El pangolín chino está catalogado como en peligro de extinción debido a un tráfico ilegal y masivamente insostenible de su carne y de sus escamas. Este pangolín habita en la Granja Kadoorie y Jardín Botánico. Foto cortesía de EDGE ZSL.
El año pasado decenas de miles de elefantes y cientos de rinocerontes fueron sacrificados para alimentar el apetito creciente del tráfico ilegal de vida silvestre. Este mercado negro, concentrado en gran medida en el Lejano Oriente, también aniquiló tigres, tiburones, leopardos, tortugas, serpientes y cientos de otros animales. Con un estimado de US$ 19 mil millones por año, el mercado en auge ha captado regularmente la atención de los medios de comunicación del mundo; incluso en 2012 hubo un discurso destacado al respecto por parte de la Secretaria de Estado de EE. UU. Hillary Clinton. Pero la mayor víctima del tráfico de vida silvestre dentro de los mamíferos no son los elefantes, ni los rinocerontes ni los tigres, sino un animal que recibe poca atención y mucho menos prensa: el pangolín. Si el nombre no te suena conocido, no eres el único.
“La mayoría de las personas no saben qué es un pangolín”, dice Rhishja Cota-Larson, fundadora y directora de Proyecto pangolín, además de otras iniciativas orientadas a los rinocerontes.
No es de sorprender que el público conozca tan poco a los pangolines ya que los científicos también están a oscuras. Nocturnos y con fama de tímidos, los pangolines casi no son vistos, mucho menos estudiados. Los científicos admiten sin reparos que la vida privada de los pangolines permanece en su mayoría así: privada. De todas maneras, hay una razón más por la que este animal es poco conocido: la indecisión de gobiernos y grandes ONG.
Pangolín malayo, también catalogado en peligro de extinción, en la Isla de Borneo. |
“Las acciones de conservación están enfocadas principalmente en los mamíferos grandes (por lo general, en las especies carismáticas) e ignoran la problemática urgente de mamíferos pequeños y de especies de bajo perfil”, sostiene Ambika Khatiwada, quien está estudiando el pangolín chino en Nepal. “El gobierno y otras organizaciones que trabajan en el lugar […] no cuentan con planes adecuados para la conservación de mamíferos pequeños, lo que ha limitado la información con respecto a la ecología, las amenazas y otros problemas de conservación relacionados con los pangolines”.
Aun así, a medida que comienzan a desaparecer —en una matanza masiva a lo largo del Lejano Oriente— la atención se está desviando unos grados hacia los pangolines. Hace poco, el famoso naturalista y cineasta, David Attenborough, eligió al pangolín como una de las diez especies que salvaría de la extinción en su programa especial de la BBC Attenborough’s Ark (el arca de Attenborough), en el que destacó que el pangolín “es uno de los animales más adorables que he conocido”. En 1956 Attenborough salvó a un pangolín de terminar en una olla de guisado en Bali y lo soltó en un bosque. Entretanto, la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL por sus siglas en inglés) agregó dos especies de pangolines (de las ocho que existen) a su programa EDGE de los mamíferos más singulares y en mayor peligro de extinción del mundo. Por último, y quizás el hecho más importante, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) creó un grupo de conservación e investigación dedicado solamente a estos animales enigmáticos.
Salvar a los pangolines no debería ser un concepto difícil de vender al público en general ya que, como dice Cota-Larson, tienen “un factor de ternura irresistible”. Además, si peligro de extinción significa algo, no hay otro mamífero que pueda encontrarse con tanta frecuencia en mercados, restaurantes y tiendas que conforman el infame tráfico de vida silvestre del Lejano Oriente.
“Los pangolines son, por lejos, la especie de mamífero más común en el comercio internacional; los animales son atrapados a lo largo de toda Asia para cubrir la demanda de uso en medicamentos tradicionales y el consumo de carne, principalmente en China”, cuenta Chris Shepherd, subdirector regional para el Sudeste Asiático de TRAFFIC, una organización dedicada a luchar contra la matanza ilegal de vida silvestre.
Dado que los pangolines están desapareciendo en enormes cantidades, hoy más que nunca es importante destacar que el sábado próximo (16 de febrero) es la segunda celebración anual del día mundial del pangolín.
