La información divulgada por el gobierno brasileño el viernes confirma un aumento en la pérdida de bosques en la Amazonía.
El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE) actualizó la información de su Sistema de Detección de Deforestación en Tiempo Real, conocido como DETER. Dicho sistema mostró que la pérdida de bosques aumentó casi cinco veces durante mayo 2013 con relación al año anterior: pasó de 99 km2 a 465 km2. El 59 % del espacio abierto ocurrió en Mato Grosso, un estado en el sur de la Amazonía, donde las granjas y la cría de ganado a gran escala generan la mayor deforestación. Pará es responsable del 29 % de la deforestación.
ILos datos del INPE muestran que la deforestación está avanzando un 14 % más (2329 km2 frente a 2051 km2) que el año pasado, cuando la pérdida de bosques fue la menor desde que se inició un registro anual a finales de la década del 80.
Los datos del INPE confirman un informe realizado el mes pasado por Imazon, una ONG con sede en Brasil, que mostró un aumento del 89 % en la deforestación, de 873 km2 entre agosto 2011 y mayo 2012 a 1654 km2 entre agosto 2012 y mayo 2013. Imazon utiliza los mismos datos, pero con una metodología diferente para estimar el cambio del área boscosa.
Ninguno de los dos sistemas en tiempo real es tan preciso como los utilizados para monitorear la deforestación anual, que se mide en el momento más intenso de la estación seca de cada año cuando la nubosidad está en su punto mínimo. Las herramientas a menor plazo, que poseen una resolución relativamente rústica, se utilizan mayormente para alertar a las autoridades sobre la ubicación de claros en el bosque más que para medir los cambios en el área boscosa.
Las causas del aumento en la deforestación aún no son claras, pero un factor puede ser la flexibilización llevada a cabo el año pasado del Código Forestal del país, que limita la cantidad de bosque que puede despejarse en terrenos privados de la Amazonía. La moneda de Brasil, el real, también se ha debilitado desde abril, lo que hace que las exportaciones agrícolas sean más competitivas y más rentables para los agricultores.
Más del 60 % de la pluviselva amazónica —el bosque tropical más grande del planeta— está ubicada en Brasil. La mayoría del resto de los países amazónicos han experimentado un aumento en la deforestación desde 2011.