Aún del vídeo de la cámara trampa. Un perro venadero a la izquierda. Foto por cortesía del WWF Brasil.
Poco conocido y raro, el perro venadero (Speothos venaticus) de Sudamérica se parece a un perro salchicha en miniatura que salió mal: más delgado, más malo y ninguno se acurruca en tu regazo, el perro venadero se encuentra en 11 países de América del Sur, pero los científicos creen que sea poco común en todos sus hábitats, incluyendo Amazonia, Pantanal y la sabana del Cerrado. Dada su escasez, poco se sabe de sus andanzas. Por ejemplo, el depredador del paquete de caza se creía extinto en el estado brasileño de Minas Gerais durante décadas, pero ahora, después de una empresa de siete años los científicos han atrapado a un perro venadero con la cámara trampa en el área protegida de Veredas do Peruaçu, según World wide fund for Nature (WWF), Brasil.
‘Siendo un animal muy raro, cada información sobre el perro venadero es muy importante. Esto es aún más importante en la región porque se creía que el animal fuera extinto en el estado de Minas Gerais (Sureste de Brasil) hasta que una huella fue encontrada en 2005 en River Vally de Peruaçu’ como explicó a mongabay.com el biólogo Guilherme Ferreira, con el Instituto Biotropicos, socio del WWF-Brazil. ‘Después de la identificación de esta huella hemos comenzado una búsqueda para grabar a los perros venaderos usando cámaras trampa [ ]. Después de más de siete años de cámara trampa, el septiembre pasado fue grabado un vídeo de 1,5 segundos de un perro venadero, que confermò al final la presencia de la especie en la región.’ En el vídeo un sólo y vago perro venadero que olfatea el suelo antes de atornillar fuera del marco.
‘ Grabar a los perros venaderos en esta región es aún emblemático porque fue en el estado de Minas Gerais que el perro venadero fue descrito por primera vez para la ciencia por el paleontólogo danés Peter Lund, en 1842’ añade Ferreria.
Los perros venaderos fueron descubiertos primero como fósiles en las cuevas de Minas Gerais. Los paleontólogos han asumido que las criaturas fueran extintos por mucho tiempo hasta que se encontró un grupo viviente años más tarde.
Mientras los perros venaderos son listados actualmente como ‘Casi Amenazados’ en la Lista Roja de la UICN, los ciéntificos han casi estimado los tamaños de la población. En Minas Gerais, esta especie se considera críticamente amenazada. “La pérdida del hábitat es una de las principales amenazas para la especie. Otras amenazas importantes son la depredación por los perros domésticos, enfermedades transmitidas por los animales domésticos- sobretodo los perros domésticos- y la disminución de la población de presas debido a la caza furtiva. “Veredas do Peruaçu State Park, donde se tomó el vídeo, protege a más de 30.000 hectáreas del ecosistema del cerrado.
El cerrado- el terreno de la savannah que cubre alrededor un cuarto del Brasil- ha sido bajo sitio durante las últimas décadas y está desapareciendo dos veces más ràpido que la selva tropical del bosque pluvial del Amazonas. Gran parte de la tierra se està convirtiendo en granjas mecanizadas de soja y ranchos ganaderos. Actualmente alrededor de 7,5 por ciento del cerrado está bajo protección.
Ha habido pocos intentos dirigidos a la conservación en Mina Gerais o en otras partes, y Ferreira dice que la gente local no tiene el conocimiento de la existencia del depredador.
“En Peruaçu River Valley la mayoría de la gente nunca ha visto a los perros venaderos o aún sabe que semejanza tienen, aunque la gente puede haber escuchado del animal hablando con los membros de nuestro equipo o con los dirigentes del parco”, él anota. “Según la población afuera del valle el animal ès casi desconocido’.
Hecho para cazar en el agua, los perros venaderos tienen patas palmeadas y son casi siempre encontrados acerca del agua. Cazan los grande roedores del Sur Ameéica, incluyendo agouti, paca y también el más grande roedor del mundo, el capibara de 50 kilogramos (110 libras). Los perros venaderos son también conocidos para matar a los aves de tierra y a las lagartigas.
Los perros venaderos en su hábitat natural. Foto de Adriano Gambarini.