- La estrella de mar Corona de espinas (Acanthaster planci) come coral vivo. Es nativa de Australia pero el aumento de su población en años recientes ha sido culpado por la destrucción de hasta el 40 % de la gran barrera de coral.
- Científicos en la Universidad de tecnología de Queensland han desarrollado un robot autónomo submarino que puede identificar a la estrella de mar Corona de espinas y administrar a cientos de ejemplares una inyección letal en una sola misión de 8 horas.
- Después de diez años en desarrollo, el robot completó su primer conjunto de ensayos en septiembre. Los científicos tenían el objetivo de liberarlo en diciembre y, finalmente, lanzar un ejército de estos robots asesinos.
Es como la trama de una película de ciencia ficción científicos desarrollan robots asesinos para eliminar sus objetivos. Solo que en este caso los blancos no son enemigos del gobierno o criminales en fuga, sino bizarras pestes marinas conocidas como estrella de mar Corona de espinas (Acanthaster planci).
Estas estrellas marinas se alimentan de coral vivo, rodeando a su presa con sus estómagos y destrozándola con sus enzimas digestivas. Estas estrellas de mar pueden ser tan voraces que los científicos las han culpado por destruir hasta el 40 % de la gran barrera de coral a lo largo de los últimos 30 años. Ahora, los científicos están apenas a meses de liberar robots submarinos autónomos armados con cientos de inyecciones letales para buscar y matar estrellas de mar Corona de espinas a lo largo del arrecife de coral más grande del mundo, de acuerdo con un boletín de prensa de la Universidad de Queensland.
Las estrellas de mar Corona de espinas viven a lo largo del océano Indo-Pacífico, y son nativas de Australia. En pequeñas poblaciones generan poco daño y se puede argumentar que mantienen los arrecifes diversos y sanos. No obstante, en años recientes la preocupación de los conservacionistas ha crecido en torno a lo que parecen ser epidemias de comedores de coral, especialmente en la gran barrera de coral.
Mientras los científicos continúan debatiendo la causa de estas epidemias, muchos creen que la escorrentía de fertilizantes agrícolas ha tenido un rol principal. La súbita llegada de altos niveles de nutrientes lleva a un aumento repentino en el fitoplancton, el alimento principal de las larvas de la estrella de mar Corona de espinas, y finalmente más larvas llegan a ser adultos de esta estrella de mar devoradora de coral. Sin embargo, otras teorías incluyen la pérdida de depredadores de la estrella de mar, o recientes patrones de temperatura oceánica de El Niño, que se supone ayudarían a la supervivencia de las larvas.
El asunto ha llevado al gobierno australiano y a muchos ambientalistas a declarar la guerra contra la estrella de mar. Ya hay buzos humanos persiguiendo a la estrella de mar Corona de espinas y matándola con inyecciones de una sustancia conocida como Agar tiosulfato-Citrato-Bilis-Sacarosa (TCBS), que es una versión refinada de bilis de ganado vacuno y que ha demostrado ser un rápido asesino de la estrella de mar Corona de espinas con un 100 % de mortalidad.
El nuevo robot, armado con cientos de dosis de TCBS, podría llevar la pelea a un siguiente nivel.
“Nunca podrá superar a un buzo humano en términos de número de inyecciones, pero será más persistente”, dijo a Australian Associated Press el diseñador del robot Matthew Dunbabin, un investigador de la Universidad de tecnología de Queensland. “Puede resistir largos periodos de tiempo en cualquier condición climática”.
Con una forma parecida a un pequeño submarino amarillo, el robot identifica su objetivo mediante un software avanzado de reconocimiento basado en miles de imágenes y modelos 3D de sus blancos.
“Este sistema ha sido entrenado para reconocerla [a la estrella de mar Corona de espinas] entre un gran rango de corales, utilizando miles de imágenes fijas del arrecife y videos tomados por buzos”, dijo Dubabin a la BBC.
Si no está seguro sobre un blanco en particular, el robot enviará un mensaje a la base para obtener mayor claridad, Dunbabin dijo a la AP australiana que él tenía una confianza del 99,99 % en su exactitud.
Los diseñadores creen que cada robot será capaz de recorrer los arrecifes en viajes de ocho horas, suministrando hasta 200 dosis letales por viaje. Después de diez años en desarrollo, en septiembre completó sus primeras pruebas en el mar para probar sus sistemas mecánicos y de navegación. A finales de este mes, Dunbabin y su equipo lo llevarán a la gran barrera de coral para comprobar su temple contra estrellas de mar Corona de espinas vivas. El objetivo era dejarlo suelto en el arrecife en diciembre, y finalmente, liberar un ejército de estos robots asesinos.
Además de la estrella de mar Corona de espinas, la gran barrera de coral se enfrenta a muchos desafíos, incluyendo contaminación por minería, sobrepesca, eutrofización por prácticas agrícolas, destrucción de humedales, tránsito pesado y desarrollo de puertos con subsecuentes dragados para promover la exportación de carbón.
En décadas por venir, el cambio climático podría sobrepasar todas esas amenazas. El arrecife ya se ha enfrentado a varios brotes de blanqueamiento de coral asociados con altas temperaturas del océano y a un número de ciclones en aumento, lo que también puede estar asociado con el calentamiento global. El año pasado, el reporte de 2014 de la gran barrera de coral, del gobierno australiano, estableció que el cambio climático es la amenaza más significativa para el arrecife más grande el mundo.
“[El cambio climático] ya está afectando al arrecife y es probable que tenga consecuencias de largo alcance en las próximas décadas”, concluye el reporte.
Aun así, investigaciones en otros lugares han mostrado que los arrecifes de coral sanos muestran una gran resiliencia contra los impactos del clima. Los conservacionistas esperan que si logran neutralizar la amenaza de los aumentos súbitos de poblaciones de la estrella de mar Corona de espinas, el arrecife tenga una mejor probabilidad de sobrevivir este siglo.
Citas
Great Barrier Reef Marine Park Authority (2014). Great Barrier Reef Outlook Report 2014. Australian Government. Great Barrier Reef Marine Park Authority, Townsville, Queensland, Australia.