Presentamos: características del pangolín
Un pangolín malayo utiliza su increíble lengua para alimentarse de hormigas en Vietnam. Foto: Tran Quang Phuong/Programa de conservación de carnívoros y pangolines.
Si quieres imaginar un pangolín, piensa en un oso hormiguero pequeño y luego cúbrelo con un caparazón escamoso, como el que imaginarías en un dragón. Además de estas escamas reveladoras, el pangolín tiene un hocico grande, con una lengua elástica para devorar eficazmente miles de hormigas y termitas; ostenta garras largas para desenterrar termiteros y camina sobre los nudillos para mantener estas garras en perfecto estado; también tienen glándulas odoríferas anales, como las mofetas, para repeler a sus depredadores. Fuertes como un acróbata de circo con cinco miembros (contando su cola prensil), los pangolines son unos trepadores de árboles sensacionales y, más sorprendente aún, son excelentes nadadores. Pero quizás el comportamiento más famoso de los pangolines es su habilidad para enrollarse en una bola de escamas, una defensa excelente contra depredadores no humanos. De hecho, la palabra pangolín viene del vocablo malayo ‘penggulung’ que se traduce por ‘rodillo’. Esta mezcla aparente de rasgos es lo que ha provocado que los pangolines hayan podido conquistar dos continentes con las ocho especies divididas de modo parejo en Asia y África.
“Los pangolines me atrajeron por primera vez en 2005 cuando estaba por irme a Sudáfrica para ofrecerme como voluntario en una reserva de animales” cuenta Dan Challender, quien en la actualidad trabaja en un doctorado sobre el comercio de pangolines. “Hojeando una guía práctica sobre mamíferos africanos, estos fueron los animales más alocados que encontré con respecto a su apariencia, morfología y, en general, a lo raro que se veían, y esperaba poder ver uno en el monte”.
Challender nunca logró ver un pangolín salvaje en Sudáfrica, pero desde entonces ha trabajado con pangolines a lo largo de Asia y fue la fuerza impulsadora para la creación del grupo de especialistas en pangolines de la IUCN.
Pangolín arbóreo en la República Democrática del Congo (DRC). Foto: Valerius Tygart. |
Si la apariencia general de los pangolines no es lo suficientemente rara, su ubicación en el árbol de la vida mamífera es igual de sorprendente. Aunque se parecen a un oso hormiguero con armadura, resulta que no tienen ninguna relación con estos. Por el contrario, pruebas genéticas recientes revelan que sus parientes más cercanos son en realidad carnívoros, a pesar de que a los pangolines les falta algo que todos los carnívoros tienen: dientes. Y, por supuesto, los pangolines no comen carne en el sentido convencional, sino que devoran insectos. No sorprende entonces que los pangolines y los carnívoros sean solo parientes lejanos: los osos hormigueros escamosos se separaron de los carnívoros hace unos increíbles 70 millones de años, lo que quiere decir que las ocho especies de pangolines del mundo ocupan un lugar completamente único en la Tierra. Los taxónomos incluso les han dado su propio orden: Pholidota.
Esto hace que los pangolines sean un excelente ejemplo de lo que los científicos denominan evolución convergente. Si bien no tiene relación alguna con los osos hormigueros de América, el pangolín ha desarrollado un tipo de cuerpo similar, inclusive fuertes garras, hocico largo y lengua larga y flexible. Ambos animales —pangolines y osos hormigueros— no hacen otra cosa que comer insectos como hormigas y termitas, y parece que esta dieta favorece ciertos tipos de rasgos hasta tal punto que dos familias de mamíferos completamente diferentes, en continentes distintos, pueden parecer mellizas, no obstante una sea peluda y la otra escamosa.
A pesar de sus numerosas peculiaridades, entre ellas, el hecho de ser el único mamífero en el mundo con escamas, los pangolines no han sido muy estudiados por los científicos. Challender cuenta que cuando comenzó a investigar sobre los pangolines “parecían casi olvidados si se quiere, comparados con otras especies de las que podría decirse que son más carismáticas”.
Esta negligencia significa que los investigadores tienen que comenzar de cero en la investigación sobre pangolines.
