- La nueva reserva se llama Área Provincial para la Conservación y Uso Sustentable de la Cordillera Oriental de Carchi. Está localizada en la Provincia de Carchi, en Ecuador, y proveerá de protección oficial a 16,800 hectáreas de bosque de montaña.
- La región es hogar de cierto número de especies amenazadas, así como también es la cabecera del río principal que provee agua a las comunidades corriente abajo.
- La reserva acumuló mucho apoyo de parte de organizaciones conservacionistas, residentes locales y el gobierno provincial.
El gobierno ecuatoriano recientemente aprobó una nueva reserva natural en la Provincia de Carchi, cerca de la frontera colombiana, proveyendo así una significativa victoria para los activistas y vecinos locales que pasaron casi 14 años propugnando su creación.
El pasado diciembre, oficiales del gobierno aprobaron la reserva, nombrada Área Provincial para la Conservación y Uso Sustentable de la Cordillera Oriental de Carchi. Cubre un total de 16,800 hectáreas de bosques de niebla y montañas en la ladera del Pacífico, en los Andes, al noroeste de Ecuador, un área vulnerable y severamente deforestada que históricamente ha sido sitio de varios proyectos mineros, intereses madereros, producción de carbón y agricultura a gran escala.
De acuerdo a información de la plataforma de monitoreo forestal Guardia Global de Bosques, la Provincia de Carchi perdió 6,454 hectáreas –casi 3 por ciento– de su cobertura de árboles del 2001 al 2014. La provincia es hogar de cierta cantidad de especies amenazadas que no se encuentran en ningún otro lugar, incluyendo la rana arlequín de Lynch (Atelopus lynchi) y el sapo de Carchi Andes (Rhaebo colomai). Ambos están catalogados como Críticamente Amenazados por la IUCN, siendo la degradación ambiental la primera causa de su declive.
Aunque su meta original era inventariar la biodiversidad de las tierras de los Cofán en la provincia vecina de Sucumbíos, la organización de derechos indígenas Fundación Sobrevivencia Cofán (FSC) dijo que la idea de la reserva nació del deseo de crear un área de conservación donde empieza la cuenca pacífica del Río Mira, ya que la fundación había creado previamente áreas de conservación que cubrían afluentes del Río Amazonas en la ladera oriental. Los ríos que corren hacia el Pacífico, como explicó FSC, son muy importantes económicamente pues brindan agua a áreas tanto urbanas como agrícolas en los valles interandinos.
“Así que empezamos a trabajar primero, en el diseño, y segundo, en cuestiones sociales y políticas en las laderas occidentales de la región, al mismo tiempo que empezamos a pelear por el control de las áreas en las laderas orientales”, escribió en una declaración el director ejecutivo de FSC, Randall Borman. “Nuestra meta era crear una nueva reserva en las provincias vecinas, lo cual cubriría los bosques de la ladera occidental, nivelándose así con nuestras otras reservas que conservan las faldas orientales.”
FSC dijo que pudo hallar simpatizantes por toda la región debido a que hay un entendimiento ampliamente propagado acerca de cómo los bosques y las comunidades humanas son afectadas por la cantidad de agua que viene de las montañas. Aquellos que estuvieron abordo con el proyecto de la reserva incluían: políticos de la ciudad consternados respecto a la provisión de agua, propietarios de plantaciones de azúcar preocupados por la irrigación, y granjeros de pequeños terrenos que dependen de lluvias menos frecuentes.
Borman dijo que la región es ecológicamente importante y uno de los últimos bastiones del amenazado tapir de montaña, junto a otras especies en peligro como los osos andinos y los pudúes — los más pequeños de los cérvidos — que también habitan sus bosques.
“Una interesante nota al margen es que teníamos tanto fotografías de cámara trampa como unos pocos encuentros de hecho con los pumas en la región —enormes, obviamente adaptados a ir detrás de mamíferos grandes— de los más grandes registrados en Ecuador”, dijo.
A pesar de las dificultades que este tipo de proyectos enfrentan usualmente en cualquier otro lugar del país, Borman comentó a Mongabay que el proceso en Carchi fue muy fácil con la ayuda del gobierno provinciano.
Mientras que hubo postergaciones y dolores de cabeza en el camino —un político debatió que el uso de la palabra “ambiente” en la propuesta no era adecuada— finalmente la reserva fue aprobada.
Sin embargo, Borman señaló que aunque los papeles están firmados, sellados y entregados, todavía hay trabajo por hacer; además de las aprobaciones del gobierno central que faltan, FSC necesita completar algunas tareas administrativas, incluyendo la creación de un cuerpo administrativo y la formación de los guardas.
“De modo realista, esperamos que al menos pase un año antes de que tengamos a los guardaparques en el campo y bajo un sistema sustentable”, dijo. “Pero las cosas están moviéndose fluida y rápidamente para los estándares gubernamentales, y continuamos contando con un apoyo sólido de parte del gobierno provinciano.”
En cuanto al apodo menos que atractivo de la reserva, dijo Borman que desafortunadamente la FSC todavía no le ha hallado un nuevo nombre, aunque algunas alternativas han sido puestas sobre la mesa.