- La Brachyplatystoma rousseauxii, una especie de bagre superpredadora comercialmente valiosa, crece hasta los tres metros de largo. Hace mucho que los científicos sospechan que el bagre realiza una migración extraordinaria desde el nacimiento del Amazonas hasta la cuenca amazónica y luego vuelve.
- Los investigadores —mediante una técnica innovadora que estudia la composición química de los huesos del oído de un bagre adulto— han encontrado ahora pruebas de los ocho mil kilómetros de viaje. El pez puede ser llevado por la corriente aguas abajo hasta el estuario amazónico; luego, vuelve nadando al nacimiento del río desde donde salió o a otros tributarios del Amazonas.
- Lamentablemente para el bagre, más de cuatrocientas represas se construyeron, están en construcción o están planeadas para la cuenca amazónica y para los cursos de agua que bajan de los Andes. Investigaciones mundiales han demostrado que las largas migraciones hacia los lugares de origen de los peces son incompatibles con las represas.
- Los investigadores instan a los gobiernos de seis países de la cuenca amazónica a que reconsideren y rediseñen los planos de las represas en el Amazonas o que se arriesguen a perder esta belleza natural —además de los impactos negativos en toda la cadena trófica de agua dulce—.
Una nueva investigación confirma que el particular bagre del Amazonas es capaz de una hazaña sorprendente: oculta a los ojos de los hombres, la especie viaja enormes distancias durante toda su vida, un viaje de ida y vuelta que cubre más de ocho mil kilómetros (cerca de cinco mil millas), para regresar al lugar de origen.
Sin embargo, aunque esta hazaña récord —la migración en agua dulce más extensa del mundo— está confirmada, la especie se ve amenazada por cientos de represas planificadas en el Amazonas.
La Brachyplatystoma rousseauxii es una especie de bagre superpredadora comercialmente valiosa de hasta tres metros de largo. Entender los patrones de migración del pez, la cual se extiende a lo largo de seis países amazónicos, “es de suma importancia para diseñar estrategias de administración y conservación adecuadas, en particular, en vista del desarrollo de las hidroeléctricas actuales y propuestas en la cuenca amazónica”, escribieron los investigadores en Journal of Applied Ecology.
Fabrice Duponchelle, del Instituto de Investigación para el Desarrollo (Francia) y autor principal de la investigación, explicó que las observaciones realizadas en los noventa sobre la distribución del tamaño de los bagres capturados a lo largo del Amazonas llevaron al principio a los investigadores a sugerir que podría estar ocurriendo una migración de larga distancia al lugar de origen. Los análisis genéticos subsiguientes fueron consistentes con esa hipótesis, pero, así y todo, no ofrecían una prueba definitiva.
Intrigado con la posibilidad de que el bagre pudiera recorrer semejantes distancias para retornar a sus orígenes, Duponchelle empleó una técnica innovadora en la nueva investigación para obtener una prueba concluyente: el análisis químico del otolito, un tipo de hueso del oído.
A medida que los otolitos crecen, la composición química de estos cambia para reflejar los niveles de referencia de determinados elementos químicos encontrados en el medio ambiente. Al igual que los anillos de los árboles, las capas de los huesos se corresponden con la edad: la capa más interna y central del otolito es la más antigua y refleja la vida después de la eclosión; el borde exterior es lo más reciente y muestra la última etapa de la vida del pez.
Los científicos analizaron cómo la composición química —en concreto, las proporciones de dos isótopos de estroncio— cambiaba del centro al borde del otolito. Dado que los niveles de estroncio varían geográficamente en toda la región amazónica, fue posible que el equipo de investigación relacionara las proporciones isotópicas encontradas en los huesos con el origen geográfico de una de tres áreas: el río Amazonas y los afluentes andinos y de llanura de dicho río; la cuenca del Madeira, y los tributarios que tienen origen en los viejos escudos graníticos de Brasil y Guayana. De esta forma, se juntaron de manera cuidadosa los patrones de migración de treinta y siete bagres a lo largo de la vida de estos.
Se tomaron muestras de bagres adultos en los lugares de origen (en el río Amazonas y en el curso superior del Madeira). Las historias de vida almacenadas en los huesos revelaron que —en tanto larvas o alevines de apenas unos centímetros de longitud— ellos se habían dejado llevar corriente abajo y habían llegado, al final, hasta el Amazonas inferior —algunos alcanzaron el estuario del Amazonas—.
Muchos de ellos, ya adultos, regresaron miles de kilómetros corriente arriba a sus lugares de origen, en particular, en la cuenca del Madeira.