La segunda celebración del día mundial del pangolín es este fin de semana. Cortesía de Project Pangolin. |
“Sabemos muy poco sobre su papel en el ecosistema”, sostiene Shepherd. “Sabemos que juegan un papel importante como predadores de hormigas y termitas, pero fuera de eso nuestro conocimiento es bastante limitado. Se necesita más investigación para comprender mejor el papel que estas especies tienen y el impacto que la sustracción masiva de pangolines para el comercio tiene en el ecosistema que nos rodea”.
Pero los investigadores jóvenes están uniéndose a la corriente del pangolín. Mientras Challender trabaja en comprender el tráfico ilegal de pangolines, Ambika Khatiwada, un colega EDGE que trabaja con el Fideicomiso Nacional para la Conservación de la Naturaleza de Nepal (NTNC por sus siglas en inglés), inicia el primer proyecto de cámara trampa dedicado al pangolín en Nepal. Él y su equipo están colocando cámaras trampa cerca de las madrigueras de los pangolines con la esperanza de captar a los tímidos animales con la cámara y de aprender algo sobre sus andanzas nocturnas.
“Las cámaras estarán colocadas las 24 horas, durante por lo menos 15 días, en el mismo lugar. Se identificarán las ubicaciones ventajosas sobre la base de las [señales de pangolines] como madrigueras, huellas y excremento”, explica. Khatiwada también entrevistará a los locales sobre su conocimiento y apreciación de los pangolines.
“Esperamos que esta investigación sea de utilidad para [redactar un] plan de acción para Nepal enfocado en la protección de pangolines” sostiene. Estos planes de acción son necesarios para todas las variedades de pangolines en Asia, si no queremos que las especies desaparezcan una por una.
Hambre de pangolín
Este feto de pangolín es considerado una exquisitez. Foto cortesía de TRAFFIC.
Durante millones de años el pangolín dependió de sus escamas para protegerse. Compuestas de queratina, como las uñas humanas y el cuerno del rinoceronte, las escamas se vuelven más fuertes y afiladas a medida que el pangolín madura, lo que le brinda una protección resistente contra un bosque lleno de predadores. Un pangolín puede ostentar hasta cerca de 1000 escamas individuales y cuando se enrollan en una bola, le presentan al predador una armadura que sería la envidia de cualquier caballero medieval. Pero las escamas de los pangolines —únicas en el mundo—se han transformado recientemente en su perdición.
“La situación apremiante del pangolín es parecida a la de los rinocerontes en cuanto a que su característica física más peculiar es también la que lo lleva hacia la extinción” explica Cota-Larson. “Las escamas del pangolín son ostentadas como tratamientos para toda clase de cosas: para fomentar la menstruación, promover la lactancia, tratar el reumatismo y la artritis, para disminuir la inflamación y eliminar pus”.
Cota-Larson agrega que la “eficacia medicinal de las escamas de pangolín no está probada”. De hecho, es
posible que consumir escamas de pangolín no sea más beneficioso que comerse las propias uñas ya que ambas están compuestas de queratina.
Incluso hay declaraciones sobre la eficacia de las escamas de pangolín contra el cáncer. Pero esta es una historia usual que aparece cada vez que los traficantes ilegales quieren aumentar la demanda, y por lo tanto los precios, con la esperanza de que los enfermos y los desesperados estén dispuestos a pagar cualquier precio.
Si bien la demanda de escamas es mayor, la carne de pangolín también es popular y se cree que tiene beneficios para la salud en general. La carne de los fetos de pangolín es considerada una exquisitez. En el Lejano Oriente, a menudo se puede ordenar pangolín en los restaurantes; Shepherd sostiene que comer carne de pangolín en China o en Vietnam por lo general “otorga estatus” al cliente, así como en una época usar pieles era sinónimo de clase alta en occidente.
Escamas de pangolín. Foto cortesía de TRAFFIC. |
“Comer carne ilegal es un signo de estar por encima de la ley y de poder pagar ese tipo de comidas”, explica.
Nadie sabe cuánto ha crecido el tráfico ilegal de pangolines, pero no puede negarse que es masivo y completamente insostenible.
