Una espectacular rana dardo venenosa al borde de la extinción en la naturaleza se ha garantizado una protección temporal debido a la guerra de los carteles de la droga en la región de Chocó en Colombia, reporta ProAves.
La rana venenosa del Saija(Oophaga occultator), La rana venenosa del Saija (Oophaga occultator), una colorida especie descrita por primera vez en 1975 por la ciencia, ha sufrido a causa del mercado ilegal de mascotas, la severa deforestación causada por los cultivos de coca, y la fumigación aérea para su erradicación, lo que ha conducido a un declive sustancial de la población. Pero la especie se ha aferrado a la vida, en un paisaje deforestado a lo largo del Río Saija en el Pacífico colombiano, en parte debido al conflicto entre tres grupos armados ilegales—FARC, ELN y el grupo paramilitar de “Los Rastrojos”. La lucha ha mantenido a los coleccionistas lejos de la zona, protegiendo la rana.
Rana venenosa del Saija (Oophaga occultator). Imagen de ProAves |
La especie, conocida por su canto así como por su asombrosa coloración, fue fotografiada recientemente por miembros de Proaves. La rana no había sido vista en la naturaleza por investigadores en cerca de 20 años.
Sin embargo, aunque la confirmación de la supervivencia de la especie es una buena noticia, los indígenas que viven en la región podrían estar yéndoles peor, de acuerdo con ProAves. Cerca de 600 Emberá, desplazados por el conflicto, están viviendo en un campamento comunal en Timbiquí.
Proaves dice que una nueva amenaza sobre los Embera y la rana podría venir de la minería de oro ilegal que se extiende por el Río Saija.