- La comunidad tiene su propia represa hidroeléctrica que funciona con la técnica “a filo de agua” por lo que no afecta el curso ni el caudal de río.
- Al contrario de los grandes proyectos hidroeléctricos que han provocado graves crisis sociales y ambientales en Honduras, la represa de Plan Grande ha cohesionado a la comunidad y es un ejemplo de generación de energía sustentable.
Grandes proyectos hidroeléctricos en Honduras han estado en el ojo de la tormenta tras haber sido vinculados, por organismos de derechos humanos como Global Witness y movimientos indígenas, con las persecuciones a líderes ambientales que en algún momento se opusieron a ellos. El caso más emblemático es el asesinato, en 2016, de la líder indígena lenca Berta Cáceres, crimen que habría sido encargado, según las investigaciones realizadas por el Ministerio Público, por ejecutivos de la empresa Desarrollos Energéticos (DESA) ligados a funcionarios públicos, entre ellos militares activos y en condición de retiro.
Las personas que se oponen a estos grandes proyectos de infraestructura suelen argumentar que la construcción de estas megaobras pueden causar serios impactos ambientales en los ríos.
Pero no toda generación de energía limpia arrastra problemas y denuncias.
Mongabay Latam viajó hasta Plan Grande, una aislada localidad del Atlántico hondureño, accesible solo por mar, para ver cómo sus habitantes se enorgullecen de abastecerse de energía 100 % limpia y con un impacto casi nulo.
Llegó la luz a Plan Grande
Desde hace quince años la noche es distinta para las cien familias de la comunidad de Plan Grande ubicada en el municipio de Santa Fe, departamento de Colón.
Antes de la llegada de la electricidad, los habitantes de esta localidad nunca habían visto encender un foco, un ventilador y mucho menos un televisor o una refrigeradora.
En 2004, la comunidad logró tener, por primera vez, tres horas de electricidad al día gracias a un generador alimentado con diesel. Durante siete años fue así hasta que en 2010 el presidente del patronato o líder de la comunidad, Oscar Padilla, recibió una invitación de la Cooperación Española en Tegucigalpa, capital de Honduras, para hablar de una propuesta de financiamiento que fortalecería el proyecto de electrificación.
Hoy, el 100 % de la electricidad que consume la comunidad de Plan Grande es a base de agua generada por una pequeña represa instalada en el río Matías que, al utilizar la técnica “a filo de agua”, no interviene el curso del río.
Lee más | Los desafíos ambientales de Ecuador en el 2020
Un mecanismo sustentable
Los grandes proyectos hidroeléctricos en Honduras han sido cuestionados por sus impactos medioambientales, se caracterizan por desviar, por medio de enormes tubos, la totalidad del curso de agua hacia la turbina. “Al acaparar toda el agua de la corriente, la vida natural del río muere”, explica el ingeniero mecánico Ramón Zavala, quien lamenta que los grandes proyectos hidroeléctricos “están represando los ríos más importantes del país, provocando así un desabastecimiento en las comunidades”.
A diferencia de estas grandes infraestructuras, la represa instalada en Plan Grande no usa el represamiento. Aunque cuenta en la parte alta del río con una cortina o pared de cemento para contener el agua, explica Zavala, solo utiliza una parte de esta en la generación de energía, por lo que el río no llega a perder su caudal.
Ramón Zavala, quien ha trabajado por muchos años en la instalación y funcionamiento de El Cajón, la represa de administración estatal más grande de Honduras, explica que los pequeños proyectos, como el de Plan Grande, “lo que hacen es utilizar lo que se conoce como cresta, es decir, el agua que corre por encima del río”.
Esa agua es conducida a través de tubos, que son mucho más pequeños que los de las grandes represas, y en dirección a la turbina. Allí, a partir del movimiento del agua, se genera la energía que luego es distribuida por cableado hasta la comunidad.
En Plan Grande, cada familia tiene una cuota establecida como tarifa del servicio. Estas varían entre 100 y 250 lempiras, es decir, entre unos 5 a 10 dólares mensuales por vivienda, dependiendo de los artefactos que tenga cada hogar. Así, por ejemplo, quienes solo tienen focos y un televisor pagan 100 lempiras, mientras quienes tienen una refrigeradora cancelan 250.