“Desde el año 2000, un mínimo de decenas de miles de animales han sido comerciados cada año en el exterior, desde países como Pakistán e Indonesia en Asia y desde Zimbabue hasta Guinea en África”, dice Dan Challender. El comercio internacional de pangolines fue prohibido por CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres) desde el 2000; además, los pangolines figuran en la lista de ‘especies protegidas’ en todos los países asiáticos donde se encuentra, excepto en Brunei. De todas formas, el comercio —absolutamente condenado por la ley tanto a nivel nacional como internacional— no ha hecho más que aumentar.
En 2010 TRAFFIC publicó un informe en el que se calculaba que una banda delictiva sola en el estado malayo de Sabah era responsable por la sustracción de 22 000 pangolines en un periodo de 18 meses. Entretanto, en 2011, se calculó que, solo en Vietnam, entre 40 000 y 60 000 pangolines fueron robados de su hábitat natural. Pero los cálculos totales son en su mayoría suposiciones basadas en la recuperación de pangolines por parte de las fuerzas de seguridad, que puede representar solo el 10 % del comercio total.
“Como es ilegal, es imposible hacer cálculos exactos sobre la extensión del comercio”, comenta Shepherd. “Sin embargo, se puede decir que el comercio es lo suficientemente grande como para que estas especies, que una vez fueron tan comunes y estaban tan extendidas, hayan sido completamente eliminadas en muchas partes de sus antiguos dominios”.
El comercio es manejado principalmente por dos países: Vietnam y China. Cabe destacar que estos dos países también son los impulsores principales del tráfico ilegal de cuernos de rinoceronte y a su vez juegan un papel importante en el comercio de tigres y de marfil.
“A pesar de que China es miembro de CITES, la mayor parte de los pangolines sustraídos de las selvas del Sudeste Asiático han sido ingresados de manera ilegal a China sin ningún control”, dice Shepherd.
El comercio ya ha provocado el ingreso de dos especies de pangolines (el chino y el malayo) a la lista roja de la IUCN como “en peligro”. Las otras dos especies asiáticas (el pangolín filipino y el indio) están catalogadas como “casi amenazado”.
Pangolín confiscado en Indonesia. Foto cortesía de TRAFFIC. |
Dado que los pangolines son nocturnos, pequeños, cavadores y casi nunca visibles, los cazadores han tenido que idear métodos ingeniosos, algunos utilizados por siglos, para atrapar a los mamíferos.
“A menudo los cazadores furtivos utilizan perros para buscar pangolines, en especial en áreas donde las poblaciones de pangolines ya se han visto reducidas”, explica Shepherd. “Sin embargo, los cazadores furtivos experimentados tienen gran habilidad para encontrar a estos animales, ¡algunos de los cuales sostienen que pueden encontrarlos por el olfato!”.
A su vez, el programa EDGE destaca en su sitio web que en el norte de China los pangolines son atrapados, por lo general, después de salir de la madriguera en invierno. Cuando los compran en el mercado “los matan aplastándoles el cráneo y luego le cortan rápidamente la lengua para dejarla desangrar y tomar la sangre caliente como un tónico”.
En ocasiones, después de atrapar a los pangolines, se los mantiene vivos hasta su venta. Las condiciones de vida son duras. Hace poco, el Proyecto Pangolín de Cota-Larson informó que a los animales se los alimenta a la fuerza con almidón para que aumenten rápidamente de peso.
“Este procedimiento debe hacerse con cuidado y habilidad ya que si se inserta el caño de manera incorrecta, en la tráquea por ejemplo, el almidón podría matar al pangolín de inmediato”, según Education for Nature-Vietnam.
TRAFFIC también ha denunciado que les inyectan almidón bajo la piel para engordarlos de manera artificial.
Pero el tráfico de pangolines se manifiesta en distintas extensiones y con métodos diferentes. Khatiwada cuenta la historia de cómo un traficante ilegal captó a una comunidad local para que atrapara pangolines para él.
