- Un grupo de científicos del Jardín Botánico de Bogotá, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigadores comunitarios hallaron una nueva especie de orquídea en el sur de Bogotá, Colombia.
- La zona en donde se encontró la flor está dentro de un área protegida declarada en 2021, pero que está siendo amenazada por ganadería, así como por minería.
- Mongabay Latam habló con uno de los investigadores, Jeremy León —un líder comunitario, estudiante de geografía y científico autodidacta con experiencia en geología ambiental y ecología de semidesiertos— sobre la nueva orquídea y sus denuncias de minería ilegal y ganadería en la zona donde fue descubierta.
Al suroccidente de Bogotá, la capital de Colombia, se encuentra Cerro Seco, una zona que desde 2021 es un área protegida de 199 hectáreas. Desde hace tiempo, los científicos que han investigado el lugar exigían que se protegiera esta zona de la ganadería y la minería de materiales que se usan en la construcción. Aun así, estas actividades continúan en las cercanías del Parque Cerro Seco y ponen en riesgo el futuro de aves y diversas plantas, entre ellas una nueva especie de orquídea.
Jeremy León, integrante de la organización civil Corporación Geoambiental Terrae y uno de los tres investigadores que en abril de 2023 publicaron el hallazgo de la nueva orquídea nombrada Pachygenium muyscarum, en Lankesteriana, una revista internacional de orquideología, resalta que en el Cerro Seco se pueden encontrar, la menos dos especies En Peligro de extinción: el ave alondra cornuda (Eremophila alpestris peregrina) y una plata tipo agave (Agave sylvesteriana).
Sobre la nueva especie de orquídea, León explica que “es propia de los ecosistemas subxerofíticos andinos, como el de Cerro Seco, que han sido históricamente ignorados. Uno escucha de otro tipo de ecosistemas, pero nunca del subxerofítico”.
El ecosistema subxerofítico es árido, seco y cuenta con pocas especies, debido a sus condiciones físicas extremas, con características de desertificación, cactus y plantas adaptadas a la falta de agua y las altas temperaturas, explica León.
Mongabay Latam habló Jeremy León, líder comunitario, estudiante de geografía y científico autodidacta con experiencia en geología ambiental y ecología de ecosistemas de subxerofitia andina (semidesiertos), sobre las características de la nueva especie y las amenazas que enfrenta el Parque Distrital Ecológico de Montaña de Cerro Seco, en particular la minería de materiales de construcción, la ganadería y los incendios.
—¿Qué hace única a esta especie y por qué es llamativo que se haya descubierto en Bogotá?
—La orquídea es del género Pachygenium y muyscarum es el nombre específico de la especie que hace referencia a los pueblos indígenas muiscas, que habitaban esta zona. Florece sin hojas. Está En Peligro de extinción. Si se acaba, no hay otras en el planeta, sólo hay cuatro registros en Cundinamarca, incluidas las de Cerro Seco en Ciudad Bolívar, en Bogotá, y en los municipios de Mosquera, Madrid y Nemocón.
Colombia tiene más de 4270 especies de orquídeas. Lo particular de esta especie es que es la única de este género, Pachygenium, en el país. Segundo, que se descubrió en Bogotá apenas en 2023. Eso es raro porque en el país han existido múltiples expediciones botánicas, iniciadas en esta ciudad, desde hace varios siglos; no es muy esperado que aún queden individuos por catalogar. Para descubrir especies, cada vez nos toca ir más lejos, por eso este caso es llamativo.
—¿Cómo inició la investigación para descubrirla?
—En 2017 empezamos a recolectar plantas en Cerro Seco y con la ayuda del profesor del Instituto de Ciencias Naturales, Diego Giraldo Cañas, nos damos cuenta de que esa no correspondía a la especie que le habían asignado previamente, sino que era nueva. Y resultó ser nueva tras determinar sus especificaciones taxonómicas, ecológicas, entre otras. Revisamos bases de datos para determinar las que se le parecían, chequeamos los herbarios, que son como archivos de plantas, para evitar describir una planta que ya estuviera especificada. La comparación morfológica fue determinante para afirmar que era una nueva especie para la ciencia.
—¿Qué otras especies hay en Cerro Seco?
—La alondra cornuda (Eremophila alpestris peregrina), un ave endémica, que habita en los pastizales de Cerro Seco. Esta también podría desaparecer en la zona debido a la destrucción del hábitat. La alondra cornuda está en todo el hemisferio norte del planeta, es una ave común. Pero la que está en Cerro Seco, y en otro lugar en el departamento de Boyacá, es la única que migró hacia el hemisferio sur. La que tenemos en Colombia fue la única que llegó a esta parte del planeta. Si se extingue acá, se acaba esta subespecie.
También, hace tres años se descubrió el Agave Silvesteriana Giraldo-Cañas, que está En Peligro de extinción. Asimismo, se ha hallado la presencia de la planta con flores Polygala Corifolia Planch. & Triana, que se creía extinta.
—¿Por qué no hemos escuchado casi del ecosistema subxerofítico, en donde se encontró a la nueva orquídea?
—Por mucho tiempo se ha pretendido que es un ecosistema sin mayor valor ambiental, que no tiene nada, en pocas palabras lo han llamado un “peladero” (así se le llama en Colombia a un terreno desprovisto de vegetación) en pasadas alcaldías para entregarlo a urbanizaciones. Cuando nos acercamos a ver el “peladero” para hacer investigación, encontramos una nueva especie para la ciencia.