En total, según María Fernández, fiscal de la junta directiva que administra el proyecto, mensualmente se recaudan en promedio 12 000 lempiras (480 dólares) que son utilizadas para pagar el salario del operador de máquina, los gastos de mantenimiento y la distribución de la electricidad.
Emilio Hernández asegura que no solo Plan Grande le ha apostado a proyectos de este tipo. La vecina localidad de Kinito es otra que ha instalado su propia represa. Los proyectos comunitarios de generación hidroeléctrica no se encuentran identificados en el mapa estatal y la mayoría están ubicados en pueblos similares a Plan Grande: aislados y “abandonados por el Estado”, como los define Yadira, habitantes de Plan Grande.
Para el investigador económico, Ismael Zepeda, estos ejemplos de organización comunitaria son una alternativa a las grandes inversiones empresariales de generación energética que existen en el país. “Hay proyectos de este tipo que han demostrado que la comunidad, gestionando sus recursos, se encamina a la sostenibilidad”, dice.
Lee más | Los desafíos ambientales de Bolivia para el 2020
El negocio de la energía
En Honduras, más de diez grandes proyectos hidroeléctricos estatales se encuentran en funcionamiento.
Al mismo tiempo, el país cuenta con una serie proyectos de generación de energía hidroeléctrica privados, que se instalan gracias a concesiones otorgadas por el Congreso Nacional.
Hasta el 2018, el Instituto Hondureño de Geología y Minas (INHGEOMIN) registraba un total de 315 plantas generadoras de energía. De esa cantidad, 157 se tipifican como concesiones para hidroeléctricas.
A pesar de la gran cantidad de proyectos hidroeléctricos que operan en Honduras, el país enfrenta actualmente una fuerte inestabilidad energética.
Pedro Landa, investigador del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-sj), el principal centro de investigación en Honduras asegura que, en el otorgamiento de concesiones, existen vacíos en la normativa legal. “Podría llegar cualquier empresario a solicitar una concesión para explotar irracionalmente los recursos, agotando las fuentes de agua y contaminando el medio ambiente y, debido a la débil institucionalidad de Honduras, la concesión se le otorgaría en cuestión de horas”, dice.
Mongabay Latam pidió la versión del Ministerio de Recursos Naturales y Ambiente, sin embargo, hasta la publicación de esta nota este no envió respuesta a las preguntas hechas.
En la investigación Redes y Lealtades detrás del Poder, publicada este 2019 por el ERIC-sj, se asegura que históricamente han existido en Honduras unas pocas familias a cargo de la generación de energía térmica. En los últimos años, serían esos mismos apellidos los que han migrado hacia las energías limpias acaparando los contratos de generación. Se trata de Chufri Kafie, Freddy Nazzer y las familias Larach y Atala.
Según denunció el diputado Edgardo Castro, las empresas venden al Estado la energía a tarifas que ellas establecen y quienes deben asumir el alto costo de esos precios son los usuarios. “El Estado está pagando onerosos contratos a las empresas de energía hídrica sin meterse a discutir el precio que se le cobrará a la gente”, dijo Castro.
Es por eso que, en opinión de Don Emilio, la comunidad de Plan Grande nunca aceptaría que el Estado o la empresa privada administren el proyecto hidroeléctrico que tanto los enorgullece. “Si se instala una empresa, ellos pondrían sus precios más altos. Además, la comunidad se quedaría sin agua porque toda se destinaría a la generación de energía”, dice.
*Imagen principal: el proyecto hidroeléctrico es administrado por una directiva que la comunidad democráticamente eligió. Foto: Martín García
Videos Mongabay Latam | La situación ambiental en Centroamérica
Conoce más de la situación ambiental en Centroamérica: animales en peligro, conservación, océano, minería y más.
Si quieres conocer más sobre las más destacadas estrategias de conservación en Latinoamérica, puedes revisar nuestra colección de artículos. Y si quieres estar al tanto de las mejores historias de Mongabay Latam, puedes suscribirte al boletín aquí o seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.