Las empresas japonesas no pueden evitar que la madera talada de manera ilegal ingrese a sus cadenas de abastecimiento, Global Witness, la entidad protectora internacional de los derechos humanos y el medio ambiente, expresó en un informe publicado el día de 10 de Septiembre, 2013. El informe vincula a varias empresas importantes de Japón con empresas madereras que están destruyendo las selvas tropicales de Malasia Oriental mediante prácticas ilegales y destructivas en la provincia de Sarawak.
Japón es el mayor importador de madera proveniente de Sarawak, donde las tasas de deforestación se encuentran entre las más altas del mundo. La tala supera las tasas sustentables, declaró Global Witness, y las empresas madereras violan las leyes forestales de manera sistemática. Según el informe, el aumento de la tala ilegal e insostenible en Sarawak está destruyendo los bosques tropicales restantes en la provincia. En Sarawak, las concesiones se superponen con las tierras consuetudinarias y, además, la tala amenaza a las comunidades indígenas con una gran inseguridad alimenticia y extrema pobreza.
Sin embargo, a pesar de la corrupción sistemática, la tala ilegal y las violaciones de derechos humanos en el sector forestal de Sarawak, gran parte de la madera que se importa a Japón se considera “legal” mediante un sistema de certificación sancionado por el gobierno de este país que se basa en la palabra del gobierno de Sarawak. En su informe, Global Witness invita a las empresas de Japón a dejar de obtener madera de Sarawak hasta que puedan comprobar que la madera adquirida se produjo de manera legal y que está exenta de corrupción y abusos de los derechos humanos.
Indígena en una plantación de palma aceitera en Sarawak. © Mattias Klum – Gracias a la Human Quest Initiative [Proyecto impulsado por The Human Quest] |
“Sarawak es la fuente de madera tropical más grande de Japón, lo que puede explicar la razón por la cual el gobierno y la industria de este país pasan por alto la desenfrenada tala ilegal e insostenible en el sector forestal de esta provincia”, Rick Jacobsen, líder del equipo de trabajo encargado de las políticas forestales internacionales en Global Witness, declaró en un comunicado de prensa.
“Como principal consumidor de madera de Sarawak, Japón debe tomar medidas de manera urgente para probar que no está vinculado con la destrucción de las selvas tropicales de Sarawak y con las violaciones de los derechos humanos de los indígenas que viven allí”.
En el informe, “Industria sin control: Grandes negocios de Japón con empresas implicadas en la tala ilegal y destructiva en las últimas selvas de Malasia”, Global Witness documentó practicas ilegales y violaciones a los derechos humanos que cometieron las dos mayores empresas madereras de Sarawak, Samling Golbal y Shin Yang Group. El informe presenta pruebas que confirman que ambas empresas han violado las leyes de Malasia y que están implicadas en la tala ilegal y destructiva en sus concesiones. El informe también acusa a ambas empresas de haber violado los derechos consuetudinarios relativos a las tierras de comunidades indígenas en Sarawak.
Las empresas más importantes de Japón como Sajitz Corporation e Itochu Corporation obtienen madera de estas compañías, incluyendo la madera proveniente de concesiones donde se documentó la tala ilegal. Global Witness contactó a estas y a otras empresas y asociaciones industriales de Japón por las declaraciones en contra de Samling y Shin Yang. Sin embargo, según el informe, las empresas no han instalado sistemas para comprobar de manera independiente si los productos derivados de la madera adquiridos de Sampling y Shin Yang se produjeron de manera ilegal.
Ilustración del mapa realizada por Kensuke Okabayashi
Japón, junto con el resto de los países miembros del G8, se comprometieron en 2005 a frenar las importaciones y el comercio de madera talada de manera ilegal. Sin embargo, mientras que Europa, Estados Unidos de América y Australia han sancionado leyes con el fin de evitar que la madera ilegal ingrese a sus países, Japón sólo prohíbe la utilización de madera talada de manera ilegal mediante organismos gubernamentales. Las compañías privadas de Japón pueden comprometerse de manera voluntaria a utilizar productos derivados de madera legal, sin embargo, no están obligadas por ley.
Incluso si las empresas se comprometen a obtener sólo productos derivados de madera legal, el proceso para comprobar su legalidad en Japón, el sistema Goho-wood, no es suficiente, de acuerdo al informe de Global Witness. Este sistema se basa principalmente en promesas de legalidad que hacen los gobiernos y empresas productores. Carece de un mecanismo que confirme la legalidad de manera independiente, lo que hace posible, estable el informe, que la madera ilegal sea certificada como “legal” en Japón.
En el caso de Sarawak, Japón aceptará como prueba de su legalidad un documento de exportación firmado por un organismo gubernamental de Sarawak. Dado el aumento de la corrupción y de los casos documentados de tala ilegal en Sarawak, Global Witness cuestionó la eficacia de este método de certificación. Al comprobar la legalidad de la obtención de la madera, Sarawak no considera si la tierra se adquirió de manera legal o si se respetaron los derechos consuetudinarios relativos a las tierras de comunidades indígenas. El informe establece que esto significa que un gran porcentaje de madera certificada como “legal” por el gobierno de Sarawak, y que, por lo tanto, el gobierno de Japón puede certificar, puede estar conectada con graves violaciones de los derechos humanos.
El informe sostiene que las prácticas ilegales e insostenibles comunes en la provincia de Malasia no coinciden con los compromisos realizados por Japón de frenar las importaciones de madera ilegal o con las políticas de responsabilidad social de varias empresas japonesas que obtienen sus productos derivados de la madera de Sarawak.
Japón exporta casi un tercio de todos los productos derivados de madera exportados de Sarawak y es el segundo mayor importador de madera tropical del mundo. Global Witness sostiene que esto significa que Japón se encuentra en una posición importante para ayudar a proteger los bosques restantes en Sarawak. Global Witness instó a Japón a que prohíba que toda la madera ilegal entre al país, en lugar de que sólo impulse a las empresas privadas a utilizar productos madereros certificados de manera legal. También lo intimó a que desarrolle un proceso de certificación más estricto que proteja los derechos consuetudinarios relativos a las tierras y que exija a los compradores a aplicar la diligencia debida con respecto a las cadenas de abastecimiento de productos a base de madera.
Citas: Global Witness. An Industry Unchecked: Japan’s extensive business with companies involved in illegal and destructive logging in the last rainforests of Malaysia. Sept 2013.