- La marimonda del Magdalena, el paujil de pico azul, el manatí del Caribe, el bagre rayado del Magdalena y el carreto colorado son especies que están bajo grave amenaza. Comunidades, ONG y empresa privada están dedicadas a conservarlos y están obteniendo resultados prometedores.
- Restaurar y conectar bosques, acuerdos de pesca y hasta festivales han servido para conservar las poblaciones de estas especies que habitan en la cuenca media del río Magdalena, en los municipios de Barrancabermeja, Puerto Parra y Cimitarra en el departamento de Santander.
La cuenca media del río Magdalena ha sido una zona histórica de conflicto armado en Colombia. El medio ambiente y la biodiversidad han sido unas de sus tantas víctimas. A la vez, la región ha sido epicentro de grandes desarrollos agrícolas y ganaderos que no siempre se han dado de forma ordenada.
Barrancabermeja, en el departamento de Santander, es quizás una de las ciudades más emblemáticas en esta región de gran riqueza natural. Para llegar de esta zona al sector de San Rafael de Chucurí, zona rural de este municipio, se necesitan dos horas, al igual que a Bocas del Carare, zona rural del vecino municipio de Puerto Parra. En estos lugares y otros sectores cercanos se lleva a cabo, desde hace cinco años, uno de los proyectos de conservación más ambiciosos del país.
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
Wildlife Conservation Society (WCS) Colombia lidera el Proyecto Vida Silvestre (PVS) en alianza con Ecopetrol, la Fundación Mario Santodomingo y Fondo Acción. Trabajan con varias ONG en la conservación de 15 especies paisaje —cuya protección permite resguardar la vida de otros animales y plantas que comparten su mismo hábitat— en el departamento de Vichada en los Llanos orientales, el piedemonte amazónico en el departamento de Putumayo y el Magdalena medio en los departamentos de Santander y Antioquia.