Sin embargo, varios de los bagres estudiados mostraron patrones de movimiento alternativos que correspondían con migraciones que comenzaban en una subcuenca y terminaban en otra. “Siempre encontramos en las especies de peces migratorios aquellos que van a casa y aquellos que se desvían”, le dijo Duponchelle a Mongabay, —un patrón que ayuda a salvaguardar la especie de la extinción—. Ninguno de los bagres analizados demostró que residiera durante toda la vida en la subcuenca donde nació, lo que sugiere que la migración río abajo inicial es una parte obligatoria del ciclo de vida.
El trabajo pionero del equipo presenta pruebas concluyentes sobre el comportamiento de retorno al lugar de origen que mostró el B. rousseauxii en el viaje de ocho mil kilómetros. “Semejante distancia al lugar de origen es excepcional en peces que son puramente de agua dulce”, dicen los investigadores.
La distancia cubierta es “también bastante excepcional desde una perspectiva general”, dijo Herman Wanningen, director de World Fish Migration Foundation. El bagre le hace frente a los peces de agua dulce–agua salada que migran grandes distancias, tales como el esturión, el salmón y la anguila europea; esta última viaja de diez mil a doce mil kilómetros entre el mar de los Sargazos y los ríos y lagos europeos.
Lamentablemente para el bagre, la extensión del recorrido lo hace, en particular, vulnerable a las interrupciones de las cientos de represas hidroeléctricas que serán construidas en toda la cuenca amazónica y en las cabeceras del río.
A pesar de las medidas de mitigación, dos grandes proyectos hidroeléctricos terminados en el río Madeira representan ya una importante barrera en la ruta de migración. Los investigadores escribieron que, aunque en las represas de San Antônio y de Jirau se agregaron corredores para los peces con el objeto de ayudarlos en la migración corriente arriba, estas medidas resultaron ser ineficaces y concluyeron que “una parte considerable de las posibles zonas de desove [del bagre] en la cuenca amazónica ya se encuentra seriamente comprometida”.
Los científicos advierten que los impactos negativos sobre este gran predador del Amazonas repercutirán en toda la cadena alimentaria. Los investigadores piden modificaciones urgentes en las represas existentes, en construcción o propuestas para restaurar la conexión en toda la ruta migratoria.
Duponchelle dijo que, incluso si se pudiera restaurar la migración río arriba, un problema más complicado está manteniendo el movimiento río abajo del bagre durante las etapas más tempranas de los alevines. “Estas etapas tempranas —adaptadas para migrar río abajo en aguas corrientes y altamente oxigenadas— tienen que enfrentar ahora enormes lagos [creados por las represas] con aguas a menudo escasamente oxigenadas y rondadas por predadores que no solían encontrar [en el pasado], tales como pirañas, por ejemplo”.
Wanningen advirtió que las lecciones aprendidas de la experiencia mundial indican que las represas y las especies migratorias no pueden coexistir. “La única manera de proteger a estos migrantes de larga distancia es mantener ciertos sistemas fluviales abiertos a la migración libre para que puedan cumplir con el ciclo de vida”.
“La solución sería desarrollar una planificación para la cuenca hidrográfica con la cual las decisiones se tomen en base a qué ríos fluirán libres y protegidos, qué ríos se recuperarán al eliminar las barreras o al instalar pasos para los peces y qué ríos se utilizarán para la producción de energía / energía hidroeléctrica”, dijo.
“Esto es lo que se debería hacer primero y luego se podrán construir nuevas plantas hidroeléctricas”.
Duponchelle espera que, antes de que sea demasiado tarde, se tenga en cuenta la nueva investigación, en combinación con el trabajo de otros científicos que han proporcionado pruebas del impacto ecológico y social de las represas y con la investigación que identifica alternativas energéticas mejores, más baratas y más ecológicas para las hidroeléctricas en el Amazonas.
“Lamentablemente, lo que sucede en cualquier parte del mundo sugiere que el poder del dinero supera sobremanera el poder de la razón”, concluyó.
Referencias:
Duponchelle, F., Pouilly, M., Pécheyran C., Hauser, M., Renno, J-F., Panfili, J., Darnaude, A. M., García-Vasquez, A., Carvajal-Vallejos, F., García-Dávila, C., Doria, C., Bérail, S., Donard, A., Sondag, F., Santos, R. V., Nuñez, J., Point, D., Labonne, M. and Baras, E. (2016) Trans-Amazonian natal homing in giant catfish. Journal of Applied Ecology. DOI: 10.1111/1365-2664.12665