- Uno de los cuatro grupos indígenas que habitan este hotspot de biodiversidad mundial presentó el Plan Jaguar Arhuaco, donde proponen diversas iniciativas ecosistémicas, productivas y socioculturales que responden a las principales necesidades de su población.
- Con la protección de los corredores biológico y espiritual del jaguar se busca proteger todo el ecosistema y velar por un desarrollo sostenible de las comunidades indígenas y campesinas que habitan la Sierra.
Durante más de tres años las comunidades indígenas arhuacas de la Sierra Nevada de Santa Marta estuvieron trabajando en el valor ecológico que tienen los territorios que ellos habitan para el félido más grande de América: el jaguar (Panthera onca).
Se trató de una rigurosa investigación, diseñada bajo la orientación de los mamos y autoridades tradicionales arhuacas, que incluyó diálogos, diagnósticos, trabajo de campo e identificación de proyectos sostenibles. El resultado fue el Plan Jaguar Arhuaco, una ambiciosa iniciativa de conectividad ecológica para la conservación de espacios estratégicos para la protección del territorio sagrado ancestral de la Sierra Nevada de Santa Marta. El conocimiento ancestral arhuaco, junto al de los otros tres pueblos que habitan la Sierra (kogui, wiwa y kankuamo), fue declarado a finales de 2022 como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco.
Más de 420 pobladores indígenas arhuacos, de la mano de la Fundación Herencia Ambiental Caribe, instalaron cámaras trampa en 11 puntos de su territorio en la Sierra Nevada de Santa Marta, que además posee la figura de parque nacional. Con base en la información recolectada se determinó el corredor biológico del félido. Además, las tradiciones y relatos arhuacos permitieron establecer el corredor espiritual del jaguar, identificando cinco cerros de importancia cultural dentro del hábitat que se considera con condiciones óptimas para la presencia del animal (cerros Bisikungwi, Bunkwanuwun, Businchama, Tenugungurwa y Muro’turwa).
El Plan Jaguar Arhuaco abarca 17 proyectos que responden a las principales necesidades del territorio como desarrollar un sistema educativo indígena propio, recuperar el conocimiento ancestral, implementar sistemas productivos, acciones de preservación y manejo sostenible de los bosques, proteger la biodiversidad, adoptar medidas de convivencia humano-felino, contribuir a la mitigación del cambio climático y generar beneficios para las comunidades, entre otras.
“Con esta iniciativa tenemos un propósito claro: proteger y recuperar un territorio sagrado, que forma una red de ecosistemas y alberga innumerables formas de vida, que no solo beneficiará a los 46 mil arhuacos que habitamos allí, sino a toda la humanidad, por esto queremos tejer alianzas estratégicas y buscar cooperación de diferentes actores para garantizar el futuro de la Sierra Nevada de Santa Marta”, comenta Gelver Zapata, líder arhuaco y coordinador del Plan Jaguar.
Lee más | Tigrillo lanudo: el desafío de conservar a uno de los pequeños félidos que sobreviven en Colombia
Conservando al jaguar se busca proteger toda la Sierra
El pueblo arhuaco decidió emprender el diagnóstico ambiental de su territorio y buscar al jaguar dentro de él. Con la Fundación Herencia Ambiental Caribe, cuyo director científico es Carlos Castaño Uribe, exdirector de Parques Nacionales Naturales de Colombia, se hicieron cuatro salidas de campo, en el 2018, a diferentes sectores de importancia para los pobladores indígenas. Las dos primeras fueron a los sectores Jimain y Gunchukwa para recolectar información biológica, ecológica productiva, social y cultural; una tercera al sector Nabusimake para obtener información cultural y una última salida de campo a los tres sectores previos para analizar la situación respecto a ataques de jaguar y problemáticas ambientales.
