La Superintendencia de Medio Ambiente investiga a la empresa minera Quiborax, luego de que la Corporación Nacional Forestal (Conaf) la denunciara por intentar eludir la evaluación ambiental.La denuncia surgió luego de que Conaf determinó que la empresa estaba incumpliendo una serie de restricciones ambientales en el salar de Surire, considerado Monumento Natural por ser una de los principales sitios en América del Sur para la reproducción de tres especies de flamenco. Quiborax ha negado todas las acusaciones asegurando que Conaf está malinterpretado la norma. Un equipo periodístico de Mongabay Latam y Ciper analizó una filtración de más de un millón de correos electrónicos enviados entre altos ejecutivos de Quiborax. Las comunicaciones, que fueron cotejadas con documentos oficiales, dan cuenta de la elaboración de un plan para flexibilizar las restricciones establecidas en los permisos ambientales y poder así extraer mineral desde zonas restringidas. Esta historia es una colaboración periodística entre Mongabay Latam y Ciper Cientos de botellas de plástico llenas de orina humana están tiradas al borde del camino internacional que conecta Chile con Bolivia, específicamente en el kilómetro 58, frente a la planta El Águila de la empresa minera Quiborax. También hay papel higiénico usado, pañales y bolsas con restos de hoja de coca. El lugar concentra las paradas de descanso de los camioneros que llevan y traen la ulexita que Quiborax extrae del Salar de Surire, a más de 4200 metros sobre el nivel del mar, en el altiplano de la región de Arica, y con la cual produce el ácido bórico que exporta a más de 50 países para ser utilizado como fertilizante. La explicación es que los camioneros no tienen baños donde hacer sus necesidades. Las botellas con orina frente a la planta El Águila, sin embargo, son un problema insignificante para Quiborax si se compara con la investigación que actualmente enfrenta y que amenaza su negocio. En diciembre de 2022, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) —que en Chile tiene a cargo la conservación de las áreas protegidas terrestres— ingresó una denuncia a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), acusando a la minera de intentar eludir la evaluación ambiental. La investigación, según confirmó la SMA a esta alianza periodística, sigue en curso. Cientos de botellas de plástico llenas de orina humana están tiradas al borde del camino internacional que conecta Chile con Bolivia. Foto: Diego Figueroa /Migrar Photo La denuncia surgió luego de que la Conaf determinara, durante una fiscalización de agosto de 2022, que la empresa estaba incumpliendo restricciones ambientales y poniendo en peligro la sobrevivencia de las tres especies de flamenco que utilizan el salar de Surire para reproducirse y que justifican, en gran medida, su categoría de Monumento Natural: el flamenco james (Phoenicoparrus jamesi), el andino (Phoenicoparrus andinus) y el chileno (Phoenicopterus chilensis), todos enlistados en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Meses después de esos hallazgos, la Conaf reparó en que durante esa temporada ninguna de las tres especies de flamenco logró reproducirse. Quiborax negó categóricamente las acusaciones de Conaf y agitó la bandera del desempleo, por lo que los trabajadores salieron a manifestarse en favor de su empleador y el conflicto alcanzó ribetes políticos. Según la empresa, la nueva directora de Conaf en la región de Arica y Parinacota, Ingrid Robles —quien luego de asumir el cargo en julio de 2022 reparó en los incumplimientos y realizó la denuncia— malinterpretó la norma y no consideró los acuerdos que Quiborax y la administración anterior de Conaf habían alcanzado, ignorando años de trabajo en conjunto y buenas relaciones en beneficio del Monumento Natural. “Desde hace aproximadamente un año y medio, la actual directiva regional de dicha Corporación ha intentado —sin sustento alguno y de manera descarnada— denostar, perjudicar y entorpecer las operaciones de nuestra compañía, de sus trabajadores y de todos quienes dependen directa y/o indirectamente de la actividad económica que válida, responsable y legítimamente ejecuta en la región”, le dijo a esta alianza periodística Daniel Ocqueteau, gerente Legal y de Asuntos Públicos de Quiborax.