Los gobiernos se están acercando al sector privado para que ayude a pagar por el manejo de áreas protegidas en las llamadas "asociaciones públicas-privadas" (PPP).
Los que las apoyan dicen que las PPP no sólo dan fondos necesarios para las áreas protegidas, sino que pueden mejorar su manejo y conservación.
Sin embargo, sus críticos dicen que las PPP pueden dar mucho control a los intereses privados y arriesgar tareas sensibles como la seguridad y los esfuerzos anticaza furtiva.
El manejo de los parques nacionales y las áreas de conservación es costoso. El pago de salarios, el mantenimiento de edificios, el manejo de los suelos, y la conservación de especies: ninguna de estas cosas resulta barata.
Tradicionalmente los gobiernos han tenido que pagar por todo por sí mismos, pero cuando las economías sufren y desaparecen los fondos públicos, las áreas protegidas a menudo sufren por ello. Tanto los gobiernos ricos como los pobres están cada vez más interesados en acercarse al sector privado para ayudar a llenar este crónico vacío de fondos. Sin embargo, algunos críticos argumentan que esto también tiene un precio.
El gasto actual en conservación y manejo de áreas protegidas es mucho menor de lo que los expertos piensan que es necesario, particularmente en países en desarrollo. Por el momento, alrededor de un 14 por ciento de los territorios está designado como alguna clase de área protegida, y para el 2020, esta cifra podría crecer hasta el 17 por ciento, como se decidió en la Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica del 2014.
“Sin embargo, aun con el 14 por ciento bajo protección, muchas de las áreas no son manejadas y reciben muy pocos fondos, así que están siendo degradadas”, dijo Tom Dillon, el vicepresidente de bosques y aguas dulces del Fondo Mundial para la Vida Silvestre (World Wide Fund for Nature or WWF). Dillon ha estado muy involucrado con un proyecto de WWF para establecer un acuerdo entre una coalición de organizaciones privadas y el gobierno brasileño para proteger grandes extensiones de la Amazonía.
“A veces, las áreas protegidas están perdiendo su estátus oficial por no tener esta clase de recursos”, le dijo Dillon a Mongabay. “También están teniendo que enfrentarse a intereses mineros ─la minería del oro, en particular─ o a la agricultura industrial o local, entre otras cosas”.
Por todo ello, el manejo de los parques está viendo cada vez más presión para formar conexiones con el sector privado. Las generalmente llamadas asociaciones públicas-privadas (PPP) funcionan bajo la simple idea de que se usen fondos privados para los parques nacionales y otras áreas protegidas. Algunos acuerdos hasta llegan a comercializar estas áreas para pagar por los servicios vitales necesarios para proteger la biodiversidad que se encuentra dentro de ellos.
Aquella biodiversidad tampoco es insignificante. “El manejo de estas áreas es un tema bastante urgente… Porque la mayoría de la biodiversidad más importante en el mundo se encuentra dentro de estas ─incluyendo en los territorios─ con alrededor de un 80 por ciento de las especies terrestres”, dijo Dillon.
No obstante, al mencionar la privatización de los parques y las áreas protegidas, resulta típico escuchar una reacción visceral. Muchas personas se sienten muy apasionadas por los parques y temen que las ganancias lleguen antes que la conservación. ¿Acaso este es realmente un problema, o existe una manera de que las PPP sean equilibradas para que todo el mundo, y especialmente el medioambiente, puedan ver los beneficios?
El financiamiento y la experiencia
Las asociaciones públicas-privadas vienen de muchas formas diferentes, dependiendo de cuanto manejo y control se le entregue al sector privado. Del lado de “más gobierno, menos negocio” de la escala se encuentran organizaciones como SANParks, la agencia de parques de Suráfrica, la cual maneja parques pero alquila cabañas y restaurantes dentro de los parques a compañías privadas.
Del otro lado de la escala están organizaciones como la ONG con sede en Suráfrica, African Parks, la cual toma el control de parques enteros en varios países africanos y los maneja de arriba a abajo.
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