- Recorridos anuales en las zonas de anidamiento y un rastreo satelital con GPS son dos técnicas que utilizan los investigadores para seguirle el rastro a esta ave emblemática de Bolivia.
- Un reciente censo ha revelado que la población de la especie bordea los 450 individuos, cifra mayor a la reportada hasta ahora.
Cada año, Tjalle Boorsma recorre la zona inundable de los Llanos del Moxos, en el departamento del Beni, para buscar nidos de la paraba barba azul (Ara glaucogularis). Esta ave endémica de Bolivia está en Peligro Crítico de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Boorsma, director de Conservación de la Asociación Armonía, explica que identificar las áreas de anidación es clave para conocer más a la especie y generar conocimiento que permita implementar acciones para proteger a la especie.
Este año, además, sumaron el rastreo con GPS de las aves, tecnología que permitirá mapear los lugares de migración de la especie. A ello, se agrega un censo que ha permitido tener un panorama concreto de la cantidad de individuos de la paraba barba azul en el país. Todas estas investigaciones aportan información relevante para la conservación de esta ave emblemática de Bolivia.
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1.Tras los pasos de la paraba barba azul
La paraba barba azul se desplaza a zonas inaccesibles de la sabana inundable de los Llanos de Moxos, al norte de Bolivia, para preparar sus nidos. Su reproducción ocurre en épocas de lluvia y en lugares donde encuentra la palmera Moriche (Mauritia flexuosa), especie que suele elegir para instalarse. Por ello, Boorsma cabalga cada año por los llanos en busca de sus nidos.
Fue en el año 2016 que el científico se propuso instalar rastreadores GPS para monitorear por satélite a las parabas, idea que recién pudo concretar este año, cuando en la última expedición realizada a las sabanas del Beni se logró colocar el aparato a tres individuos adultos.
Boorsma viajó acompañado de Lisa Davenport, una investigadora especializada en el rastreo de aves con esta tecnología; además de dos científicos brasileños especializados en parabas, Lucas Carrara y Luciene Carrara, quienes utilizaron una nueva estrategia de captura para instalar los rastreadores en las alas de las aves.
“Estábamos preocupados por la falta de conocimiento sobre la migración de estas aves durante la temporada de reproducción”, explica Davenport. La científica precisa que con la telemetría satelital no se necesita capturar nuevamente al mismo individuo para obtener datos. “Obtenemos información tanto cerca o lejos de su ubicación actual. Yo recibo datos por Internet cada tres días que me dicen dónde están las aves”, comenta.
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2. Los descubrimientos
La investigación permitió a los científicos descubrir que estas parabas viajan entre 40 y 80 kilómetros cuando dejan el espacio de conservación de la Asociación Armonía en busca de lugares para anidar.
Davenport señala que el estudio permite estudiar los movimientos de esta especie y aprender sobre sus hábitats críticos tanto dentro como fuera del área reservada que tiene Armonía para la conservación de esta especie. Por eso la investigadora menciona que uno de los hallazgos a partir del uso de esta tecnología han sido los espacios de anidación de la paraba barba azul.
Hasta ahora los investigadores sabían de la importancia de la palmera Motacú (Attalea princeps) como fuente de alimentación para esta ave, pero desconocían la importancia de la palmera Moriche (Mauritia flexuosa) para la instalación de sus nidos. “Hemos descubierto que la Palma Real o palmera Moriche es clave para sus nidos. Hasta ahora no sabíamos lo importante que eran para esta especie”, revela Boorsma.
En el lugar de destino del ave, el Motacú estaba mezclado con palmeras Moriche, por ello, las parabas abandonaban la reserva Barba Azul en busca de un bosque con ambas palmeras.
Rodrigo Soria, director de la Asociación Armonía, señala que la investigación con GPS ha permitido encontrar 15 nidos de la especie que están entre 40 y 50 kilómetros de distancia al noroeste del área reservada Barba Azul.
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3. Un nuevo censo
Una investigación científica realizada por ocho especialistas de Armonía y publicada en la revista Bird Conservation International ofrece información relevante sobre la situación de la paraba barba azul.
Se trata del primer censo riguroso para determinar la población de la paraba barba azul. Su resultado indica que existen entre 426 a 455 individuos de esta especie en Bolivia, el único país donde habita esta ave.
“El estudio lo hicimos durante 23 días con tres equipos de campo en 11 lugares que corresponden al hábitat de las tres subpoblaciones de Bolivia”, explica Sebastián Herzog, investigador principal del estudio.
Herzog dice que esta cifra es superior a lo que había sido reportada hasta ahora, sin embargo, agrega que esto no significa que la especie haya superado el peligro de extinción. “Un ave endémica que bordea los 450 individuos aún está seriamente amenazada. Sin embargo, el número no es tan crítico como se pensaba”.
El investigador considera que los programas de conservación con cajas nido o nidos artificiales instalados en lugares donde habita la especie está dando buenos resultados.
Enzo Aliaga, director general de Biodiversidad y Áreas Protegidas de Bolivia, también considera que las acciones de conservación que se realizan permiten mantener la población de la especie, que en décadas pasadas fue diezmada por el tráfico de vida silvestre y el uso de sus plumas para elaborar prendas que se usan en bailes tradicionales.
Para Aliaga es muy importante proteger el hábitat de las parabas y mantener los espacios donde aún existen las palmeras que utiliza para sus nidos y alimentación. “Estamos hablando de áreas extensas y remotas. Esta especie habita solo en las pampas del Beni, uno de los lugares de más difícil acceso. Ahí no hay camino y la vegetación muchas veces es destruida por las quemas”, advierte Aliaga.
Rodrigo Soria de la Asociación Armonía explica que la experiencia con las cajas nido en las dos zonas de conservación que tiene esta institución ha permitido el nacimiento de más de 100 pichones. Menciona, además, que las acciones para proteger a esta especie están dando resultado. Una de ellas ha sido el programa de elaboración de plumas artificiales para abastecer a los danzantes de un baile tradicional de Bolivia que sacrificaba a estas aves con el fin de obtenerlas para su tocado.
“No se había hecho un censo sistemático por más de 15 años. Las evidencias del 90 indicaban que se trataba de una población pequeña”, indica Soria, quien también formó parte del equipo que hizo el censo poblacional.
Finalmente indica Soria que a todas estas acciones de conservación hay que sumar la nueva información que ofrecen las investigaciones recientes para evitar que se pierda el hábitat de esta especie emblemática de Bolivia.
Imagen principal: Investigadores colocando GPS a paraba barba azul. Foto: Asociación Armonía.
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