- La denuncia, presentada en 2015 contra la empresa Reforestadora de Palmas del Petén, Repsa, es por su presunta responsabilidad en la contaminación de 150 kilómetros del río la Pasión que dejó una mortandad de hasta 70 toneladas de peces.
- Muchos de los que eran pescadores, después del desastre de 2015, ahora se dedican a la tala del árbol de tinte en las orillas del río o en las reservas naturales.
El norteño departamento de Petén, en Guatemala, es el hogar de la Reserva de la Biosfera Maya. Este departamento, es también la mayor zona de expansión del cultivo de la palma africana en el país. En esta región, que tiene el 45.45% del total de hectáreas destinadas a este monocultivo tuvo lugar el mayor caso de contaminación industrial registrado del país. Una tragedia catalogada como ecocidio por la Coordinadora de Oenegés y Cooperativas de Guatemala, Congecoop que, en 2015, provocó la mortandad de entre 40 y 70 toneladas métricas de peces a lo largo de 150 kilómetros del río La Pasión.
Aunque la investigación finalizó en junio del año pasado, según el Ministerio Público, a tres años y cinco meses de los hechos, el proceso judicial se encuentra estancado. Las comunidades se han adaptado a un río más pobre en peces y parecen albergar poca fe en el sistema de justicia.
Para Crescencio de la Cruz, lanchero, agricultor y originario de Sayaxché, Petén, “la gran muerte en el río” fue algo nunca visto. A sus 50 años, de la Cruz, trabajaba al momento del desastre en el ferry que atraviesa el río la Pasión conectando el pueblo de Sayaxché con la carretera que lleva a la cabecera departamental. Tres años más tarde, mientras remonta el río conduciendo una lancha, describe peces muertos de todos los tamaños, camarones pudriéndose a orillas del río y hasta un lagarto, indigestado por comer centenares de peces contaminados, atorado entre las hélices del ferry.