“Un comerciante en la aldea de Nangkholyang [llegó haciéndose pasar por un] simple empresario para vender [cosméticos] para mujeres y comenzó a hablar inocentemente sobre las escamas de pangolín. Motivó a los aldeanos para que recogieran escamas de pangolín a cambio de una recompensa monetaria. Al final, logró recoger entre 15 y 20 kilos de escamas de pangolín”, cuenta Khatiwada, quien oyó la historia de una fuente anónima. “Esta situación refleja la seria amenaza a la supervivencia del pangolín a largo plazo en su hábitat natural”.
Nadie sabe dónde terminaron esas escamas. Pero el año pasado la policía nepalesa arrestó a un hombre que intentaba pasar a China con 50 kilos de escamas.
“Debe de haber más casos de tráfico ilegal, pero no tenemos suficiente información”, sostiene Khatiwada.
Planta procesadora ilegal de pangolines en Indonesia. Foto cortesía de TRAFFIC. |
Los datos en papel sobre el tráfico de pangolines son, al igual que el propio pangolín, escurridizos. Nadie sabe con exactitud cuántos pangolines quedan o cuántos han sido traficados. Pero Shepherd dice que no necesitamos esos datos para saber que el comercio comienza a causar estragos preocupantes en algunas especies.
“Unos años atrás, las autoridades recuperaban entre 15 y 20 toneladas por vez, pero las últimas capturas no llegan a los 100 animales. Esto, más la información anecdótica de traficantes y cazadores, sugiere con firmeza que los pangolines en Asia están en muy serios problemas. Cualquier animal que se reproduce con la lentitud con que lo hacen los pangolines no podrá soportar semejantes condiciones extremas de recolección”.
El tráfico ilegal de vida silvestre no es la única amenaza para los pangolines; también enfrentan la deforestación masiva a lo largo del Sudeste Asiático, que está poniendo en peligro a todas las especies de la región que dependen de los bosques. Según Conservation International, los bosques del Sudeste Asiático son los que corren mayor peligro en el mundo: solo el 5 % de los bosques originales de la región está intacto. A su vez, solo el 7 % de los bosques en Filipinas, Malasia e Indonesia permanecen intactos. La explotación forestal, las plantaciones y la agricultura industriales, la minería y las crecientes poblaciones humanas han causado sus estragos.
Khatiwada observa que incluso en Nepal, donde la zona forestal es todavía más sólida en comparación con la del Sudeste Asiático, los pangolines están perdiendo su hábitat natural debido a una cantidad de actividades entre las que se puede mencionar las crecientes poblaciones humanas, las carreteras, los incendios forestales, la minería y las plantaciones de cardamomo.
¿Para África?
El pangolín terrestre, captado en esta imagen, podría correr gran peligro si el tráfico se traslada de Asia a África. Foto: Maria Diekmann/Rare and Endangered Species Trust.
Entonces, ¿qué sucede si los pangolines desaparecen de Asia? Si la historia ofrece algo de perspectiva, esto no se detendrá allí. El tráfico de rinocerontes se trasladó completamente a África una vez que estos mamíferos desaparecieron casi por completo en Asia. Lo mismo podría pasar con los pangolines. Con la existencia de cuatro de las especies de pangolines del mundo en África, ya existen indicios de que la caza furtiva ha comenzado.
“En la actualidad, las especies africanas de pangolines se trafican con menos frecuencia a China. Sin embargo, no debería sorprender que esta actividad aumente a medida que las especies asiáticas comienzan a escasear”, explica Cota-Larson. “Por ejemplo, primero terminaron con los tigres y las especies de rinocerontes asiáticas. Ahora, los huesos de león africano son reemplazados por huesos de tigre y el cuerno de rinoceronte africano se pasa de contrabando a los mercados de consumo en Asia”.
Los pangolines africanos, compuestos por cuatro especies, ya son objeto de caza en el ámbito local para consumo de carne y medicinas. Una de las especies, el pangolín arbóreo, está catalogado en la actualidad como “casi amenazado” debido, en gran parte, a la caza local desmedida. Si el tráfico asiático de pangolines se desplegara totalmente en África, es posible que estas especies sean eliminadas con la misma rapidez que las de Asia.
