- Este verano el equipo de perros detectores de contrabando de animales salvajes en la India subió a 25 perros.
- Otras medidas para combatir el mercado negro en especies salvajes incluye un nuevo énfasis en el entrenamiento de policías para la lucha contra el mercado ilegal, y a guardabosques contra la caza furtiva.
- Mientras que los esfuerzos no parecen ser parte de una iniciativa para combatir al crimen, los expertos dicen que todo indica que el país está reforzando su capacidad de luchar contra crimenes ambientales.
El junio pasado, una ceremonia de graduación muy particular tomó lugar en la ciudad de Bhopal, en la India central. Catorce perros y sus 28 manejadores realizaron ejercicios para mostrar sus nuevas habilidades en la detección del tráfico de animales salvajes. El entrenamiento se realizó en el Centro de Entrenamiento de Perros del Batallón 23, de las Fuerzas Armadas Especiales.
Además de los nuevos reclutas caninos, India ha intensificado otras medidas para combatir su mercado ilícito en especies salvajes, algo que históricamente no había sido bien documentado o monitoreado por la policía. Las medidas incluyen un nuevo énfasis en el entrenamiento de las fuerzas policiales y personal de guardabosques para luchar contra el tráfico ilegal y la caza furtiva. Aunque los esfuerzos no parecen ser parte de una iniciativa mayor para pelear contra el crímen ambiental, y aunque existen pocos datos sobre arrestos y convicciones, los expertos dicen que esto demuestra que el país está reforzando sus capacidades para combatir el fenómeno.
A nivel global, el tráfico de especies tiene un valor de más de $23 mil millones al año, de acuerdo a los datos de Interpol. No existen cálculos aproximados sobre el número de animales que son traficados en la India, o del valor de este mercado, y los funcionarios públicos de la Oficina de Control de Crimenes Contra Especies Salvajes (WCCB) a quienes contactamos no nos dieron acceso a estos datos.
Sin embargo, algunas estadísticas nos ofrecen un vistazo. La Oficina Nacional de Archivos sobre el Crimen publicó datos en agosto que mostraban que 770 casos fueron documentados en el 2014, llevando a 1.349 arrestos. (Todos estos casos constituyeron violaciones a la Ley federal de Protección de Especies Salvajes de 1972). De acuerdo a estadísticas de la ONG Sociedad de Protección de la Vida Salvaje de la India (Wildlife Protection Society of India), los cazadores mataron a 18 tigres, o partes de sus cuerpos fueron recuperadas de manos de traficantes en lo que va de año; 23 fueron asesinados el año pasado. Para los leopardos (Panthera pardus), el número llega a 102 en lo que va este año, y fue 116 el pasado.
Además de tigres y leopardos, las especies traficadas más icónicas de la India incluyen al rinoceronte hindú (Rhinoceros unicornis), al elefante asiático (Elephas maximus), y al oso perezoso (Melursus ursinus). Los crímenes contra especies salvajes como las mencionadas anteriormente tienden a atraer mayor atención por parte de la prensa y del público en general — más de lo que atraen otras especies pequeñas y menos glamorosas. Así lo argumenta Ramesh Pandey, un empleado del gobierno y consultor en temas de inteligencia y de monitoreo de crímenes ambientalistas quien anteriormente trabajó para lo que hoy es la WCCB.
“Más que nada, la gente sabe sobre los crímenes perpetrados en contra de especies salvajes de gran tamaño, pero esa es solo la cima del iceberg”, dijo Pandey a Mongabay. “Apenas estamos observando crímenes relacionados con especies más pequeñas [como] pangolines, mangostas, y especies marinas como los pepinos de mar, etc”.
A nivel nacional, el tráfico de especies es relativamente pequeño, y el crimen tiende a ser desorganizado, como la caza de animales salvajes para el consumo local o para usos ceremoniales. En contraste, el tráfico de especies destinadas para el mercado negro internacional está muy organizado y causa gran preocupación, dijo Belinda Wright, la directora ejecutiva de la Sociedad de Protección de Especies Salvajes de la India.
“India es un país de origen para los productos de especies salvajes ilegales que van destinados a mercados en el exterior — sobre todo a la China — tanto para la medicina oriental y tónicos [de la medicina tradicional china], como para decoraciones del hogar”, respondió Wright vía email. “Las principales especies buscadas por este negocio son los tigres, los leopardos, otras especies de gatos salvajes, nutrias, osos, ciervos almizcleros, elefantes, rinocerontes, y pangolines. El tráfico ilegal de estas especies es muy organizado y se mueve entre fronteras nacionales e internacionales”.
