- La reunión culminó el 18 de julio con una declaración que contiene 41 puntos, varios de ellos relacionados al medio ambiente como la lucha contra el cambio climático y el impulso a las energías renovables, pero también sobre salud pública y educación.
- Durante el encuentro internacional, la Unión Europea firmó acuerdos bilaterales con Chile y Argentina relacionados con el cambio de la matriz energética que se impulsa en el planeta.
Durante dos días, Bruselas, Bélgica, fue el centro de una reunión que no sucedía hace ocho años. Los 60 países de dos continentes —33 de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y 27 naciones de la Unión Europea (UE)— se encontraron después de casi una década en la Cumbre UE-Celac para retomar tratados pendientes, renovar compromisos y llegar a acuerdos multilaterales. La última vez que ministros y mandatarios de ambos continentes se sentaron a buscar alianzas y negociar acuerdos conjuntos fue en el año 2015.
La cooperación entre ambos bloques mundiales, la paz y la seguridad del planeta, el comercio y las inversiones entre ambos continentes, la lucha contra el cambio climático y la justicia y seguridad para los ciudadanos fueron los grandes temas sobre los que se plantearon los acuerdos para los 60 países.
En materia ambiental, los países miembros reafirmaron su compromiso de continuar con los esfuerzos para mantener el objetivo de un límite máximo de 1.5 °C de incremento de temperatura del planeta y fomentar el impulso de las energías renovables, así como una mejor eficiencia energética. También se comprometieron a liderar el cambio hacia una economía sostenible, hacer frente al cambio climático reforzando la aplicación del Acuerdo de París, y los pactos mundiales establecidos para enfrentar la pérdida de la biodiversidad y proteger el mar y los océanos, además de luchar contra la desertificación.
La cita, que tuvo lugar los días 17 y 18 de julio, culminó con una declaración final que recoge 41 puntos, entre ellos los que hacen referencia al cambio climático y los temas ambientales que hemos mencionado, además de otros asuntos claves como la salud pública y la educación, entre otros. Las diferencias en la posición de los países con respecto a la condena a Rusia por la guerra en Ucrania ocuparon parte del debate, aunque el tema no era central en esta reunión. Nicaragua fue el único país que se abstuvo de firmar.
La reunión de líderes de América Latina y El Caribe con sus pares de la Unión Europea fue también un escenario para la firma de acuerdos bilaterales, como el de materias primas críticas con Chile, con énfasis en el litio; y los memorandos de entendimiento sobre energías renovables con Argentina y Uruguay.
“Aportaremos 45 mil millones de euros (50 500 millones de dólares) de inversiones europeas de alta calidad para América Latina y El Caribe. Tenemos 135 proyectos en camino y corresponde conformar la agenda de inversiones y decidir qué sectores priorizar. No es cuánto vamos a invertir, sino cómo vamos a invertir y que las inversiones cumplan con las normas ambientales y sociales más elevadas y con transparencia”, dijo Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en su mensaje de cierre.
La próxima cita de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea será en Bogotá, Colombia, en el año 2025, bajo la presidencia de Gustavo Petro, quien llegó a Bruselas con una propuesta para descarbonizar el comercio. “Se ha presentado del lado europeo un comercio de productos que no tengan detrás de su producción la deforestación. Pero, toda agricultura ha deforestado. Este no debería ser el criterio del comercio. El criterio debería ser la huella carbono”, dijo Petro.
Lo que propone el capitalismo es riqueza que se mide por flujo de carbono —continuó Petro— eres más rico si más carbono consumes. “Se debe reemplazar esta concepción por la prosperidad social descarbonizada”, agregó.
Energías renovables: uno de los temas centrales
“En nuestro país estamos avanzando firmemente en constituirnos como un aporte a la transición energética, a la transición climática, a la lucha contra la crisis climática. Con la explotación del litio, hidrógeno verde, cobre, desde la perspectiva de crear valor agregado en nuestro país y nuestra región. No solamente ser una fuente de materias primas, sino de crear valor para crear riqueza para distribuir mejor entre nuestros pueblos”, señaló el presidente de Chile, Gabriel Bóric, durante su intervención en la Cumbre UE-Celac.
Las palabras de Boric tienen relación con el memorando de entendimiento firmado entre el gobierno de Chile y la Unión Europea que se centra en las cadenas de valor de materias primas sostenibles, con relevancia en la explotación de litio, insumo necesarios para la elaboración de baterías utilizadas en vehículos eléctricos y otros equipos que forman parte del proceso de cambio de la matriz energética en el planeta.