Cerro Seco es parte de una zona del sur de Bogotá que es afectada por la minería para materiales de construcción, pero también está ocupada por botaderos de residuos como el de Doña Juana.
—¿Por qué unas alcaldías clasificaron como parque ecológico a Cerro Seco y a otras zonas vecinas, no?
—La valoración de la naturaleza se enmarca en discursos políticos. En el gobierno de Petro, un biólogo importante, David Rivera, generó un esfuerzo de investigación de 2013 a 2014 para que reconociera que la zona tenía valores ecológicos relevantes. Este fue el origen de la declaratoria de un parque ecológico distrital de montaña, pero no alcanzó a quedar en firme, pues fue provisional por principio de precaución. Es decir, que no habían alcanzado a investigar lo suficiente el ecosistema para determinar que tenían que declararlo de manera definitiva, pero tampoco podían subestimarlo, así que decidieron, por principio de precaución, protegerlo mientras avanzaban los estudios.
En 2017, la Alcaldía de Enrique Peñalosa permitió un plan parcial de construcción de vivienda en Cerro Seco. Un equipo técnico dijo que las especies de Cerro Seco no tenían mayor importancia y que el ecosistema estaba degradado y fragmentado. Como respuesta, desde la comunidad hicimos un concepto técnico propio y encontramos las dos especies nuevas para la ciencia. Con este trabajo y el activismo, logramos que en 2022, a través del Plan de Ordenamiento Territorial —el documento que organiza los usos del suelo de Bogotá—, la Alcaldía y el Concejo de la ciudad lo declararan Parque Distrital Ecológico de Montaña Cerro Seco.
—En términos prácticos, ¿eso qué significa?
—Que es similar a un parque nacional natural, pero menos restrictivo. Permite más usos. Pero no puede haber ganadería ni minería. Justo ese es el problema que tenemos. Porque pese a que hubo declaratoria como Parque Distrital Ecológico de Montaña Cerro Seco no hubo saneamiento de predios donde hay algunas actividades prohibidas, es decir, no los compraron.
Entonces ha sido más que todo simbólico. Están cultivando cebolla, haciendo ganadería, botando escombros, quemando residuos, practican motocross, hay minería de piedra caliza o de cantera y de arena para obtener materiales de construcción.
—¿Cuáles de estas amenazas son las más graves?
—La minería porque remueve la roca y la vegetación. Segundo, la ganadería que utiliza quemas.
—¿Es una minería legal?
—Cuentan con documentos, pero tienen incumplimientos. Les tienen procesos sancionatorios a las minas por sus malos manejos. Es una minería que se realiza al límite del área protegida, la cual debió ser más grande, ya que el ecosistema ocupa una zona mayor a la extensión declarada. Tiene las mismas condiciones del ecosistema subxerofítico y tiene potencial de ser declarado, posteriormente, como parte del parque ecológico. Esperábamos que declararan 360 hectáreas protegidas, pero sólo quedaron 200.
Es una explotación minera con más de ocho retroexcavadoras, algunas han sido decomisadas por no cumplir con toda la documentación. Tienen 80 hectáreas de explotación. Al día salen más de 50 cargas en camiones. Esos vehículos también afectan el ecosistema.
Antes hubo una minera ilegal por más de 20 años dentro de lo que hoy es el área protegida, lo que degradó el ecosistema gravemente. Pero en 2015, gracias a la acción comunitaria, se cerraron esos títulos mineros por su ilegalidad.
—¿Dejaron pasivos ambientales?
—Sí. Quedaron huecos y lagunas de residuos y sedimentación en Cerro Seco. De hecho, hace poco falleció una niña en una de esas lagunas, unos pasivos ambientales mineros abandonados que dejaron hace años. Las personas van a nadar, pero el fondo no es apto, porque es de arena. Han muerto tres personas en ellas.
—¿Se ha generado violencia con quienes ocupan predios dentro y fuera del parque ecológico?
—Sí. Hace poco hubo disparos de quienes ocupan predios contra personas que estaban dentro del Parque Ecológico. La zona protegida es simbólica, está siendo saboteada. La comunidad hizo protestas en la Alcaldía de Ciudad Bolívar por la muerte de la niña dentro del pasivo ambiental y mientras eso pasaba, personas no identificadas quemaron cuatro hectáreas dentro del parque ecológico. Se piensa que pudieron ser los que tienen intereses distintos a la conservación. Fue intencional porque había galones de gasolina.
—¿Por qué ha dado esta lucha por Cerro Seco desde el activismo y la investigación?
—Yo nací muy cerca de Cerro Seco, desde los nueve años empecé a ir a la parte alta de la montaña. A los 17 años, bajo la influencia del científico y geólogo Julio Fierro, me acerqué a la ciencia para investigar la importancia del ecosistema y protegerlo. Ahora, a mis 26 años, sigo protegiéndolo desde la ciencia y desde el trabajo de incidencia de la organización civil Corporación Geoambiental Terrae. Luego, nos aliamos con los científicos del Jardín Botánico para buscar estas especies y allí encontramos la nueva orquídea. Desde las comunidades también hay científicos.
*Imagen principal: La zona hace parte del ecosistema subxerofítico, una especie de desiertos andinos. Crédito: Johan Higuera.
Referencia:
Fonseca-Cortés, A., Rincón-González, M., León-Linares, J., & Salazar, G. A. (2023). Pachygenium muyscarum (Spiranthinae), a new species from the subxerophitic enclaves from the Eastern Range of Colombia. Lankesteriana: International Journal on Orchidology, 23(1), 97–108. https://doi.org/10.15517/lank.v23i1.53886 Enlace acá.
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