Con base en esas salidas de campo y la información recolectada en las cámaras trampa dispuestas en 11 puntos del territorio arhuaco, se llegó a un gran diagnóstico que permitió identificar siete problemas en el territorio: pérdida de gobernanza ancestral del territorio, pérdida de servicios ecosistémicos, disminución de la calidad de vida o “buen vivir” para los indígenas arhuacos, pérdida de conectividad ecosistémica y cultural, quebranto del equilibrio energético en el territorio, pérdida del patrimonio natural y cultural, y cambio de uso del suelo. Todas estas problemáticas fueron asociadas a causas como la deforestación y fragmentación del territorio; ampliación de la frontera agropecuaria; desconocimiento legal, cultural y ecológico; problemas de orden público; inexistencia de un modelo de desarrollo que armonice las visiones ancestral y occidental; y la minería ilegal.
El Plan Jaguar Arhuaco busca enfrentar y revertir las problemáticas identificadas, además, Carlos Castaño resalta que el Plan se convirtió en una manera de “mejorar notablemente” el Plan Nacional de Conservación de Felinos que el Ministerio de Ambiente había publicado en el 2006 “porque, curiosamente, nunca se mencionó el Caribe como un área de hábitat posible y de presencia confirmada de estos grandes carnívoros en el territorio colombiano, lo cual nos llamó mucho la atención”.
Castaño destaca la gran riqueza de la Sierra Nevada de Santa Marta, considerado uno de los más grandes hotspots de biodiversidad a nivel mundial y “la zona con mayor número de especies endémicas en Colombia”. Para él, los procesos de transformación en esta zona son muy acelerados y las poblaciones de felinos están seriamente amenazadas. “Es muy difícil que esas poblaciones de jaguares se mantengan si no se planteaba una estrategia como esta, apoyada en el entendimiento y las acciones de las propias comunidades indígenas”, asegura.
Luego del levantamiento de información en campo vinieron varios momentos de socialización y diálogo para plantear acciones que pudieran revertir la situación ambiental que se vive en el territorio, al tiempo que se vela por la conservación de una especie emblemática como el jaguar. De ese proceso surgieron los 17 proyectos del Plan Jaguar Arhuaco.
“Fue fruto de toda una construcción colectiva entre los expertos y nosotros. Eso hizo que fuéramos capaces de definir acciones que a corto, mediano y largo plazo fortalecen la cultura y, además, están encaminadas a recuperar el territorio”, comenta Gelver Zapata, líder arhuaco y coordinador del Plan Jaguar.
Algunos de los 17 proyectos que forman parte del Plan plantean acciones de preservación y manejo sostenible de los bosques. Uno de ellos, por ejemplo, reconoce que el corredor de conservación del jaguar tiene áreas degradadas al igual que zonas conservadas que no se encuentran bajo el dominio del pueblo arhuaco y que existen empresas con obligaciones de compensar daños ambientales a través de la preservación o restauración de ecosistemas. Por eso, la comunidad indígena está interesada en que se generen procesos de conservación en su territorio y en predios de los campesinos vecinos.
Otro de los proyectos tiene que ver con medidas antidepredatorias en las que se diseñen e implementen estrategias compatibles con la visión indígena y campesina para disminuir la depredación de animales domésticos por jaguar.
Entre los proyectos propuestos en el Plan Jaguar Arhuaco también hay varios enfocados en la funcionalidad productiva del territorio. Es el caso de la propuesta que busca el fortalecimiento de los sistemas agroforestales con énfasis en la producción de café, cacao y frutales que provean opciones de consumo familiar y comercialización, al tiempo que se promueven prácticas de conservación del agua, el suelo y el material vegetal a partir del conocimiento ancestral arhuaco.
Otras de las estrategias del Plan Jaguar Arhuaco están enfocadas en la funcionalidad sociocultural, donde se destaca un plan de ordenamiento ancestral del territorio para la recuperación y mantenimiento de los sitios sagrados, el rescate de conocimientos ancestrales y la normalización de la propiedad. Este último proyecto es importante ya que, según cuenta el líder arhuaco Gélver Zapata, el diagnóstico identificó alta informalidad en la tenencia de la tierra y predios a favor de entidades públicas donde históricamente ha habido ocupación indígena y que, por lo tanto, requieren un proceso de formalización y legalización.