Uno de los acuerdos incluidos en la declaración de la Cumbre UE-Celac se refiere al compromiso de “liderar el cambio transformador hacia una economía sostenible, así como a reformar y eliminar progresivamente las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente”, esto en referencia al apoyo que existe actualmente a los combustibles fósiles. “Acordamos fomentar que se acelere la implantación de las energías renovables y la mejora de la eficiencia energética en la COP 28”, señala el documento.
“Esto viene a ratificar la Estrategia Nacional del Litio, presentada por Chile en el mes de abril. Son cinco puntos que tiene que ver con las cadenas de valor sostenible en materias primas, como la cooperación en investigación e innovación, el establecimientos de infraestructura física e inmaterial, la formación de los profesionales que van a desarrollar esta estrategia, entre otros”, señala Pedro Zapata, consultor en Chile del Natural Resource Governance Institute para el Programa Avanzando en Justicia Económica y Climática, Gobernanza de Minerales de Transición en Chile.
Zapata señaló que es imperativo para Chile y, en general, para el triángulo de litio que se establezcan alianzas estratégicas, para obtener un desarrollo industrial y una transferencia tecnológica con miras a un desarrollo sostenible y, al mismo tiempo, conseguir un aumento en la producción para responder de manera adecuada la demanda global. Siempre pueden surgir críticas en este tipo de documentos, pero desde nuestro punto de vista es una buena señal”.
La Unión Europea se ha sumado a la carrera en las inversiones por las energías renovables en la que ya se encuentran China, Japón y Estados Unidos. En ese contexto están los 45 mil millones de euros que forman parte de la agenda de inversiones de la Global Gateway —una plataforma de inversiones y cooperación de la UE a nivel global— que se “centrará en América Latina y el Caribe en la lucha contra el cambio climático, la promoción de energías renovables, servicios digitales, electromovilidad y un nuevo papel para los recursos naturales, con transferencia de tecnología y fortalecimiento de la agroindustria”, señala un comunicado emitido por el Banco de Desarrollo de América Latina y El Caribe (CAF).
La agenda de inversiones de la Global Gateway también ha sido incluida en la declaración de la Cumbre indicando que “abordará las deficiencias de inversión en consonancia con las prioridades comunes de la UE y América Latina y el Caribe, con el objetivo de movilizar tanto la financiación pública como el capital privado a favor del desarrollo sostenible”.
Petro ha sido crítico con esta agenda. “¿Creemos que en países sobreendeudados por el COVID podemos crear una financiación de la transición energética con más deuda? Si el Gateway europeo es préstamos, ¿creemos que va a ser eficaz? O se debe abrir un campo de transformación de financiación energética de otro tipo que no es endeudarnos más, sino endeudarnos menos”, cuestionó durante su intervención.
Cristina Burelli, de la organización SOS Orinoco, considera que el documento final de la Cumbre UE-Celac es meramente declarativo, por lo menos para el caso de Venezuela. “Es el país que está sufriendo la peor crisis ambiental del hemisferio porque el ecocidio no sólo está ocurriendo al sur del Orinoco, con toda la política del Arco Minero, sino que está pasando al norte, en el Caribe, con los derrames petroleros, el abuso de todos los parques nacionales incluyendo el Parque Nacional Los Roques, donde están construyendo infraestructura gigantesca. Toda Venezuela es un desastre ambiental”.
Burelli menciona que uno de los temas que ha quedado fuera de la cumbre ha sido justamente abordar el problema de las actividades ilegales y las economías híbridas en Latinoamérica, es decir, “los gobiernos que trabajan en sociedad con las mafias. Venezuela se ha vuelto el epicentro de este nuevo fenómeno que estamos viendo, de la criminalización de todo el sector minero que no tiene fronteras, al igual que la Amazonía, que es un gran bioma sin fronteras”.
En ese sentido, Burelli considera que los acuerdos en estas conferencias quedan en el papel, puesto que “no hay manera de obligar a los grupos criminales a respetar los derechos humanos ni los derechos ambientales”.
Por otro lado, Burelli también señala los fondos que están comprometidos para atender los problemas ambientales. “Los líderes de los países amazónicos se están preparando para la gran cumbre que se realizará en Belem do Pará, en Brasil, el 8 y 9 de agosto, donde se va a anunciar, supuestamente, grandes desembolsos para proteger la Amazonía.
Uno de los puntos considerados en la declaración de la cumbre señala “la importancia de cumplir el compromiso adquirido conjuntamente por los países desarrollados de movilizar con celeridad 100 000 millones de dólares al año, para financiar la lucha contra el cambio climático en apoyo de los países en desarrollo, y duplicar la financiación para la adaptación al cambio climático de aquí a 2025”.
Burelli comenta que “es un tema que le interesa a la Unión Europea, para lo cual hay mucho dinero. Y los países buscan, con esos discursos y promesas llegar a esos fondos. Creo que el rol de la sociedad civil de todos los países tiene que ser de garante del buen comportamiento y denunciar el mal comportamiento”.