“En general, se necesitan con urgencia más recursos y esfuerzos para evitar que los pangolines africanos lleguen al estado en el que están las especies asiáticas” dice Shepherd. “La reciente creación del grupo especializado en pangolines de IUCN SSC es un gran paso en la dirección correcta y con suerte podrá facilitar y catalizar el trabajo que se estaba necesitando, pero el destino de los pangolines depende, en gran parte, del compromiso de los gobiernos para tomar medidas enérgicas contra el tráfico y de los consumidores para elegir no comprar partes de pangolines”.
El año pasado Proyecto Pangolín informó sobre fracasos de tráfico ilegal de pangolines en Kenia, Zimbabue y Uganda. Pero estos son solo los cazadores furtivos que fueron atrapados.
“Todo lo que sabemos es que los pangolines en Asia están siendo diezmados y que a medida que estas poblaciones desaparezcan, los traficantes trasladarán sus actividades a África” advierte Shepherd.
El enigma del cautiverio
Pangolines en una jaula en un mercado. Foto: TRAFFIC.
Los elefantes y los tigres no desaparecerán de la Tierra en un futuro cercano. Aun cuando los cazadores furtivos lograran, lamentablemente, matar a los tigres y elefantes en estado salvaje que quedan, existen suficientes ejemplares en cautiverio (de hecho, hoy en día hay más tigres en cautiverio que en libertad) como para que exista la posibilidad de que estas especies emblemáticas sean reintroducidas a su hábitat natural, como se está haciendo con el órice de Arabia después de haber sido objeto de caza casi hasta su extinción en estado salvaje. Pero los pangolines no tienen la seguridad de una población resistente en cautiverio, lo que acelera mucho más el peligro de extinción.
“Según mis conocimientos, en la actualidad, es posible que existan menos de 100 pangolines asiáticos en cautiverio en una serie de instituciones”, explica Challender. “Son muy difíciles de mantener en cautiverio, ni qué hablar de lograr que se reproduzcan, principalmente por su dieta especial a base de hormigas y termitas. Copiar esta dieta ha demostrado ser un desafío especial, lo que provocó que los animales a menudo sufrieran de estrés”.
Por ejemplo, Khatiwada cuenta que lo que más vivió un pangolín en el zoológico central de Nepal, en Katmandú puede contarse en meses y no en años: nueve meses para ser exactos.
Los pangolines rescatados muy pocas veces viven por mucho tiempo, aunque los ecologistas esperan poder cambiar esta situación. Foto: Mark Auliya. |
“Debido a un 100 % de mortalidad en cautiverio, en la actualidad no hay más pangolines en el zoológico” nos cuenta. Desde 2011 la política del zoológico es soltar a los pangolines cautivos y llevarlos a su hábitat natural en lugar de intentar mantener una población en cautiverio.
En los pocos casos en los que los cuidadores logran mantener a los pangolines vivos y contentos, la reproducción en cautiverio es casi imposible.
“Solo algunos pocos zoológicos, luego de invertir gran cantidad de tiempo, esfuerzo y recursos financieros, han logrado que los pangolines se reproduzcan en cautiverio. A la fecha, menos de 10 pangolines han sido producto de reproducción en cautiverio” explica Shepherd. “Estos animales no son adecuados para vivir en cautiverio y definitivamente no son adecuados para la reproducción comercial en cautiverio”.
Esto significa que los pangolines no han sido criados en Asia como los osos y los tigres, a pesar de que algunos dicen lo contrario en el Sudeste Asiático.
“Después de una investigación se comprobó que todas estas afirmaciones eran falsas”, dice Shepherd y agrega que “algunas especies (como las gallinas) se reproducen bien en cautiverio a una escala comercial. Los pangolines no están entre ellas”.
Incluso los pangolines rescatados de las manos de un cazador furtivo o de un traficante tienen sus propios problemas. Challender explica que los pangolines rescatados a menudo sufren de úlceras estomacales letales debido al estrés provocado por el cautiverio, o sea que cuando las autoridades hacen una redada y encuentran pangolines vivos —algo que no es inusual— estos ejemplares por lo general mueren al poco tiempo.
