- La comunidad Tres Esquinas, en la Amazonía peruana, ha implementado paneles solares para dejar de usar combustibles fósiles durante el proceso de pesca de alevinos de arahuana, que son comercializados al mercado asiático.
- Ellos están solicitando al Gobierno Regional de Loreto la instalación de paneles solares en las viviendas de la comunidad para que puedan acceder a la energía eléctrica diariamente.
“A las arahuanas las capturamos de noche”, dice Milagros Flores Santillán, refiriéndose a esos cotizados peces de escamas grandes y pequeños bigotes que se mueven al ritmo del agua. La pobladora de la comunidad Tres Esquinas, ubicada entre las fronteras amazónicas de Perú y Colombia, narra que atraparlas fue uno de los primeros obstáculos que los pescadores tuvieron que sortear cuando empezaron a verlas como un posible negocio. No había luz en las cochas y capturarlas era casi imposible. Más aún identificar a los más pequeños, los alevinos, esos que tienen entre 4 y 12 semanas de vida, y que son los que demanda el mercado asiático para exhibirlos en grandes acuarios.
La primera vez que la comunidad escuchó del valor comercial de las arahuanas fue en los años noventa. William Gonzáles, jefe de la comunidad tres esquinas, tenía apenas ocho años y recuerda que un pescador colombiano con el que se topó en el río Putumayo, del lado peruano, le comentó que pescaba alevinos de arahuana (Osteoglossum bicirrhosum), también conocido como “pez dragón”, para venderlos al extranjero. Años más tarde, cuando empezaron a pensar en una idea de negocio, Gonzáles se acordó de estos peces.
“Hasta esa época nosotros capturábamos los peces para consumirlos, no conocíamos su valor fuera de la comunidad”, cuenta el ahora presidente de la comunidad Tres Esquinas.
A inicios del 2000, empezaron a comercializar los peces, pasaron por una etapa en que sobreexplotaron la especie hasta ver disminuir su población en el río Putumayo. Para el 2014 se había superado esta etapa. Pero en el año 2020 llegó la pandemia del COVID 19 y con ella la crisis económica por el cierre de las exportaciones. Pasaron de aprovechar 60 mil alevinos de arahuanas al año a no cosechar ni una sola.
Ante la crisis, la Asociación de Pescadores Artesanales (APPA) que la comunidad Tres Esquinas había formado en el año 2014 buscó el camino para reducir sus costos de cosecha de peces. Encontraron en la transición energética —pasar del uso de combustible fósil a energía solar— una solución, afirma la pescadora de Tres Esquinas.
El derecho a la luz
En noviembre del 2021, Milagros Flores recibió a los dos técnicos eléctricos que viajaron hasta la comunidad Tres Esquinas para la instalación de los primeros paneles solares. Aunque dudaba de la capacidad del sol para darles energía eléctrica, tenía la esperanza de que el proyecto ayudaría a los pescadores artesanales a recuperarse de la crisis económica que enfrentaban desde el inicio de la pandemia. No se equivocó.