Desde inicios del siglo XX la parte alta del río Puyango, en Ecuador, recibe una fuerte contaminación por parte de la minería, la cual refleja sus efectos en territorio de Perú. Que ambos estados se pongan de acuerdo es la única manera de parar una demanda internacional que agricultores peruanos llevaron hasta la CIDH.La degradación de la cuenca transfronteriza Puyango-Tumbes tiene en riesgo al bosque seco, uno de los ecosistemas más extremos y biodiversos. Además, allí se planea construir un proyecto binacional de infraestructura para riego que amenaza aún más al río. Juvenal Gallo tiene 72 años y nació en la tierra de los guayacanes: esos grandes árboles de flores amarillas que tanto atraen al turismo en la provincia de Loja, Ecuador, límite fronterizo con el Perú. Pero para este agricultor la vida no es tan colorida como las postales. Tuvo diez hijos y todos ellos salieron a buscar mejores oportunidades en las principales ciudades del país. Juvenal ha visto, durante más de dos décadas, cómo las aguas del río que pasa por su comunidad adquirieron un color gris y ya no son aptas para los cultivos. También cuenta que desaparecieron al menos seis especies de peces que servían de alimento para la población. Vive en medio de un problema ambiental que es una bomba de tiempo para Ecuador: la contaminación del río transfronterizo Puyango-Tumbes. Aguas arriba, donde nace el Puyango, en la zona montañosa de la provincia de El Oro, hay minería legal e ilegal y gran parte de los desechos de la tierra procesada para sacar el oro y otros metales se arrojan a los afluentes sin ningún tratamiento. El consuelo para Juvenal y los demás habitantes de Cazaderos, la parroquia donde vive, es que todavía hay aguas subterráneas y otras fuentes para abastecerse del líquido limpio. Pero sabe también que, del otro lado de la frontera, donde el río pasa a llamarse Tumbes, la gente está obligada a beber de esa agua y ha perdido parte de sus cultivos. En Perú la situación es más crítica y, por eso, después de dos años de presión, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió la demanda de la Federación de Agricultores de Tumbes contra el Estado ecuatoriano, a causa de la contaminación originada por los relaves mineros del distrito Zaruma-Portovelo, donde nace el Puyango.