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Igualdad de condiciones
Para el presidente de Argentina, Alberto Fernández, la cumbre ha sido un “encuentro ambicioso que ha colmado las expectativas”. Fernández también señaló que ha sido la primera vez que se discutió y se habló con claridad sobre un mecanismo para terminar con el extractivismo en América Latina. “Es la primera vez que con todas las letras pudimos hablar del extractivismo sin culpas. Medio en broma, medio en serio. Demandó cinco siglos, pero lo hemos conseguido”. Fernández también mostró su satisfacción por la firma del acuerdo energético entre su país y la Unión Europea.
El memorando de entendimiento, firmado por Fernández y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, “establece una alianza entre ambas partes para colaborar en diversos aspectos, tales como fomentar las energías sustentables, promover la utilización del hidrógeno como fuente de energía, disminuir las emisiones de metano y avanzar en una transición ecológica equitativa desde el punto de vista social”, señala un comunicado del Ente Provincial Regulador de la Energía de Argentina.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, también se refirió a la igualdad en las negociaciones. “Es necesario que Europa vea y entienda a América Latina y El Caribe como socios iguales, en condición de igualdad”, dijo en la Cumbre. “No queremos pasar a una nueva guerra fría de dos potencias. Europa y América Latina y El Caribe no quieren depender de nadie, ni de Estados Unidos, ni de China. Creo que los valores comunes en esta gran mesa redonda nos llaman a profundizar nuestra relación no sólo en términos económicos, sino también culturales, políticos y sociales”, agregó.
Entre los 41 puntos considerados en la declaración se menciona que “es fundamental contar con un sistema multilateral justo, inclusivo y eficaz que asigne recursos adecuados al desarrollo sostenible, dé respuesta a las necesidades específicas de los países más vulnerables, refuerce el nivel de participación y garantice la representación de los países en desarrollo, y promueva su acceso, en condiciones favorables y transparentes, a los recursos financieros necesarios para promover su estabilidad económica y reducir el endeudamiento exterior, mejorar la sostenibilidad de la deuda y construir sociedades más equitativas, prósperas y justas que contribuyan al desarrollo sostenible”.
Uruguay, Ecuador, Honduras y El Salvador también firmaron memorandos de entendimientos con la Unión Europea. En el caso de Uruguay, el acuerdo menciona como prioridades las energías renovables, la eficiencia energética y el uso de hidrógeno verde. En Ecuador, el acuerdo está destinado a mejorar el diálogo político y sectorial y la cooperación entre este país y Europa. Mientras que Honduras y El Salvador sentaron las bases para un diálogo político bilateral, mediante consultas periódicas con los países europeos.
Luciana Ghiotto, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), en Argentina, menciona que los memorandos de entendimiento firmados en la cumbre “son acuerdos políticos entre las partes que no generan una relación vinculante”. La clave de ellos —agrega Ghiotto— es garantizar el acceso a los materiales sin ninguna restricción de política pública.
“Lo que estamos viendo es un avance de la Unión Europea para garantizarse el acceso a las materias primas críticas para la transición energética”, señala Ghiotto y menciona entre estos elementos al litio, pero también a otros materiales como el mineral de hierro, el cobre, el carbón, el níquel y el cobalto, entre otros. “Son materias primas imprescindibles para la producción de baterías para autos con electromovilidad”.
Ghiotto agrega que la Unión Europea está compitiendo contrarreloj para tener acceso a estas materias primas en América Latina, donde gran parte de las inversiones para la extracción de estos minerales son de China y Estados Unidos, algunas de Japón, Canadá o Australia. “Estamos frente a un fenómeno netamente económico de acaparamiento de materiales a nivel global para avanzar en un proceso de industrialización de baterías y en la transición energética”.
En cuanto a la firma del acuerdo de asociación entre Mercosur y la Unión Europea, si bien no se concluyeron las negociaciones, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que estaba convencida de que se resolverán las diferencias para “concluir a más tardar a fines de año”.
El presidente de Brasil, Ignacio Lula da Silva, quien lidera actualmente el Mercosur —formado por cinco países miembros y siete asociados de América del Sur—, ha manifestado su optimismo sobre la posibilidad de que este acuerdo se concrete este año.
Lula da Silva, quien también impulsa la lucha contra la deforestación en la Amazonía y promueve energías renovables —luego de cuatro años del gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil, marcado por una política opuesta a la conservación ambiental— considera como “muy razonable” la declaración de la cumbre de Bruselas.
Imagen principal: Líderes de América Latina, El Caribe y la Unión Europea se reunieron en la Cumbre UE-Celac. Foto: Unión Europea.
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