- La decisión le sigue a una demanda contra varios artículos del Plan Nacional de Desarrollo, que permitían la actividad extractiva en los páramos.
- Las empresas mineras que hasta el momento tenían títulos y licencia ambiental para explorar, no podrán hacerlo ya que queda absolutamente prohibida su actividad.
- Colombia tiene la mayor extensión de páramos a nivel global --un 50 % del total-- y el páramo más grande del mundo.
En una decisión poco esperada pero muy aplaudida, Colombia le ha cerrado las puertas a las empresas mineras y petroleras que buscan la extracción de recursos naturales en los Andes.
La decisión de la corte más importante del país se tomó luego de que congresistas –los cuales habían sido asesorados por la organización Greenpeace el año pasado– presentaron una demanda contra varios artículos del Plan Nacional de Desarrollo, que permitían la actividad extractiva en los páramos.
“Ayer los congresistas firmaron la sentencia de muerte de los páramos de Colombia y el gobierno dejó claro que su plan de desarrollo alimenta el oscuro romance que tiene con los mineros”, dijo Silvia Gómez, coordinadora local de Greenpeace en Colombia en mayo del 2015, poco después de que se aprobara el Plan en el Senado.
Las protestas siguieron a la aprobación de la llamada “Ley de Páramos” por todo el país, junto a campañas de recolección de firmas; más de 71.000 personas se unieron a la iniciativa.
Ahora, a menos de un año de la demanda, la decisión de la Corte Constitucional efectivamente bloquea 473 títulos que ya existían para la minería en los páramos. Esto significa que las empresas mineras que hasta el momento tenían títulos y licencia ambiental para explorar, no podrán hacerlo, ya que queda absolutamente prohibida su actividad. En su decisión, la Corte consideró que, a pesar de la previa existencia de títulos mineros, debe prevalecer el derecho al medio ambiente sano y no “el derecho adquirido por las licencias ambientales”.
El Ministerio de Ambiente y el Estado colombiano deberán hacer efectivo el fallo de la Corte inmediatamente, y se espera que esto afecte a más de 300 operaciones mineras en 25 páramos, de acuerdo a datos de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).
Con una extensión de 178.000 hectáreas, el Páramo de Sumapaz constituye una de las fuentes hídricas más importantes de Colombia, y es el hábitat de los osos de anteojos (Tremarctos ornatus) los cuales se encuentran en peligro de extinción, el lobo de páramo (Pseudalopex culpaeus) junto al cóndor (Vultur gryphus), y el jaguar.
Al igual que Sumapaz, las zonas del páramo representan los puntos de origen de los principales ríos de Colombia, donde se producen procesos de almacenamiento y regulación hídrica. Ocupan sólo el 1.7 por ciento del territorio nacional, pero proveen el 70 por ciento del agua dulce.
La protección de estos ecosistemas únicos no podría haber llegado en un momento más oportuno: actualmente Colombia sufre una de las sequías más graves de su historia. Debido al fenómeno climático del Niño, cerca de 130 municipios colombianos han tenido que racionar agua.