupo indígena del Perú. Según Amazon Watch, con estos nuevos terrenos 75 por ciento de la Amazonía peruana está ahora abierta a la exploración y perforación por petróleo y gas.
“Perú está incluyendo algunas de las regiones más remotas de la Amazonía en sus perforaciones por petróleo, amenazando a unos de los bosques de mayor biodiversidad del planeta y a las vidas de los pueblos que dependen de este bosque para su sustento,” afirmó en un comunicado de prensa Atossa Soltani, el Director Ejecutivo de Amazon Watch. “El actual desastre en el Golfo de México es una clara demostración de los riesgos involucrados. Un derrame de petróleo en la Amazonía ocasionaría un desastre ecológico.”
Bloques de petróleo y gas en la Amazonía occidental en febrero de 2010. El color amarillo entero indica que los bloques ya fueron concedidos a empresas. El amarillo a rayas muestra bloques que están en propuesta o todavía en la fase de negociación. Las áreas protegidas del mapa son las que IUCN considera de Protección Estricta (categorías I a III). La imagen es una modificación de Finer M, Jenkins CN, Pimm SL, Keane B, Ross C, 2008 Oil and Gas Projects in the Western Amazon: Threats to Wilderness, Biodiversity, and Indigenous Peoples. PLoS ONE 3(8): e2932. doi:10.1371/journal.pone.0002932 |
Los grupos indígenas han estado luchando por mucho tiempo contra las grandes iniciativas por petróleo en el país sudamericano. El año pasado el conflicto se puso violento: un punto muerto en la confrontación entre indígenas en protesta y la policía gubernamental resultó en la muerte de 23 funcionarios de la policía y al menos 10 indígenas.
Petroperú también anunció que abandonará los planes de exploración petrolífera en un área en que mora una tribu con la cual aún no ha habido contacto. El terreno 110, inicialmente concedido a la empresa brasilera Petrobras, será ahora vedado a la explotación.
De acuerdo a Survival International, la tribu mencionada se conoce como Murunahua o Chitonahua. Cuando a mediados de la década de los 90 se estableció contacto con algunos miembros de esta tribu, murió la mitad de su población, según estimaciones. Como han estado poco expuestas a muchas enfermedades, las poblaciones nativas con las que aún no se ha entrado en contacto corren mucho peligro cuando entran en contacto con forasteros.
“Es una buena noticia el que la Reserva Murunahua haya sido vedada a las empresas de petróleo y gas porque hubieran sido extremadamente peligrosas para las tribus, y porque no hubieran tenido consentimiento para operar allí. Sin embargo, Petroperú debe ahora extender ese precedente a otras áreas del Perú: no debe permitir que las empresas trabajen donde no tienen el consentimiento de los lugareños—sea que hayan o no hayan tenido contacto previo,” dijo en comunicado de prensa el Director de Survival International, Stephen Corry.
Un estudio a principios de año halló que el 41 por ciento de la Amazonía peruana ya estaba bajo 52 concesiones activas de petróleo y gas. En siete años, el espacio concedido aumentó en seis veces su cobertura. El estudio también encontró que muchas de las concesiones infringen áreas protegidas y territorio indígena, exacerbando el conflicto entre grupos indígenas y el gobierno peruano presidido por Alan García, quien es conocido por su inflamatoria retórica contra los grupos indígenas a quienes denomina “salvajes confundidos,” entre otros términos derogatorios.