Pero el Programa de Conservación de Carnívoros y Pangolines (CPCP por sus siglas en inglés) en Vietnam espera poder cambiar esta situación. La organización encabeza un proyecto para determinar la mejor manera de rehabilitar pangolines rescatados e incluso devolverlos a donde pertenecen: el bosque. Cuando controlan el comportamiento de los pangolines rescatados, los investigadores buscan indicios de comportamiento natural —como destreza para trepar árboles o cavar— a fin de encontrar posibles candidatos para trasladar al Parque Nacional Cat Tien.
Su incapacidad para reproducirse en cautiverio ha hecho que los pangolines evitaran el fastidio de ser criados. Pero esto también significa que los ecologistas no tienen un plan de contingencia si las especies se consumen hasta su extinción. Además, esto significa que cada escama o trozo de carne de pangolín que ingresa al tráfico ilegal viene de un solo lugar: su hábitat natural.
¿Soluciones?
El pangolín chino. Foto: Gary Ades/KFBG.
Todo esto —tráfico ilegal masivo, pérdida de hábitat, poca atención y problemas en cautiverio— dejan a los pangolines del mundo en una situación muy precaria que podría volverse catastrófica sin previo aviso. Pero eso no significa que no haya esperanza. Gracias a esfuerzos activos de conservación, fue posible rescatar cientos de especies de situaciones más sombrías. La buena noticia es que las leyes básicas ya están hechas: es ilegal cazar o vender pangolines en todo el Lejano Oriente, incluso en las dos zonas calientes: China y Vietnam. Entonces, ¿qué debe pasar ahora?
“Para salvar a los pangolines es necesario un enfoque multilateral”, dice Shepherd. “Los gobiernos deben comprometerse a aumentar los esfuerzos de ejecución para cerrar el tráfico en todos los eslabones de la cadena: cazadores furtivos, intermediarios y traficantes a gran escala. Las penas deberían ser lo suficientemente severas como para servir como elemento disuasorio efectivo”.
Escamas de pangolines en Indonesia. Foto cortesía de TRAFFIC. |
Al igual que en el caso de muchas otras especies que caen en la trampa del tráfico ilegal de vida silvestre, Shepherd y otros expertos sugieren una combinación de incrementar los esfuerzos para aplicar la ley y de trabajar para frenar la demanda.
También es necesario “dictar sentencias con todo el peso de la ley”, según Cota-Larson. Por lo general, los cazadores furtivos y los traficantes salen con algo más que una amonestación menor, incluso en países donde las leyes son estrictas. Esto está comenzando a cambiar en el caso de animales más reconocidos —como los tigres y los rinocerontes—, pero los traficantes de pangolines aún se salen con la suya.
“Los traficantes de pangolines continúan operando sin mucho miedo a penas graves. Para la mayoría de los que son atrapados, se les confiscan los animales, pero no reciben un castigo que sirva como elemento disuasorio. Muchos ni siquiera son condenados. Si los esfuerzos de ejecución fueran suficientes, los pangolines no estarían en la situación crítica en la que se encuentran”, explica Shepherd.
Tomar medidas más enérgicas contra cazadores furtivos y traficantes de pangolines sería muy útil, pero nada solucionaría el problema con mayor efectividad a largo plazo que recortar la demanda. Si las escamas, la carne y hasta los fetos de pangolín no tuvieran demanda, las ocho especies estarían bastante a salvo. Reducir la demanda no es imposible. La demanda de carne de ballena ha caído tanto después de una prohibición mundial y de décadas de campañas que Japón prácticamente tiene que regalarla. Por su lado, el comercio mundial de pieles en el hemisferio norte ha perdido gran parte de su poder a medida que surgieron las fábricas de pieles sintéticas y las campañas contra las pieles. Los ecologistas esperan que algún día pueda suceder lo mismo en el Lejano Oriente, pero eso significa pelear una larga guerra, con estrategias múltiples, y no una sola batalla.
“Despertar consciencia entre los practicantes de la medicina tradicional […] es clave para disminuir la demanda y finalmente sacar a estas especies del borde de la extinción. Deben llevarse a cabo más investigaciones sobre alternativas para reemplazar las partes de pangolín junto con una campaña masiva de reducción de demanda”, sostiene Shepherd, quien destaca que ya existen algunas alternativas para reemplazar las escamas de pangolín en el mercado de la medicina tradicional china.