Armonizando saberes para garantizar la conservación
Para los indígenas arhuacos, el trabajo en conjunto con organizaciones científicas e incluso con empresa privada es una muestra de que es posible llegar a acuerdos sobre cómo armonizar el desarrollo económico con el bienestar cultural y ambiental del territorio.
“Para nosotros, el Plan Jaguar Arhuaco es la validación de un experimento, donde pudimos llegar a un punto donde no es necesario discutir ni pelear con las empresas sino construir con la idea de integrar los pensamientos alrededor de los usos del territorio, las costumbres de los pueblos y el respeto mutuo”, comenta Gélver Zapata y agrega que “hemos llegado [los indígenas arhuacos] a la conclusión de que los pueblos no nos oponemos al desarrollo sino que el desarrollo debe ajustarse; no puede estar por encima de los derechos y de esa forma llevar a la desaparición de culturas. Por el contrario, debe construir, garantizar la permanencia de las culturas”.
El Plan Jaguar Arhuaco también revisó experiencias de conservación previas como la de Conexión Jaguar de ISA, empresa colombiana de transmisión de energía, vías y telecomunicaciones. Para Juan Fernando Patiño, ingeniero forestal y líder de Conexión Jaguar, uno de los grandes logros del trabajo liderado por los indígenas arhuacos fue la identificación de todos los sitios sagrados, de la mano de los mamos, que cumplían alguna funcionalidad para la figura del jaguar en la Sierra Nevada de Santa Marta, incluso en zonas altitudinales donde biológicamente no se esperaría la presencia de la especie.
“Desde el equipo de la Fundación Herencia Ambiental Caribe se hizo un modelamiento de todas esas zonas con mayor probabilidad de paso o registro del jaguar, con base también en los resultados de fototrampeo, para poder determinar cómo se conectaban algunos sitios sagrados a grandes alturas con las partes bajas, permitiendo identificar los corredores biológico y espiritual del jaguar”, afirma Patiño.
Por su parte, Carlos Castaño destaca la gran apertura al diálogo del pueblo arhuaco, “lo cual no es nada fácil y sencillo con temas relacionados con el jaguar en la cultura de los pueblos amerindios y, obviamente, la Sierra Nevada de Santa Marta no es una excepción”.
Otro asunto importante en la construcción del Plan fue abordar el tema del conflicto humano-felino, sobre todo en las poblaciones campesinas vecinas al pueblo arhuaco.
“Es muy claro y evidente que los indígenas sienten una corresponsabilidad cuando los campesinos matan a los jaguares y eso les trae consecuencias muy terribles. Coloquialmente diríamos que tienen que pagar los platos rotos. Si llega a haber ataques de jaguar, el mamo seguramente lo va a interpretar como que los están castigando por haberlos matado”, dice Castaño.
Los indígenas arhuacos están convencidos de que los 17 proyectos planteados en el Plan Jaguar Arhuaco responden a las principales necesidades del territorio y las comunidades. En ese sentido, Castaño resalta que esta iniciativa es un buen ejemplo de los proyectos que se deben empezar a crear, “desde una perspectiva de autonomía, desde la perspectiva del reconocimiento de lo que se necesita, no solo para garantizar la permanencia de los pueblos sino la de todos nosotros que, en este caso, estamos haciendo uso de los recursos de la Sierra Nevada de Santa Marta de forma permanente”.
Finalmente, Zapata asegura que el reto más grande que queda es “cambiar la política equívoca que se ha construido durante muchos años donde lo más importante ha sido la sobreexplotación de los recursos naturales y entender que la protección y la conservación son un bien agregado para alargar nuestra vida”.
*Imagen principal: Jaguar en cámara trampa en la Sierra Nevada de Santa Marta. Foto: Cortesía ProCAT.
———
Videos | #Expediciones científicas | ¿Cómo salvar la danta de montaña de la extinción?
Si quieres conocer más sobre la situación ambiental en Latinoamerica, puedes revisar nuestra colección de artículos.
Si quieres estar al tanto de las mejores historias de Mongabay Latam, puedes suscribirte al boletín aquí o seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.