- En la zona del mercado La Ramada, en Santa Cruz, descubrieron las piezas de felinos que eran negociadas por jugosas sumas de dinero para ser enviadas a países asiáticos.
- Se decomisaron dientes de jaguar, pieles de diferentes felinos, estatuillas presumiblemente esculpidas en marfil, cascabeles de serpiente y cuernos de ciervos de pantano, entre otras piezas.
(Este artículo es una colaboración periodística entre Mongabay Latam y El Deber de Bolivia)
Un operativo conjunto entre la Gobernación, la Fiscalía y la Policía permitió desarticular una organización delictiva dedicada a la extracción ilegal de bienes del Estado y al tráfico de piezas de animales silvestres de la fauna boliviana, muchos de ellos en peligro de extinción.
Tras varios meses de seguimiento e investigación, se intervino ayer, alrededor de las de las 10 de la mañana, un local de venta de pollos ubicado en la avenida Grigotá, entre el primer y el segundo anillo de la zona de La Ramada, en la ciudad de Santa Cruz, donde se acopiaban dientes de jaguar (185 piezas), pieles de diferentes felinos (3 cueros de jaguar, un chaleco de jaguar y un saco de leopardo africano), estatuillas presumiblemente esculpidas en marfil (11 piezas de ídolos de China), cascabeles de serpiente (2 unidades), cuernos de ciervos de pantano (dos piezas grandes) y garras de pejichi y de jaguar (dos piezas).
También se halló un arma de fuego calibre 22 y gran cantidad de dinero nacional y extranjero.
De acuerdo con el informe del director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Gonzalo Medina, en el inmueble que fue intervenido por las autoridades policiales y del Ministerio Público se procedió a la detención de una pareja de ciudadanos chinos y una mujer boliviana.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, que acompañó la presentación de los detenidos y de las piezas incautadas, indicó que se trataba del robo de la riqueza y patrimonio del Estado. Además, indicó que esta organización delictiva estaba atentando contra la biodiversidad del país.
Cinthia Asim, responsable del Departamento de Biodiversidad de la Gobernación, manifestó que se trata del golpe más duro contra de la biodiversidad de la fauna boliviana.
“Todo lo incautado implica la cantidad de al menos 54 animales de las reservas valiosas que hay en el país”, lamentó la autoridad departamental, que una hora antes había expresado que el valor estimado de las piezas decomisadas bordeaba el millón de dólares.
Leer más: Ecuador: los corales en Galápagos prosperan en las islas más remotas
La investigación
La Gobernación recibió una denuncia en noviembre del año pasado y movilizó a todo su equipo de investigadores, para hacer un seguimiento a la información que recibieron, donde se alertaba que presuntamente había un negocio en la zona de La Ramada que compraba pieles, colmillos y otras piezas de animales silvestres.
Durante las pesquisas se constató que había letreros en los cuales se ofrecía este tipo de piezas de animales, y eso permitió tener la certeza del lugar y los posibles involucrados en el hecho.
A mediados de enero se presentó una denuncia formal ante la Policía y el Ministerio Público, por lo que se inició el seguimiento judicial, que luego permitió generar una orden de allanamiento que fue ejecutada ayer por la mañana.
Medina indicó que los detenidos son: Li Ming y su pareja, Yin Lan, además de la boliviana Carmen Ramírez Sánchez.
El jefe de la Felcc detalló que los extranjeros, que tienen documentos de residencia boliviana, eran los encargados de recibir las piezas para luego venderlas.
En el caso de la ciudadana boliviana, era la encargada de hacer los contactos para buscar a los vendedores.
Las primeras pesquisas revelan que los colmillos eran trabajados por un orfebre, que colocaba incrustaciones de piedras preciosas a algunos y a otros, oro. Esto era para elevar el valor de venta de los objetos en mercados internacionales, principalmente en países asiáticos.
Los tres detenidos fueron acusados por los delitos de destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional, establecido en el artículo 223 del Código Penal, que tiene una pena máxima de prisión de seis años.
Leer más: Bolivia: indígenas y científicos se unen para proteger a la palkachupa
Los precios
Según los datos que los investigadores de la Felcc encontraron al momento de las entrevistas a los detenidos y por la documentación que se decomisó, la organización pagaba por las pieles de felinos (jaguares y pumas) entre 400 y 800 dólares, dependiendo del tamaño y la calidad de la pieza.
En el caso de los colmillos de jaguar, el valor de compra variaba de acuerdo con el tamaño y su nivel de conservación. Podían costar entre 100 dólares (3 centímetros) y 800 dólares (12 centímetros).
El valor de venta de las piezas en países asiáticos como China oscila entre los 5000 y 20 000 dólares, monto que aumenta aún más si hay incrustaciones de metales preciosos.
Leer más: Bolivia: Mafia le arranca los colmillos al jaguar, el gran felino de América
Entre 2013 y 2016 se mataron 95 jaguares en Bolivia
El mes pasado, una investigación realizada por Mongabay Latam y el diario El Deber, puso en evidencia la existencia de una red de personas que se dedica a traficar colmillos de jaguar con destino a China. El reportaje desveló, por ejemplo, que ciudadanos de procedencia asiática habían llegado hasta la localidad de Sena, Pando, para ofrecer a los pobladores entre 150 y 800 dólares por cada colmillo de jaguar. De acuerdo con el reporte de la Policía Forestal, desde 2013 hasta 2016, se habían recuperado 380 colmillos que fueron incautados en distintos operativos a escala nacional. Esta cantidad confirma la muerte de 95 jaguares.