- Los guardabosques tienen prohibida la entrada al Parque Sierra de La Macarena desde hace dos años por órdenes de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
- El Parque Sierra de La Macarena es el segundo parque nacional amazónico de Colombia con mayor deforestación acumulada entre 2015 y 2022 con 22 146 hectáreas perdidas, solo detrás del Parque Tinigua.
- Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, la ganadería extensiva y el acaparamiento de tierras son las principales causas de la deforestación en el Parque Sierra de La Macarena. Desde el 2016 se incrementaron en 80,87% las cabezas de ganado en los municipios que comprenden al parque.
Cada mes llega el avión militar llamado Hércules al municipio de La Macarena, Meta, con provisiones para las personas de la zona. Esta portentosa pieza de ingeniería anuncia su llegada con antelación. Con el fuerte sonido de sus turbinas logra opacar el constante ruido de los pitidos de las motos que abundan en el lugar. La motocicleta es el medio de transporte más usado en la región porque le permite a los habitantes movilizarse con más facilidad por las vías, especialmente en la zona rural.
Uno de los caminos que más utiliza la gente de La Macarena es la llamada “Trocha ganadera”, recientemente bautizada como Sendero Ecológico por la Paz. Esta carretera de 139 kilómetros fue ampliada por las FARC en 2003 y es la opción más rápida para llegar a Vistahermosa, municipio en el que muchos acceden a servicios de salud y se abastecen de comida. Sin embargo, esta vía atraviesa también al Parque Nacional Natural (PNN) Sierra de La Macarena y es uno de los principales focos de deforestación de esta área protegida.
Un equipo de Rutas del Conflicto y Mongabay Latam viajó a La Macarena para investigar la situación que se vive en el PNN. Recogió el testimonio de líderes campesinos y ambientales y recorrió un tramo de la “Trocha ganadera”. Árboles caídos y ganado, una de las principales causas de deforestación de este parque nacional, son la fotografía de un área protegida que no deja de perder su bosque. En algunas partes del trayecto la tala ha sido tan extensa que da la impresión de que ese es el estado natural del ecosistema, pero después reaparecen árboles frondosos y es justo en ese momento donde se logra dimensionar la gravedad de la situación ambiental.
La deforestación en el Parque Sierra de La Macarena se agudizó tras la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las antiguas FARC en 2016. En ese año se perdieron en este PNN 1499 hectáreas y al año siguiente 3576. En 2020, la deforestación en Sierra de la Macarena alcanzó su pico de los últimos años con un total de 3629 hectáreas. Sin embargo, comparando la deforestación del 2021 respecto a la del 2022, hubo una reducción del 15,02 %, pasando de 3222 hectáreas tumbadas a 2738, según las cifras del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM). En 2023, según el sistema de monitoreo de bosques en línea Global Forest Watch, en el PNN Sierra de La Macarena se han presentado 29 585 alertas de deforestación entre el 1 de enero al 15 de septiembre.
Alertas de deforestación en color rosado en el parque nacional entre enero y septiembre de 2023.
La expansión de la ganadería a gran escala, así como el acaparamiento de tierras asociado no da tregua a esta importante área protegida que hace parte de un corredor de biodiversidad junto a los parques Tinigua y Picachos permitiendo la conectividad andinoamazónica. Sin embargo, monitorear la situación hoy es prácticamente imposible para Parques Nacionales. Los guardaparques tienen prohibida la entrada al área protegida desde el año 2021. Además, un año más tarde la situación empeoró cuando el 15 de mayo de 2022 circuló por WhatsApp un panfleto en el que las disidencias de las FARC declaraban objetivos militares a las autoridades ambientales encargadas de las áreas protegidas.
Parques Nacionales le aseguró a Rutas del Conflicto y a Mongabay Latam que este 2023 grupos armados le manifestaron a líderes de las comunidades de San Juan de Arama y La Macarena, dos municipios donde está parte del PNN Sierra de La Macarena, que sigue restringido el ingreso y prohibido todo vínculo con el personal de la institución.
¿Cómo proteger un parque cuando el equipo de guardaparques ha sido declarado objetivo militar por un grupo armado ilegal? ¿Qué está pasando en el territorio y qué medidas ha tomado el Estado?
El riesgo de oponerse a la destrucción ambiental
Los guardaparques y funcionarios ambientales están bajo constante amenaza por su oposición a la deforestación y la vigilancia de estas actividades. En 2008 a José Martín Duarte, guardaparques del PNN Sierra de la Macarena, un grupo armado le disparó por la espalda y el crimen nunca se esclareció. Diez años más tarde, en mayo de 2018, personas no identificadas quemaron la cabaña del centro de visitantes en Caño Cristales, un atractivo turístico conocido como el río de los siete colores.
El 3 de diciembre de 2020 Javier Francisco Parra Cubillos, coordinador regional de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena), fue asesinado. Parra se encontraba en el municipio de La Macarena cuando dos personas que iban en moto le dispararon y huyeron del lugar rápidamente. En julio de 2021, el expresidente Iván Duque anunció que alias ‘El Negro’ y alias ‘Milton’ fueron capturados por ser los presuntos asesinos de Parra. Según sostuvo el exmandatario, estas dos personas pertenecían a la estructura ‘Jorge Briceño’ de las disidencias de las FARC.