- Una nueva investigación ha descubierto que los elefantes de Borneo utilizan con mayor frecuencia bosques degradados.
- Científicos que estudiaron el comportamiento sugieren que mantener un hábitat de elefantes adecuado en el Borneo Malayo requerirá la protección de parcelas relativamente pequeñas de bosques degradados que los elefantes prefieren.
Los planificadores enfocados en conservación a menudo eligen proteger lugares con la menor cantidad de señales de impacto humano. Los bosques tropicales con los árboles más altos a menudo ocupan el primer lugar de la lista.
Pero también es importante salvaguardar áreas “degradadas” como objetivos de conservación, especialmente cuando constituyen el mejor hábitat para las especies amenazadas. Un nuevo estudio respalda esta conclusión: confirmó que los elefantes de Borneo (Elephas maximus borneensis), considerados por algunos científicos como una subespecie del elefante asiático en peligro de extinción, prefieren los bosques perturbados con árboles más pequeños a los bosques primarios más densos.
“Obviamente son muchos los beneficiarios de proteger los bosques primarios”, dijo Luke Evans, ecologista del Centro de Campo Danau Girang en Malasia y la Institución Carnegie para la Ciencia en Stanford, California, y autor principal del artículo. “Simplemente decimos que, para los elefantes, no es particularmente útil”.
Lee más | 22 impactantes imágenes del avance de la deforestación en los bosques del mundo
Facilidades para los elefantes de Borneo
Evans y sus colegas utilizaron una década de datos sobre los movimientos de 29 elefantes con radiocollares con GPS alrededor de los bosques de Sabah en el Borneo Malayo. Investigaciones anteriores han llevado a los científicos a especular que los bosques perturbados podrían ser más adecuados para los elefantes que los bosques primarios. En los bosques degradados, los elefantes pueden derribar más fácilmente los árboles más pequeños para llegar a su follaje, y las aberturas en el dosel permiten que la luz llegue al suelo del bosque, estimulando el crecimiento de las plantas del sotobosque que sacian sus grandes apetitos.
Para este estudio, los investigadores también incorporaron medidas de la altura del dosel del bosque. En el 2016, Greg Asner, ecólogo que dirige el Observatorio Aerotransportado de Carnegie (CAO, por su sigla en inglés), trazó un mapa de la estructura tridimensional de los bosques del estado utilizando tecnología lidar basada en aviones equipados con láser. Para los transectos, Asner identificó algunos de los árboles más altos en los bosques primarios de Borneo, incluido uno que tenía 94.1 metros (309 pies) de altura.
Evans y Asner, junto con el biólogo de vida silvestre Benoît Goossens, que dirige el Danau Girang Field Center, analizaron más de 159 000 puntos de datos de los radiocollares. Descubrieron que los elefantes marcados pasaban la mayor parte del tiempo en bosques donde la altura del dosel alcanzaba los 13 metros (43 pies). En muchos casos, las empresas madereras han talado madera de estos lugares. En otros lugares, eran bosques de arbustos que nunca habrían tenido árboles gigantes y con altos niveles de carbono como los que buscan los planificadores de la conservación.
Los animales no visitaron mucho los bosques protegidos casi intactos, lo que llevó al equipo a concluir que menos del 25 % de estos lugares son aptos para elefantes.
Lee más | La selva en Colombia después del conflicto con las FARC
El “valor” de los bosques degradados
Los científicos publicaron su investigación el 17 de marzo en la revista Biological Conservation.
La importancia de los bosques etiquetados como degradados para los elefantes sugiere que son más valiosos de lo que se pensaba. Sin embargo, a menudo también se consideran como la opción más lógica para el nuevo desarrollo agrícola. En Sabah, eso significa que podrían convertirse en plantaciones para la palma de aceite, que constituye la columna vertebral de la economía del estado.
La investigación del equipo destaca la importancia de comprender cómo las especies usan estas áreas, dijo Evans, antes de que se conviertan en áreas de agricultura industrial.
Afuera de las áreas protegidas en Sabah, los bosques degradados son la mayor parte de lo que queda, dijo Goossens, lo que genera dudas sobre qué lugares deben designarse como nuevas áreas protegidas. El gobierno de Sabah propuso proteger el 30 % de sus tierras para el año 2025.
“Esta investigación ayudará a tomar decisiones en términos de qué bosques se deben seleccionar para la conservación”, dijo Goossens.
Los autores también creen que invertir en la protección de estas áreas del hábitat principal del elefante podría generar dividendos. Como una especie carismática, los aproximadamente 2000 elefantes de Borneo restantes atraen turistas, que contribuyeron con $1.72 mil millones a la economía en el 2016, escriben los autores.
“Descubrimos que había algunas áreas de bosque relativamente pequeñas que eran muy adecuadas”, dijo Evans. “Al enfocarse en esas áreas pequeñas [para la conservación], puede aumentar bastante la idoneidad general del paisaje para los elefantes, con una cantidad relativamente pequeña de área protegida adicional”.
Imagen de portada: elefantes en el río Kinabatangan por John C. Cannon/Mongabay
Sigue a John Cannon en Twitter: @johnccannon
Si quieres conocer más sobre animales de Latinoamérica y el mundo, puedes revisar esta colección de artículos de Mongabay Latam. Y si quieres estar al tanto de las mejores historias de Mongabay Latam, puedes suscribirte al boletín aquí.
Referencia:
Evans, L. J., Asner, G. P., & Goossens, B. (2018). Protected area management priorities crucial for the future of Bornean elephants. Biological Conservation.
Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 27 de marzo de 2018.