Pangolín chino en el zoológico de Taipei. Foto cortesía de ZSL EDGE. |
Además, Shepherd advierte que es momento de que los consumidores “asuman su responsabilidad”.
“Es necesario despertar consciencia en el público en general, en especial entre los grupos potenciales de consumo. Las personas deben comportarse como consumidores responsables y negarse a comprar partes de pangolín y sus derivados. Además, necesitamos que el público se comprometa más con la conservación del pangolín”, dice Shepherd, quien agrega que los ciudadanos preocupados pueden jugar un papel activo en la salvación de pangolines.
“Apele al gobierno para que tome con seriedad los problemas con la caza furtiva y el tráfico de pangolines. Niéguese a gastar dinero en restaurantes o tiendas de medicina tradicional que vendan partes de pangolines o derivados. Apoye las iniciativas para la conservación del pangolín”.
Sin embargo, Challender sostiene que existe un último tema que requiere atención, si queremos preservar a los pangolines a corto plazo: establecer lugares seguros para los pangolines.
“Es necesario identificar hábitats naturales donde residan y brindar incentivos para su conservación […] No obstante, este es un desafío particular dado el alto precio que los pangolines pueden otorgar en el tráfico ilícito, pero la realidad es que podría ser la única manera de preservar a los pangolines”, explica.
Estos lugares seguros, con participación de la comunidad, podrían asegurar que los pangolines resistan mientras se avanza en las otras estrategias: disminuir la demanda e implementar la ley. Organizar iniciativas comunitarias, inclusive proponer incentivos, para proteger a las especies en peligro es jugar un papel cada vez más importante en los esfuerzos de conservación a nivel mundial. Si los locales valoran la vida silvestre que los rodea, será mucho más difícil para los cazadores furtivos y los traficantes continuar avanzando.
Día mundial del pangolín en chino. |
Los pangolines están dentro de un enorme grupo de especies que hace tiempo se ven amenazadas, pero históricamente se han beneficiado con poco o nada de esfuerzos dedicados a su conservación. Durante décadas, los ecologistas se decían a sí mismos que si podían salvar a las especies grandes, llamadas carismáticas, entonces podrían proteger también a las especies pequeñas. Salvemos al bosque, decían, y salvaremos a todo. Pero la naturaleza no solo está entrelazada, sino que es infinitamente complicada: cada especie en peligro tiene su propia historia que contar, y cada una enfrenta un conjunto específico de amenazas. Por ejemplo, los peligros para el pangolín empeoran por su lentitud en la reproducción, las dificultades para tenerlo en cautiverio y la magnitud de su comercio.
En el antropoceno —una era de sobrepoblación, destrucción del ecosistema y cambio climático— no solo deben aumentarse los esfuerzos de conservación sino que se debe ampliarlos para incluir a lo pequeño y a lo extraño, a lo críptico y a lo desconocido.
“Tenemos una oportunidad para salvar a los pangolines de la extinción; […] es nuestra responsabilidad tomar todas las medidas necesarias para asegurar la supervivencia de estas especies asombrosas” dice Shepherd.
Paquete de líquido bucal hecho con escamas de pangolín. Foto cortesía de TRAFFIC.
Pangolines terrestres, madre y cría. Foto: Maria Diekmann/Rare and Endangered Species Trust.
Pangolín confiscado. Foto: TRAFFIC.
Los pangolines están siendo diezmados por un tráfico ilegal de sus escamas y de su carne. Foto: Sabine Schoppe.
Hábitat del pangolín en Nepal. Foto: Ambika Khatiwada.
Pangolín a la venta. Foto cortesía de TRAFFIC.
Las especies de pangolines en el mundo
Especies asiáticas
Pangolín indio (Manis crassicaudata), casi amenazado
Pangolín filipino (Manis culionensis), casi amenazado
Pangolín chino (Manis pentadactyla), en peligro de extinción
Pangolín malayo (Manis javanica), en peligro de extinción
Especies africanas
Pangolín gigante (Manis gigantea), preocupación menor
Pangolín terrestre (Manis temminckii), preocupación menor
Pangolín arbóreo (Manis tricuspis), casi amenazado
Pangolín de cola larga (Manis tetradactyla), preocupación menor