El tráfico en la India también refleja tendencias internacionales, de acuerdo a Shekhar Kumar Niraj, el líder de TRAFFIC India, una red de monitoreo que forma parte del grupo de conservación WWF India. “La demanda de marfil ha incrementado y donde sea que sube la demanda de marfiles de elefantes africanos, se ve también un incremento en la caza furtiva de elefantes en la India”, dijo Niraj. “Eso es algo muy preocupante”.
Otro animal que está de moda en los mercados internacionales es el pangolín, una de las ocho especies de mamíferos más cazados en el mundo hoy en día. Los pangolines son cazados por sus escamas — las cuales son vistas como medicinales dentro de la medicina tradicional china — y también por su carne. Wright y Pandey dicen que desde el 2009, ha habido un incremento considerable en la caza furtiva de las dos especies de pangolines en la India, el pangolín hindú (Manis crassicaudata) y el pangolín chino (Manis pentadactyla). Aproximadamente 3.350 animales de ambas especies han sido cazados desde 2009 al 2013, de acuerdo a WWF India.
La lucha contra el tráfico de animales salvajes ha sido un gran desafío para el gobierno de la India y para las ONG. Algunas razones, como un mecanismo de inteligencia ineficiente, una falta de recursos monetarios y de equipos modernos, y la ausencia de herramientas para luchar contra el tráfico, y la caza furtiva; así como la ausencia de suficientes vehículos y de capacidad humana, hacen que las investigaciones de crímenes ambientales sean limitadas en la India. Los castigos relativamente livianos y el hecho de que no se dé prioridad al tema de crímenes contra especies salvajes ha dejado muchos hábitats en el país bajo una situación especialmente vulnerable.
Nuevas herramientas para combatir el crimen
TRAFFIC India fue pionero en el entrenamiento de perros detectores para la protección de especies salvajes en la India en el año 2008. El grupo entrenó a 13 equipos de perros durante un período de cuatro años, pero después de algunos desafíos, retomó el programa con un nuevo impulso en el 2013. A finales de junio de este año, 25 equipos de perros anti-caza (incluyendo a los nuevos reclutas) fueron movilizados en nueve estados por toda la India.
Niraj, el líder de TRAFFIC India, quien trabaja también para el Servicio de Bosques en la India, dice que estos perros detectores pueden ser una importante herramienta anti-caza y anti-tráfico, ya que tienen un poderoso sentido del olfato, la habilidad de buscar en áreas extensas, y de guiar a policías en la búsqueda de productos ilegales.
La idea detrás del programa es de modernizar los métodos para detectar el crimen y el tráfico, de acuerdo a Niraj. Países como los Estados Unidos, China, Nepal, Rusia, y hasta la República Democrática del Congo están entre las naciones que usan perros detectores para combatir crímenes ambientales. Los perros pueden ayudar a recolectar evidencia que sirve para enjuiciamientos y convicciones. Y por ello, los perros también pueden disuadir a los traficantes.
Wright ve gran promesa en el programa de perros detectores. “Creo que es una excelente idea. Con tal de que los perros estén bien entrenados y bien cuidados, ellos pueden ser muy útiles para la detección de delitos. Por ejemplo, los típicos cazadores de especies como los tigres y los leopardos, usan la red de trenes en la India para transportar pieles y huesos. Estos perros también pueden ser utilizados para perseguir a traficantes en estaciones de trenes cercanas a las reservas de tigres y a los puntos de tráfico”, dijo.
El programa de perros detectores aún no está trabajando a un óptimo nivel, pero el programa ya ha demostrado su gran valor, dijo Niraj. Desde sus inicios en 2008, los equipos de perros han resuelto 130 casos importantes de crímenes en contra de especies salvajes. Y el 30 de junio, después de nueve meses de entrenamiento, un nuevo equipo de perros en la ciudad de Indore en el estado de Madhya Pradesh pudo apoderarse de una carga de tráfico en su primer día de trabajo de campo. El perro llamado Myna y su manejador se encontraban en medio de un chequeo rutinario cerca a un palacio histórico, al medio de un distrito de mercados, cuando descubrieron un cargamento de patas de leopardos, carne de ciervo, piel de ciervo, piel de chacal, y hasta un cráneo de chacal que llevó al arresto de dos mujeres.
Además de los equipos de perros, TRAFFIC India y WWF, junto a agencias del gobierno hindú, han fortalecido sus programas de entrenamiento para la policía y para el personal de guardabosques.
