- Cada año, por lo menos, 47,770 hectáreas de bosques y selvas son desmontados para enraizar campos agrícolas. Esa cobertura forestal equivale a la superficie que ocupa Cozumel, una de las islas más grandes de México.
- Territorios que antes eran habitados por la biodiversidad forestal, ahora son dominados por monocultivos como el aguacate, la soya, la caña y la palma de aceite.
- Desde hace décadas, el desmonte provocado por la agroindustria avanza sin obstáculos en varias regiones del país. Los motores que lo alientan son, entre otros, los subsidios del gobierno, un mercado creciente, las leyes ambientales ignoradas y, en especial, el desdén hacia los territorios boscosos.
Las imágenes satelitales permiten tener una dimensión de la pérdida de cobertura forestal en México. De un año a otro, y a veces en tan sólo unas semanas, un bosque puede ser borrado del mapa. Los árboles que daban identidad a una ladera, a una planicie o a la ribera de un río dejan de existir, se transforman en un recuerdo. En esas imágenes, el desmonte tiene tonalidades ocres.
Las mismas imágenes permiten mirar el cambio paulatino de esos terrenos que antes eran forestales. Gran parte de ellos se transforman en homogéneos campos agrícolas en los que sólo crece un monocultivo.
En México, cada año, 47,770 hectáreas dejan de ser terrenos con cobertura forestal para convertirse en tierras agrícolas, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Monitoreo Forestal. Esa superficie de bosques y selvas que se pierden anualmente equivale a casi la misma extensión que tiene Cozumel, una de las islas más grandes del país.
El cambio abrupto de terrenos forestales a tierras agrícolas es la segunda causa de deforestación en México, después de la ganadería, según el Sistema Nacional de Monitoreo Forestal.
Entre 2001 y 2019, la expansión de la agricultura llevó a que el país se quedara sin, al menos, 889,188 hectáreas de cobertura forestal y todo lo que eso representa: hábitats de flora y fauna, así como servicios ecosistémicos. Esa superficie equivale a 18 veces la isla de Cozumel.
Zona desmontada al sur de Jalisco para instalar huertas de aguacate.
Esta investigación periodística, que hemos titulado Sembrar deforestación, hace un recorrido por regiones en donde el país pierde bosques y selvas por la agroindustria. Para este trabajo, revisamos estadísticas oficiales del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) para identificar municipios en donde se ha registrado un alza en la producción de los monocultivos que aquí se abordan: aguacate, soya, caña de azúcar y palma de aceite.
También usamos datos sobre pérdida de cobertura arbórea en esos municipios. Esa información se obtuvo gracias a un análisis realizado por Global Forest Watch y el Instituto de Recursos Mundiales (WRI-México) y que compartieron para esta investigación. Además, utilizamos las plataformas de Google Earth, Google Earth Engine y Planet para obtener imágenes satelitales de los sitios en donde se encontraron evidencias de que existió una transformación ilegal de terrenos forestales en tierras agrícolas.
Estos son algunos de los hallazgos que se desarrollan en cada uno de los cuatro textos que integran este trabajo periodístico colaborativo en el que participaron periodistas de Mongabay Latam, Animal Político y La-Lista.