- La reserva marina de Rapanui es del tamaño de Francia y es el hábitat de al menos 142 especies endémicas, incluidas 27 amenazadas o en peligro de extinción.
- El Archipiélago de Juan Fernández tiene los niveles de endemismo de especies más altos del mundo.
En el día de las fiestas patrias chilenas, celebramos a Chile recordando las últimas cinco reservas marinas que han sido creadas durante este 2018. Se trata de los parques marinos Archipiélago de Juan Fernández y Cabo de Hornos y las reservas marinas costeras de múltiples usos Rapanui, Tortel y Zeno Almirantazgo.
En total, Chile cuenta con 14 áreas marinas protegidas. Todas ellas, conforman el 42,4 % del territorio marítimo del país.
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Archipiélago de Juan Fernández y Cabo de Hornos
Antes de la creación de este parque, el Archipiélago de Juan Fernández ya contaba con un área marina costera protegida de múltiples usos, es decir, un área donde al mismo tiempo que se busca conservar los ecosistemas marinos, se permite el desarrollo sostenible de algunas actividades económicas, como la pesca artesanal y el turismo.
Pero este año, Chile amplió dicha área y creó un parque marino: un área donde las acciones humanas y sus efectos son limitados al máximo. En total, la nueva área marina protegida del Archipiélago suma 280 mil kilómetros cuadrados.

Además, otros 140 mil kilómetros cuadrados fueron declarados protegidos por el Parque Marino Mar de Cabo de Hornos para preservar los ecosistemas de canales y fiordos asociados al Archipiélago Diego Ramírez y los montes submarinos del Paso Drake.
El Parque Marino Archipiélago de Juan Fernández alberga montes submarinos con una biodiversidad profunda única en el mundo. Y es que “los individuos que lograron llegar a una de las islas del archipiélago, sobrevivir y formar una población, emprendieron un camino evolutivo independiente al de las especies de origen, generalmente continental. Esta evolución apartada explica la riqueza de especies endémicas en el archipiélago, que posee uno de los niveles más altos del mundo” explica un informe de la organización para la conservación marina Oceana.

Cerca de 130 especies que viven en este archipiélago se encuentran reconocidas con algún grado de vulnerabilidad. Entre ellas el atún Aleta Azul, en peligro crítico de extinción, el tiburón Mako, la tortuga Laúd, ambos vulnerables, y el tiburón Azulejo, casi amenazado. Además, Juan Fernández es una zona crítica para la cría del jurel, un importante recurso pesquero que, entre mediados y fines de la década del 2000, fue declarado sobreexplotado y aunque se dirigía hacia el colapso, en los últimos años ha logrado recuperarse.
También vive aquí el lobo de mar De Dos Pelos, único mamífero marino endémico del archipiélago, que estuvo a punto extinguirse debido a su intensa caza durante los siglos XVIII y XIX. A pesar de ello logró recuperarse y hoy está considerado actualmente como fuera de peligro.

Los montes submarinos del Parque Marino Mar de Cabo de Hornos tienen hasta 4000 metros de altitud, con cimas que se encuentra a solo unas decenas de metros de profundidad. Aunque la vegetación submarina ha sido poco explorada, se sabe que extensos bosques de algas y una rica fauna bentónica, incluyendo grandes esponjas y corales fósiles, viven en esas colinas marinas. “En estos montes, se han encontrado especies de coral de 12 500 años de antigüedad, registros clave para comprender el cambio climático”, asegura el biólogo Francisco Squeo.
Además, se trata de un área de reproducción de dos especies de albatros y de dos especies de pingüinos y de alimentación y migración de diversos mamíferos marinos.
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Rapa Nui y Tortel
Junto con el parque marino Motu Motiro Hiva, la nueva reserva marina costera de múltiples usos Rapanui, viene a completar 720 000 kilómetros cuadrados de mar protegido incluyendo “el suelo y subsuelo marino, en particular arrecifes de coral y especies asociadas, montes submarinos y fuentes hidrotermales” señala el decreto de ley que define la reserva. Se trata de un área del tamaño de Francia y es el hábitat de al menos 142 especies endémicas, incluidas 27 amenazadas o en peligro de extinción y de 37 especies de aves marinas, entre ellas el ave del trópico de cola roja o tavake, petreles y piqueros.

Delfines, como el Nariz de Botella y el Común, orcas, ballenas Azules, Minke, Jorobadas, además de cachalotes, se pueden observar en las aguas de esta remota isla volcánica de la Polinesia. También otras especies como el zifio de Cuvier y el zifio de Blainville, la falsa orca y la ballena piloto nadan en estas agua de variados recursos hidrobiológicos. Según el decreto ley, esta zona es hábitat del caracol pure, el atún de aleta amarilla, el atún de ojos grandes, el mahi mahi, la albacora, la vidriola, el jurel negro, el pez timón, la langosta de Isla de Pascua y el tiburón mango o de Galápagos además de otras especies de tiburones.
Esta reserva busca proteger el océano, que circunda a la isla, de la pesca industrial y las actividades extractivas, al tiempo que protege las prácticas tradicionales de pesca de la cultura Rapa Nui.

En cuanto a la reserva marina de Tortel, se trata de 6202 kilómetros cuadrados divididos entre el Golfo de Penas y los canales que rodean, como un laberinto, a Caleta Tortel. Una pequeña localidad habitada por unas 500 personas que viven principalmente del ecoturismo, de la pesca artesanal y del comercio de madera.
La nueva reserva marina permitirá proteger el hábitat de cerca de 151 especies marinas entre invertebrados y otras endémicas como el delfín chileno, además de esponjas y corales que viven en este lugar de la Patagonia donde confluyen aguas glaciares, fluviales y marinas.
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Seno Almirantazgo
Es la primera reserva marina creada en las costas de Tierra del Fuego, en la región de Magallanes y la Antártica Chilena. Con 764 kilómetros cuadrados, comprendidos en el Seno Almirantazgo Este y la Bahía Brookes, esta reserva protege zonas de descanso, alimentación y reproducción de la foca leopardo y de albatros de ceja negra. Estos últimos, albergados en el islote Albatros, son la única colonia de esta especie reportada en aguas interiores.

La creación de la reserva marina Seno Almirantazgo permitió que la ecorregión de canales y fiordos del sur de Chile alcanzara un 22 % de protección. Hito importante si se considera además que es lugar de descanso, muda y reproducción del elefante marino del sur, especie que hace un siglo estuvo a punto de desaparecer.
Almirantazgo alberga también una gran variedad de moluscos, estrellas de mar además de tener bancos naturales de ostión del sur y enormes bosques de huiros.
En una cobertura de Mongabay Latam, Rodrigo Guijón, Coordinador del Programa de Conservación Marina de Wildlife Conservation Society (WCS) Chile señaló que “el Seno Almirantazgo se caracteriza por su alta productividad biológica y una gran riqueza y abundancia de especies raras, endémicas y de importancia global. Estas especies no están en peligro de extinción, pero algunas de ellas conforman colonias únicas y frágiles en la ecorregión de Canales y Fiordos”.
Foto Portada:Vreni Häussermann