En agosto de éste año, TRAFFIC India, de mano de WCCB y de la Fundación de Conservación de Tigres Parambikulam, ofrecieron un taller para fortalecer capacidades de monitoreo en la Reserva de Tigres Parambikulam, en el estado de Kerala. Más de 55 oficiales de varias divisiones forestales, de la policía de Kerala, y del departamento estatal de aduanas tomaron parte en éste entrenamiento. El propósito fue de mejor equipar a los funcionarios para casos de crimen contra especies salvajes, enseñándoles cómo usar las últimas tecnologías y herramientas para identificar trampas en el bosque. Los que atendieron al taller debían compartir lo aprendido con sus colegas en divisiones específicas de la policía y agencias de guardabosques.
El taller de Parambikulam fue solo parte de una serie de talleres, dijo Niraj. Cada año, el número de talleres ha crecido y ahora siete u ocho toman lugar en el país cada año, centrándose en áreas que son particularmente vulnerables a la caza furtiva y al tráfico ilegal, como por ejemplo, en zonas cercanas a las fronteras.
Estos ejercicios ayudan a mejorar la coordinación entre diferentes agencias, dijo Niraj, quien aplaude a los participantes por haber sido los primeros en alertar a la policía hindú sobre el mercado creciente en pangolines. “Recibimos consejos sobre estos talleres, así que sabemos que están funcionando”, dijo Niraj. “Abarcan muchos temas y han sido muy eficientes”.
Uno de los entrenamientos se centra en oficiales guardabosques del estado de Tamil Nadu. En agosto, más de 200 personas que llegaron de siete divisiones de guardabosques fueron entrenados en patrullaje, sobrevivencia en la selva, auto-defensa, y estrategias de combate en un taller que tomó lugar en la Reserva de Tigres Sathyamangalam. Este fue el segundo ejercicio similar de entrenamiento en dos años, liderado por WWF India junto a personal de guardabosques a nivel local — lo cual lleva a que el número de guardabosques entrenados en Tamil Nadu (los auto-denominados Observadores Anti-Caza) sea de más de 400 personas.
Reportajes de la prensa indican que muy pronto el crimen contra especies menos conocidas como los pangolines será monitoreado por Interpol en colaboración con la WCCB. Las agencias colaborarán para recolectar información, identificar sindicatos criminales, y arrestar a los culpables.
La WCCB rehusó a mostrarnos datos que indiquen que sus esfuerzos están ayudando a reducir el crimen contra especies salvajes o a darnos una entrevista sobre la estrategia de reducción de crimen contra especies en la India. A pesar de ello, Niraj dijo que el número de talleres para policías y guardabosques y el nuevo y mejorado programa para perros detectores demuestran que el país se ha enseriado sobre el tema del crimen contra especies salvajes.
Mucho camino por recorrer
Todavía queda mucho por hacer de acuerdo a los expertos, comenzando por la creación de leyes más firmes. Para empezar, India no tiene legislación que permita la aplicación de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) más allá de las entradas y salidas del país como en los aeropuertos, dijo Pandey. Esto significa que miembros de la policía no pueden apoderarse de especies en una ciudad de la India que de acuerdo a CITES no deben ser traficadas, y tampoco pueden preguntarle al responsable donde obtuvieron dicha especie. “Una enmienda para resolver este problema fue introducida en el parlamento dos o tres veces, pero no fue aprobada”, explicó Pandey.
Y a pesar de las mejoras, todavía hace falta una mejor aplicación de las leyes existentes, de acuerdo a Wright. Un enfoque en la demanda es extremadamente importante. “Estos esfuerzos deben tener lugar principalmente en otros países, y creo que el gobierno hindú debe dialogar con países consumidores sobre el tema, como parte de sus políticas internacionales”, dijo.
En una era en que el crimen internacional toma lugar a gran escala, y está destruyendo poblaciones salvajes de animales nativos y en vías de extinción, la coordinación entre países es crucial para abordar el problema. La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el pasado julio la primera resolución en la historia que trata sobre el tráfico de especies salvajes, lo cual empuja a los países a “adoptar medidas eficientes para prevenir y luchar contra este serio problema que tienen gran impacto sobre el medio ambiente, como el tráfico ilegal de especies salvajes y de productos salvajes… así como la caza furtiva”.
Considerando la urgencia a nivel global, los esfuerzos de la India parecen estar llevando al país por el camino correcto.
Citas
- Nellemann, C., Henriksen, R., Raxter, P., Ash, N., & Mrema, E. (Eds.) (2014).Environmental Crime Crisis: Threats to Sustainable Development from Illegal Exploitation and Trade in Wildlife and Forest Resources. United Nations Environment Programme and GRID-Arendal, Nairobi and Arendal.
- Nature, C. (2013). The Global Security Implications of the Illegal Wildlife Trade. International Fund for Animal Welfare, Yarmouth Port, Masachusetts.